martes, noviembre 30, 2010

CONOCI A NUESTRA SEGUIDORA "BERNY"!!!


COMO ESTAN?

QUERIA CONTARLES A TODAS QUE LAS VUELTAS DEL DESTINO, ME LLEVARON ESTA VEZ A LA POSIBILIDAD DE CONOCER A NUESTRA FIEL SEGUIDORA LLAMADA BERNY.

PUEDO AFIRMARLES QUE ES UNA DIVINA Y DULCE TOTAL!!!

BERNY: TE QUIERO!!!!

....Y A VOS TAMBIEN,JONES....NO TE ME PONGAS CELOSA!!!

BESOS CULPOSITOS,

LADY G

domingo, noviembre 28, 2010

FELICITACIONES MRS JONES!!!!


Mi Si, Mi No - By LolaShoes - Capítulo 9: Nuestro Retorno (1° Teaser)


Mire fijamente la foto de Edward y yo. Mientras que antes, la distancia entre nosotros me había bombardeado, ahora todo lo que podía  ver era su mano. Era como ver una foto dentro de otra; la imagen obvia era lo primero que se notaba: tensión, caras rígidas y sonrisas incomodas. Pero debajo de eso, oculta entre las líneas de sus dedos en el espacio entre nosotros había otra imagen: anhelo, dolor, arrepentimiento anticipado. Mi pecho se contrajo a causa de esos cinco dedos extendidos, por el costado de su cuerpo inclinado imperceptiblemente hacia mí.

La voltee entre mis manos, pensando en todas las cosas que quería decirle.

Me aterra que tu amor por mi sea irrelevante, y saber que te irás si yo me caigo, o si me sujetas demasiado fuerte, o si llegaras a ver cuán destrozada estoy por dentro.

Algo cambio dentro de mí, y no volveré a ser la persona de la que tú te enamoraste nunca más.

Tú pareces diferente ahora, y me preocupa que me estés dando lo que quiero por culpa, no deseo.

Me asusta sólo sentirme bien cuando tú me estás tocando, e incluso, que eso que siento no sea felicidad,  sino simplemente,  la ausencia del dolor en mi estómago.

Él subió calladamente a través de la ventana, sin siquiera mover las cortinas. Cerró la ventana y se volteo hacia mí.

                                                ~@~

Mis Chikies, este es el primer teaser del ultimo cap. de la versión de Mi Si.
Les prometo la primera parte del capitulo para el jueves próximo sin falta..., luego ya nos queda el capitulo 10 y el Epilogo.
Gracias por acompañarme en este viaje a través de la versión de LolaShoes del final de New Moon. Espero les haya gustado su punto de vista tanto como a mi.

Besitos Culposos,


                Mrs.Jones (+1)

sábado, noviembre 27, 2010

Deja Brillar Tu Luz - Capítulo 8 - TEASER - La Versión de Edward


...Desperté con la sensación de dedos que tocaban mi entrepierna, moviéndose lentamente. No era la sensación de los dedos en sí, sino la temperatura de estos dedos, lo que me hizo despertar sobresaltada.
Estaba oscuro como boca de lobo en el cuarto y mis ojos tardaron un momento en adaptarse. Me di cuenta de que mi mano estaba por debajo mi ropa interior, tocando mi cuerpo muy mojado, mis rodillas levantadas y abiertas. Miré para arriba y vi a Edward, desnudo, arrodillándose entre mis piernas, su cuerpo duro contra mi muslo.
“No pares por favor, Bella.” Su tono era desesperado.
“Ven a mí,”le dije, pero él sacudió su cabeza y bajó mi bikini lentamente, inhalando profundamente. Él puso mi mano otra vez en mi cuerpo.
“Por favor, no pares.” Él repitió, tocándose con su mano, frotándose ligera y lentamente.
Era una de las cosas más eróticas que había visto nunca, su cuerpo sobre el mío, su mano agarrando su miembro duro, sus ojos mirándome. Gemí y froté mi cuerpo lentamente, todavía sintiéndome pesada y sensual por el sueño. No podía quitar mis ojos de él que movía su mano sobre su carne dura, su antebrazo fuerte se doblaba con el movimiento. La vista de sus músculos del brazo que se movían por debajo su piel me hizo gritar. Su mano se movió más rápidamente, sus ojos fijos en mi mano.
“¿Es así cómo te tocas cuando piensas en mí?” me preguntó...


