CPE (Contado Por Edward)
Empujé en Bella, mirando sus ojos ensombrecerse, mareados por el deseo. Su latido se retardó, y después se aceleró. Retardado y acelerado. Escuché los sonidos que conocía de memoria, para despedirme de ellos, queriendo confiar solamente en sus movimientos y gemidos suaves de ahora en adelante. Su expresión me distrajo. Yo vivía para la mirada que ella hacia cuando me sentía adentro de ella.
Escuché su cuerpo, no su corazón. Quise cerciorarme de que conocía su cuerpo y sus movimientos mejor que ella, cerciorarme de que no importaba el latido de su corazón, que yo podría tocar su cuerpo de marfil sin sonidos.
Podía.
Sonreí cuando ella me dijo que estaba cerca, sus palabras innecesarias ardieron en mi oído, conduciendo mi cuerpo al borde. Pero no me dejaría ir otra vez esta noche. Su respiración olía a mí. La necesitaba. Me dejé escuchar el latido de su corazón otra vez, ver el pulso en su garganta. Un rubor se arrastró sobre su pecho.
Les dije adiós.
Dejé que mi sed entrara en mi cabeza; la sujeté con alambre de púas.
Inhalé profundo, susurrando mi amor por ella suavemente. Su cuerpo se tensó, sus ojos miraron fijamente mi cara cuando su cuerpo comenzó su viaje hacia el clímax. Me retardé en ella, necesitando oír su voz, poniendo mi mano contra su carne caliente, su piel estaba resbaladiza con su excitación. Necesitaría que el olor de ella me atrajera más que su sangre. Arrastré mi mano mojada a lo largo de su cuello, oyendo que ella comenzaba a jadear más fuerte, mi cuerpo se movió más rápidamente, dejándola acabar.
La esencia de su sangre y su excitación, de mi semen en sus labios, junto con la sensación de mi sed que finalmente tenía acceso su garganta, era sobrecogedora. Cerré los ojos para retardar mi necesidad y me acerqué a su cuello, mis labios se presionaron contra su pulso.
Quise gritar.
Quise detenerme.
Quise cambiar de idea. Cerré de golpe el puño contra el respaldo de la cama.
Ella sabía. Ella gritó mi nombre. Ella gritó que me amaba.
Dejé que mis dientes se enterraran en su carne suave, su sangre acometió demasiado rápido en mi boca mientras que ella jadeaba debajo de mí.
Me alejé antes de permitir que pasara nada dentro de mi garganta, besando su boca duramente, su sangre tocó sus labios y yo gemí mi amor por ella, mi voz era un sollozo seco quebrado. Grité por el dolor que ella estaba a punto de pasar. Ella tomó mi cabeza con sus manos trayéndome hacia su cuello, sentí su respiración en mi oído.
“Hazlo,” susurró.
¡HAZLO! , gritó mi mente.
Me acerqué y bebí.
Calor. Tierra. Humedad.
La oí susurrar mi nombre. Lamí la herida para cerrarla pero la mordí otra vez antes de darme cuenta de lo que hacía, ahora sentía mi deseo por su sangre levantarse por mis piernas, haciéndolas empujarla contra la cama, mi pecho se levantó aplastándola debajo de mí, bajé mis brazos que todavía sostenían los de ella sobre su cabeza, y permití que mis manos tomaran su cuello firmemente, estrangulándola. Mi boca se abrió, dejando entrar a Bella en mi garganta.
El sonido de su corazón. Su sangre que corría en mi boca.
Todo lo que podía sentir: era la necesidad de drenar a Bella.
*****
La estaba matando. Otra vez.
Y entonces:
Nuestro prado.
La risa de Bella. Bella vestida con una parka abrigada, apoyada en su camioneta. La mano de Bella en su oído en un gesto nervioso. Bella cayendo y mis brazos estirándose para atraparla. La suave boca de Bella en la mía, gimiendo mi nombre. Bella mirándome sobre su hombro, sus ojos empujándome a perder el control.
Y en ese momento, sentí mi cuerpo endurecerse, aún dentro de ella. Oí sus gemidos suaves, mi olor en su respiración. Sentí su cuerpo temblando debajo del mío.
Abrí los ojos. El pelo de Bella estaba en mi cara. La piel de Bella apretada debajo de mí. La sangre de Bella en mis labios, en los suyos.
Lamí la herida cerrándola. Gemí cuando mordí cada una de sus muñecas minúsculas, cerrando los cortes rápidamente y queriendo que el veneno trabajara. Mi garganta quemaba, mi cuerpo se convulsionaba contra la restricción. Cerré mi garganta, tragando continuamente, moviéndome con propósito.