CHICHIS;

COMO ANDAN???

LES DIGO QUE ESTE CAPITULO SI QUE SE LAS TRAE....

A LA BREVEDAD, LO TENDRAN COMPLETITO.

BESOS CULPOSITOS,


LADY G

jueves, noviembre 25, 2010

AMANECER Y SUS PLUMAS!!!!


NUNCA EN MI VIDA TUVE TANTAS GANAS DE VER PLUMAS COMO AHORA...

Y ESO QUE ME DAN ALERGIA!!! JAJAJA....
GRACIAS BILL CONDON POR ESTE ADELANTO!!!

BESOS EMPLUMADOS,

LADY G

Nueva toma de la fan brasilera que hizo enojar a Kris...


 Te comprendemos Kris..., yo tambien me hubiera sacado con esa chiruza!


Besitos comprensivos,

                Mrs.Jones

So much Love....

Encontré este gif en http://robsten-investikudos.blogspot.com/    y no me pude resistir!
Que lindos son!!!


Besitos empalagados y culposos,
 (Perdón por esta foto manipulada pero...no parece que lo hubieran Fort-ificado a Rob?)

Mrs.Jones

martes, noviembre 23, 2010

ADIVINA DE QUIEN SON ESTAS HERMOSAS POMPIS???


CHICHIS,
COMO ANDAN?
QUE INICIO DE SEMANA CON ESTA FOTITO, NO?
FIJENSE QUIEN PASA TODO EL TIEMPO CUIDANDOLE LA ESPALDA A NUESTRO ROB?
OBVIAMENTE QUE KRIS CON SU CAMISA VERDE.
REALMENTE ME ESTOY PREOCUPANDO... HE GENERADO UNA OBSESION CON ESTE HERMOSO CULITO Y SU POSEEDOR. JAJAJA.
BESOS CULPOSOS,
LADY G

domingo, noviembre 21, 2010

Deja Brillar Tu Luz - Capítulo 7 - Oxígeno


Volvimos de la playa hacia la casa y yo me subí a la cama mientras Edward se vestía para cazar. Me sentía agotada, y él necesitaba correr.
No hablamos mucho; nuestro silencio estaba lleno de toda la pasión que ninguno de nosotros podía expresar en palabras.

viernes, noviembre 19, 2010

Deja Brillar Tu Luz - Capítulo 7 - Teaser


...“Edward…” Susurré, apoyando mi cuerpo contra sus piernas, queriendo que bajara sus rodillas y me dejara bajar sobre él, sobre su dureza que se filtraba detrás de mí, tentándome.
Él levantó mis caderas y justo cuando creí que él iba a bajarme sobre él y a penetrarme, él puso mis caderas sobre su cara, mis rodillas quedaron a cada lado de su cabeza, sus ojos clavados en los míos.
“Bella, necesito hacer esto.”
La voz de Edward sonaba casi agónica, y yo no podía comprender qué le sucedía, mi cabeza seguía nublada por el calor de sus palabras y la frialdad de su respiración en mis muslos. Su respiración fresca era rápida, mi sexo a apenas centímetros de su cara...
CHICHIS:
COMO ANTICIPO DE ESTE CAPITULO QUE SE LAS TRAE...LES DEJO ESTE TEASER!
BESOS CULPOSITOS,
LADY G

Filmacion en Rio- Kris quiere golpear a una fan atrevida....

Vi este video y me mate de risa....esta filmado con la cámara apaisada, pero si lo ponen en pantalla completa, cerca del minuto 1.01 se ve a un guardaespaldas sacando a una fanática que se le tiro encima a Rob, en el minuto 1.08 viene lo gracioso. La reacción de Kris...., es genial, casi me hago pis!!!!



Besitos,

Mrs.Jones

Adelanto: Robsten Love Story- Nuevo Update

Allá por los comienzos del 2009, durante plena filmación de New Moon, los rumores en la toda la web hablaban de una relación, fuera de pantalla entre Kris Y Rob. Como nunca se oficializo la ruptura del noviazgo entre Kris y Mike Angarano, al estudio le parecía malo para la imagen de Kris y potencialmente perjudicial para la Saga, que se supiera del romance entre las co-estrellas. Tanto así, que se sabe, le pagaban a los papz para que no publicaran las fotos de los chicos juntos. En algunos casos se llego a comprobar que photoshopeaban las capturas de ellos juntos. Ejemplo:

 Fan pic: Kris y Rob compartiendo un taxi....
La misma toma pero el interior del taxi se ve sospechosamente negro, no oscuro, totalmente negro....
Allí claramente hubo unos dineros procedentes de Summit. ¿No les parece?

No todo tiempo pasado fue mejor! Prueba fotografica...

Robsten- Brasil- nov 2010


Kris y (yack!) su ex, Mike Angarano, tratando de despistar en:
Vancouver-abril 2009

















Quien te ha visto y quien te ve...dirian las viejas!
Besitos Culposos,

              Mrs.Jones

Se acuerdan de esta escena...?

 “Bella,” se quejó Edward, frotando sus manos sobre su cabello ya despeinado “No es ciencia  espacial.”
Rodé mis ojos. “Tu estas  malhumorado porque no puedes leer mi mente para saber mi estrategia.”
“¿Estrategia?” dijo alejándose para mirarme. “Bella, solo estamos jugando a las Damas.”
Mire sobre el tablero de damas. Estábamos sentados en la alfombra, uno frente al otro en una pequeña mesa ratona. “Hay todo un arte para jugar Damas, ya lo tendrías que saber. Además, Edward, te dije que no jugare al ajedrez con un vampiro que tiene casi 100 años de experiencia más que yo. Pero puedo jugar a las Damas.”
Ahora tenemos imagenes reales!!!!
Imaginen cuando tengamos las de sexo..., mejor no me imagino mucho porque hoy hace calor aquí, y corro un serio peligro de recalentamiento de sistemas...ejem!
Les propongo colaborar con nosotras enviándonos fotos reales de ellos que les parezca que quedarían bien en alguna escena de las historias que posteamos ¿se animan?
Besitos Culposos

Feliz cumple Heidi!!!!! 18-11-10
Mrs.Jones

jueves, noviembre 18, 2010

VIERON QUE SE LO ESTA BAJANDO??? GRACIAS, ROB!!!


CHICHIS;

ROB ESCUCHO MIS PLEGARIAS DONDE LE PEDIA A GRITOS "BAJALO TODO"...Y LO ESTA HACIENDO.

PODEMOS VER SU "INCIPIENTE" RAYITA DEL CUCU....JAJAJA

BESOTES CULPOSOS A TODAS,


LADY G

martes, noviembre 16, 2010

Mi Si, Mi No - By LolaShoes - Capítulo 8: Nuestra Confesión (Ultima Parte de este cap.)


"¿Tu crees que haremos el amor?"

Él se quedo congelado justo debajo de mi mandíbula. Pude sentir como su boca se abría y luego se cerraba, mientras él pensaba qué decirme. "Sin duda espero que sí.”

Contuve el aliento. “¿Pronto?”

El no me mentiría, lo sabía. Su cabeza se movió para mirarme. "¿Quieres hacerlo?"

Asentí.

"Yo, también," me susurró, aliviado. "Mucho."