Sabía que mi padre y hermano habían estado en la puerta pocos segundos después de que yo rompiera la cabecera, nuestra señal. Miraba el cuerpo de Bella debajo de mí, silencioso, su cara firmemente en agonía.
“Carlisle.” Susurré.
Él entro en el cuarto, moviéndose hacia a Bella en el instante, tomando su pulso, comprobando las heridas. Él lamió sus heridas suavemente, empujando su propio veneno en sus brazos, su propia energía nerviosa le exigía una contribución adicional.
Él me miro, moviéndose rápidamente para contener a su hijo, ahora, darme un apretón en sus brazos mientras que yo liberaba los sollozos que había ocultado en mi interior todo el día, sabiendo lo que sucedería esta noche; incluso después que Alice me había dicho que todo saldría bien, no podía actuar normal cerca de mi esposa. Me había sacudido totalmente lo de esta mañana, no estaba en lo absoluto preparado para que su sangre fluyera libremente delante de mí, hoy, de todos los días, cuando necesitaba ser más fuerte.
Sollocé en el cuello de Carlisle. No me importó que estuviera desnudo. No me importó que Emmett se moviera por el cuarto, cubriendo el cuerpo inerte de Bella con una manta, lavando la sangre de su cuello con un trapo mojado. No me importó estar histérico en los brazos de mi padre.
Necesitaba calmarme pero mi calma estaba inconsciente en la cama, en agonía. Carlisle me sostuvo apretado en su abrazo, y después me soltó suavemente. Él nos miró silenciosamente cuando subí en la cama al lado de Bella, tirando su cuerpo tembloroso contra el mío.
Ella permanecía silenciosa. Su cara era piedra. No lograba recordar nada, no sabía si ella debía estar gritando ahora, si ella sentiría dolor inmediatamente. Carlisle la miró fijamente, su cara era un espacio en blanco, su expresión era ilegible.
“Todo va como debe.” Me tranquilizó, mientras su cara se relajaba. “Mejor, realmente. Ella está tranquila.”
Me esforcé para no sollozar contra ella aliviado, por no haber enloquecido, por no haberla matado. Me resistí a enterrarme en su cuello y gritar, sollozando sin lágrimas, de alegría. Empujé cada pensamiento que tenía para reducir su dolor. Para ayudarla a superar los próximos días.
Le hablé en susurros sobre nuestro futuro. La sostuve mientras que ella se quemaba silenciosamente, habiéndole dado la última experiencia humana que yo podía manejar:
Su cliché del vampiro sexy.
Enterré mi cara contra su cuello y esperé a mi esposa, mi vida, mi todo hasta que volviera a mí.
*****
Final.
CHICHIS:
QUE LES PARECIO COMO TERMINA ESTA PARTE DE LA HISTORIA???
OBVIAMENTE QUE TIENE UNA CONTINUACION QUE SE LLAMA "UNA VIDA EXTRAORDINARIA", LA CUAL ESTA SIENDO TRADUCIDA POR MRS. JONES....Y YA VOY A IR SUBIENDO PRONTITO.
BESOS CULPOSOS,
LADY G
6 comentarios:
Wohhhhh!!!! Me encanto... Realmente mucho mas de lo que me imaginaba, jaja. Gracias por todo su esfuerzo!!! Espero ansiosamente la nueva historia... Para que me acompañe quitandome el sueño, jaja. Saludos y gracias nuevamente por las historias, TODAS me han encantado. Son Fan. Saludos, Fernanda.
Ohhhh me encanta este fic... y la continuacion esta super caliente!!! espero q no tarden mucho en subir el primer cap de la continuacion!!!! piss
faaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! morí!!!!! ME ENCANTOOOOOOOOOOO!!!!
mmmmmisis jones, este capitulo me ha dejado....con ganas de mas!!
por otra parte como estas? te mando un beso!
Solo puedo decir GRACIAS por hacer este trabajo tan impresionante. Preciosa la historia y esperando la segunda parte. Pero ante todo estoy muy agradecida a vosotras por vuestro trabajo. Desde España Saludos y abrazos, Candy
CANDY:ANTES QUE NADA, QUIERO DECIRTE QUE LA CONTINUACION DE ESTA HISTORIA QUE ESTAS LEYENDO Y TE GUSTA, ES "UNA VIDA EXTRAORDINARIA".
CUANDO VOS PREGUNTABAS,QUE ES DAR UN CHIRLO, ES PEGAR EN LA COLA DE ALGUIEN CON LA MANO.
ESPERO HABERTELO ACLARADO Y MUCHAS GRACIAS POR TUS COMENTARIOS.
BESOTESSSS
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