Sentí mi corazón latiendo frenéticamente ante sus palabras. “¿De verdad?” Pregunté, cerrando mis ojos.

"Dios, sí." Sus labios acariciaron los míos.

"Entonces ¿por qué no volviste a tocarme?" Escuche como mi voz se quebraba. Él no había hecho nada, excepto besarme durante días. Abrí mis ojos para verlo mientras me contestaba.

"Te dije que necesito que seas tú la que establezca los límites," murmuro, dejando que su mirada cayera hacia mi boca.

Me apoye hacia adelante y lo bese suavemente, resbalando mi lengua sobre su labio. "Está bien," le dije sonriendo tranquilamente.

                                                                ~@~

Esa noche él entro a través de mi ventana y el aire en la habitación inmediatamente se torno casi húmedo a causa de la creciente tensión sexual entre nosotros.

El se veía ligeramente iluminado por las luces del patio fuera de mi ventana, y cada línea dura de su cuerpo gritaba cuanto me deseaba.

"Te extrañe," murmure. Aunque sólo habían pasado unas horas desde que me había dejado en casa.

Se arrodillo en el piso junto a la cama, pasando su mano sobre mi rodilla. Subió su mano a mi cara y se acerco más a mí, susurrando, "Yo también te extrañe."

Yo me agache y traje su cara  más cerca de la mía, y él me beso larga y lentamente.

Sonreí contra sus labios. "Se siente tan diferente ahora. Como que puedo tenerte todo y  tú  nunca... "

"¿Me negare?," murmuro. "No lo hare."

Tome  valor desde lo profundo de mis entrañas y me senté, empujando las sabanas fuera de mis piernas, y palmee el colchón delante de mis rodillas flexionadas. Él se puso de pie y se sacó sus zapatos y calcetines, observando cómo mis ojos devoraban cada uno de sus movimientos. Comenzó a inclinarse hacia la cama pero yo lo mire señalando primero sus pantalones y luego mi propia ropa: una apretada musculosa negra y un bikini color lavanda.

Él desabotono sus pantalones y los empujó hacia abajo de sus piernas, sacándoselos sin dejar de mirar nunca mis ojos.

“¿Mejor? Sus labios se curvaron en una sonrisa.

"Mejor," asentí. Mi respiración se volvió agitada y poco profunda.

Se sentó sobre el colchón, frente a mí y estiro sus piernas junto a las mías aun dobladas.

"Hola," me dijo sonriendo.

"Hola." Mis dientes encontraron mi labio inferior y mordieron las comisuras suavemente. El me miro hacerlo. Sentí que mi corazón se paraba.

"Pareces nerviosa", susurró.

"Un poco," admití, sonriendo.

Él se inclino hacia adelante y me besó una vez. "Dios, extrañe tu sonrisa. Creo que jamás me sobrepondré a lo que me hace el verte sonreír."

"No tienes idea," susurre. El flash de dolor que paso a través de sus rasgos sugirió que él, de hecho, tenía idea.

Me moví más cerca, extendiendo mis piernas sobre sus muslos y detrás de él, dos pares de tijeras entrelazadas. Edward observo como nuestros cuerpos se acercaban mientras yo apoyaba mi sexo contra el suyo a través de sólo dos delgadas capas de algodón.

Él tragó ruidosamente.

Su reacción me emociono. "Esto es aún mejor", dije exhalando, mientras entretejía mis dedos en su pelo y me inclinaba para besarlo. "Me encanta sentirte." Moví mi cuerpo inclinando mi peso sobre él y sentí como mi carne se acomodaba a lo largo de la suya fácilmente. "Así."

"Bella…" susurró.

El momento se volvió cargado y ninguno de nosotros podía dejar de moverse contra el otro, labios fríos contra calientes, tan húmedos como  frenéticos. Edward intentó ser gentil conmigo y mayormente lo logro; sus gemidos bajos me hacían retorcer contra él casi instantáneamente.

Tome en mis manos el dobladillo de su camisa y la levante, insegura de cuánto me dejaría sacarle esta noche, pero de repente sentía la necesidad de ver y sentir toda su piel. Lleve mis manos detrás de él, tirando el dobladillo hacia su cuello con manos sorprendentemente temblorosas y la saque por sobre su cabeza antes de lanzarla al suelo.

Sentí como que todo lo que nos rodeaba se desaceleraba mientras yo lo miraba fijamente.

El era increíble. Sentí sus duros y largos músculos debajo de mis manos y todas las hermosas líneas de su torso, su bello suave atrajo mis ojos a su pecho y hacia abajo hasta el elástico de sus bóxers.

"Tócame," susurró, con la voz apretada de deseo. "Por favor."

"¿Dónde?" Pregunté, pasando mis manos hacia abajo de su pecho y a través de sus costillas.

Sus ojos se cerraron y él balbuceó algo antes de susurrar, "En todas partes."

"¿Qué dijiste?" Deje que mis dedos danzaran a través de su estómago.

"Dije 'en todas partes'."

"Antes de eso."

Abrió sus ojos y me susurró, "Dije ‘Ella me está tocando´."

Subí mis manos hasta su pecho y arrastre mis uñas delineando la forma de sus pezones.

Él murmuro algo de nuevo.

"¿Qué?" Susurre, inclinándome hacia adelante y besando su boca, permitiéndole sentir cuánto lo deseaba a través de las carreras de mi pulso debajo de mi piel.

"Dije, 'sus manos son suaves y calientes'."

Me incline hacia atrás para verlo y le sonreí. "¿Por qué haces eso? ¿Por qué susurras para ti mismo en lugar de decirme lo que piensas?"

Él se encogió de hombros, dándome una sonrisa adorable. "Creo que me ayudará a controlar mi fuerza si pongo en palabras todo lo que voy sintiendo. No quiero olvidarme, ni siquiera por un segundo."

"No lo harás," le susurre, inclinándome hacia abajo para captar su atención. "Confía en ti mismo conmigo."

Él asintió. Succionando mi labio y yo volví a acariciarlo, mientras el murmuraba silenciosamente contra mi boca al tiempo que mis manos se movían sobre su piel.

"Déjame oírte," le rogué.

"Está bien," él sonrió contra mi boca.

Mis manos se movieron hasta su pecho y mis dedos trazaron círculos en sus pezones, pellizcándolos ligeramente.

"Me encanta eso," gimió suavemente. "Quiero más, más fuerte."

Clave mis uñas en su piel y él se sacudió debajo de mí, gimiendo en mi boca.

"Quiero su boca, sus dientes. Dios, es tan caliente y húmeda. Quiero sentirla en todas partes." Estaba tomando profundas, ruidosas respiraciones.

"¿Tú estás…oliéndome?" Susurre, emocionada. Sin poder encontrar ninguna otra manera de describir lo que él estaba haciendo.

"Yo puedo olerte," dijo suavemente. "Pero quiero saborearte."

Yo lo empuje hacia atrás y el descansó su peso en sus codos mirándome mientras yo hacia un camino de besos hacia abajo de su pecho al tiempo que él murmuraba cosas como: temperatura, seda, humedad y acabar demasiado pronto.

Sus palabras lo mantenían enfocado, lo centraban. "Puedo sentir su pulso en sus pulgares contra mi pecho. Me quema y esta latiendo fuerte y, Dios, se siente tan bien."

Mis dedos pasaron cerca de su erección a través de sus bóxers y él miro fijamente cada uno de mis movimientos, mientras sus labios se separaban.

"Necesito que se envuelva alrededor de mí, que me cubra."

Me trepe por su cuerpo y me senté a horcajadas sobre él mientras nos besábamos. Sus manos alcanzaron tentativamente el dobladillo de mi remera y sus ojos me pidieron permiso mientras que sus dedos lentamente levantaban la tela por mis lados.

Levante mis brazos, agradecida por el breve momento en que no podía ver la intensidad en sus ojos mientras él sacaba mi remera por sobre mi cabeza.

Cuando la arrojó a un lado, sus ojos se movieron hacia abajo de mi cuello a mis pechos. Instintivamente, curve mi cuerpo hacia adentro.

"Oh, Dios, no, Bella," exhalo. "Por favor, permíteme mirarte. Tu no tienes idea cuan perfecta eres."

Me ruborice ante sus palabras y él jadeo, trazando la línea de rubor hacia abajo de mi cuello y a través de mi pecho. Su mano se mantuvo sobre mí, sintiendo la forma de mi pecho. Me arquee hacia adelante, presionándome contra el hueco que la palma de su mano y sus dedos habían creado de forma tan precisa. Mis pezones se endurecieron inmediatamente ante su caricia y él gimió, retirando su mano para fijar la mirada en el rubor que se desvanecía, a causa del frío de sus dedos.

Puso su mano en mi piel y sus ojos encontraron los míos. "Se sienten más pesados de lo que había imaginado…" susurró. “Llenos y cálidos.”
Se inclino hacia adelante, oliendo primero mi piel antes de besar todo el largo de mi clavícula. Su lengua delineo la cima de mi pecho e hizo un círculo alrededor de mi pezón lentamente. Yo inhale profundo y me presione contra él mientras Edward gemía suavemente, cambiando mi peso sobre él. Sus manos se tomaron su tiempo aprendiendo a tocarme, como lo habían hecho esa noche en el bosque, cuando el tocó mi sexo: al principio tentativamente y luego como si me hubiera tocado miles de veces antes.

Ambos estábamos completamente consumidos, él por el descubrimiento de mi cuerpo y yo por la sensación de sus manos sobre mí. Entonces atrajo mi pecho hacia el suyo y los dos gemimos, sintiendo nuestra piel junta de esta forma por primera vez. Descanse mi cabeza sobre su hombro y cerré mis ojos, concentrándome en respirar, y en simplemente sentir.

Yo quería más. El quería más; su cuerpo vibraba por debajo de mí. Pude sentirlo presionado contra mí, atrapado entre nosotros. Estoy segura de que mi aroma invadía toda la habitación. Pero la simple sensación de su piel contra la mía me resultaba abrumadora.

Y por esta noche, esto era suficiente. Sólo recordar respirar era suficiente.

                                        *****

Me llevó a nuestro prado el domingo por la tarde, estirando una manta sobre la hierba para nosotros.

Me senté y él se colocó detrás de mí, estirando las piernas a lo largo de la mías.

Miramos fijamente las flores silvestres que parecían haber explotado en la hierba, escuchamos a las aves y el viento.

"Odio que este lugar se haya arruinado para ti," dijo, echando de costado mi cabello y beso desde mi nuca hasta mi cuello. "Odio que hayas venido aquí para encontrar alguna conexión conmigo, que era un lugar tan simbólico para ti, y casi moriste." Él dejo escapar una risa corta, dura y frustrada y, a continuación, murmuro, "Aunque supongo que hay alguna simetría cósmica allí."

"No se ve nada parecido a como se veía cuando vine aquí la última vez," dije, frotando su pierna junto a la mía, intentando alejar los pensamientos que yo sabía que todavía lo atormentaban de vez en cuando. "Ahora se ve como cuando vine aquí la primera vez, contigo. En eso si hay simetría cósmica."

Me apoye más hacia atrás contra él, y él envolvió sus brazos alrededor de mis costillas, sus manos tomaron el antebrazo opuesto. Sus pulgares rozaron la parte inferior de mis pechos.

Sentí sus labios contra mi cuello y ellos se curvaron en una sonrisa. "Tu corazón ya comenzó a galopar."

Me reí, "¿Lo hizo?"

Él subió una de sus manos y la ahueco suavemente en mi pecho izquierdo. Esperó, escuchando. "Pues sí, lo hizo."

Me reí, retorciéndome.

Su otra mano se trasladó a mi estómago, y dibujó espirales sobre mi suéter. Sus labios succionaban suavemente el lóbulo de mi oreja.

Te dije que necesito que tú establezcas los límites.

Arquee mis caderas ligeramente, instando a su mano a que bajara más. El reaccionó inmediatamente y observe como sus dedos tentativamente encontraban su camino hasta la cintura de mis jeans. Me reí y lo sentí sonreír contra mí. Sus dedos se volvieron decididos, desabrochando hábilmente mis pantalones. Él había trazado la piel justo debajo, tarareando tranquilamente en mi oído.

Incline mi cabeza hacia atrás y sentí su lengua en mi cuello, y sus palabras que fluían suavemente contra mi piel.

"Todo lo que quiero…sentirla de este modo… arrancar su… me gustan sus sonidos…"

Cerré mis ojos, queriendo recordarle que me permitiera escucharlo, pero demasiado distraída por la sensación de sus dedos tirando de mi cierre y, luego, deslizándose por debajo de mi ropa interior.

Sus dedos me encontraron, lista y deseosa de ser encontrada. Él gimió y yo jadee su nombre.

"…por días, y… de esta forma, cuánto la… loco sin ella…"

Él simplemente trazo la línea de mis labios, sin dejar que sus dedos se introdujeran en mí.

"Esta ella… adolorida, pero aquí… y se mueve conmigo…"

"Edward," gemí.

"¿Estás bien?" me preguntó suavemente. "¿Te estoy lastimando?"

Sacudí mi cabeza, sintiendo mis caderas moverse con su mano. Su otra mano se refugió bajo mi suéter y alejo mi sostén de mi pecho, su pulgar se arrastro a través de mi pezón antes de que su palma descansara allí, presionándolo suavemente. Sentí sus caderas empujarse contra mi espalda y comprendí que esto lo excitaba, tocarme de este modo, y ese descubrimiento hizo que mis piernas temblaran.

Las abrí más y sentí como su mano de deslizaba mas adentro de mis pantalones.

"Jesús," él gimió, tirando mi cuerpo más arriba de su pecho.

"Oh," susurre.

Lo oí gruñir, "Sí."

Su brazo se sacudió suavemente contra mi torso.

Su muñeca se arqueo ligeramente con cada estocada de su mano.

Yo podía ver su mano moverse debajo de mi ropa.

"Oh…"

"Sí."

Su antebrazo tembló y sus dedos lucharon por mantener un ritmo constante.

"Oh… Dios…" Grite.

"Bella, sí…"

El comenzó a gemir de nuevo y fue ese sonido, el sonido que había ansiado escuchar por días, lo que me empujo completamente al éxtasis.

Voltee mi cabeza a su hombro y susurre, urgente, "Bésame. Estoy acabando, Edward. Bésame."

Él se inclino hacia abajo y yo abrí mi boca a la suya, empujando mi lengua dentro para degustarlo. Sentí su gemido vibrar en el espacio que habíamos creado. Mis labios se arrastraron sobre los suyos y deje que mis ojos se movieran sobre sus rasgos, mientras sentía que mi cuerpo se desarmaba debajo de sus dedos.

                                             *****


Su mano descanso contra mí, pero su dedo medio se volteo hacia abajo, iniciando mi excitación nuevamente en mi entrada.

"¿Desearías que te bese aquí alguna vez?" Introdujo un dedo dentro de mí y, luego, lo saco, para rodear mi clítoris. "Quiero probarte."

Yo me sentí ruborizar y él se inclino para permitir que sus labios siguieran el rubor floreciendo en mis mejillas.

"¿Hoy la idea te avergüenza?" me pregunto sonriendo.

"Sí," susurre, respondiendo a sus dos preguntas.

Me senté y me volví, arrodillándome entre sus piernas. Subí el cierre de mi pantalón y me incline hacia adelante, besándolo. Él arrastro su lengua sobre la mía y sonrió. Me senté y le sonreí también.

El sabía a mí.

En el momento que me tomo darme la vuelta, él había lamido sus dedos.

"¿Lo ves?" murmuro. "Sabes sorprendente."

"Es diferente sin la sangre," dije, ruborizándome de nuevo.

"Muy," estuvo de acuerdo en un gruñido. "Me afecta bastante poderosamente."

Arquee una ceja, buscando confirmación. Él se rió y me miro mientras yo bajaba mi mano a su muslo.

"¿Puedo tocarte?" Era mi turno de dejar caminar mis dedos hasta la cintura de su pantalón.

Él lamio sus labios y, luego, asintió. "Sí," dijo soltando su respiración. Yo abrí los botones de sus pantalones y presione mi mano sobre él, apretándolo a través de sus bóxers.

Él gimió y se empujo contra mi mano, dejando que su cabeza cayera hacia atrás.

"Bella", susurró.

"Mmm", murmure, inclinándome a besar su cuello.

Su brazo detuvo mi mano de meterse dentro de sus bóxers. Con el dedo índice de su otra mano señaló el cielo del crepúsculo. "Hora de volver."

                                        *****


"¿Qué te tiene tan ansiosa, Bells?" Charlie se rió mientras yo dejaba caer los cubiertos de camino a la mesa.

"Tengo un montón de tarea," mentí, escondida detrás de mi cabello.

"Mmhmm." Él me miro cuidadosamente.

Puse su plato frente a él y tome una cerveza de la heladera antes de unirme a él en la mesa.

"Esto se ve bien," dijo, sonriente mientras abría la lata.

Devore mi cena, deseando que el reloj se moviera más rápido hacia las diez en punto.

"Has recuperado tu apetito," observo Charlie, masticando un bocado.

"Sí."

"Sabía que lo harías," dijo, con la boca llena de comida. Él trago y me señaló con su tenedor. "Tú eres como tu viejo. Engáñame una vez, y te perdono. Engáñame dos veces y te pateo el culo."

Lo miré y él me guiño el ojo, dando otra mordida a su cena. Lo oí chasquear la lengua suavemente mientras yo me mordía para esconder mi enorme sonrisa.

                                         *****

Yo había caminado en círculos durante al menos treinta minutos cuando el prácticamente irrumpió a través de la ventana hacia mí.

"Has estado caminando en círculos casi por media hora," me murmuro, apretándome entre sus brazos.

"Si estabas ahí afuera, ¿por qué no viniste antes?" Pregunté, atrayendo su cabeza a la mía antes de que él pudiera responderme.

"Charlie…no se habi… acostad…" él intentó decir como mejor pudo bajo mis labios.

Yo puse mis manos en su pecho y lo empuje hacia la cama.

Él se rió contra mí. "Ya voy, ya voy… No quiero que me patees el culo."

"¿Escuchaste eso también?" Le sonreí, sentándome sobre él mientras el se sentaba en el borde del colchón. Él asintió mientras yo succionaba su cuello, mordiendo su piel casi bruscamente. "Bueno, ya sabes entonces," le dije en tono burlón.

"Dios, Bella," él jadeo, enterrando sus dedos en mi cabello. "Estas absolutamente salvaje hoy." Él sonó sorprendido y encantado con mi estado.

Bajó sus manos tirando mi remera hacia arriba y por sobre mi cabeza.

Sus manos se movieron hasta mis lados y acariciaron mis pechos mientras yo chupaba su labio inferior en mi boca. Sus labios dejaron los míos y viajaron a mi hombro, succionando suavemente.

Yo introduje mis dedos en su pelo y murmure, "Edward..."

"¿Mmm...?" contestó, presionando mis pechos juntos y lamiendo una línea entre ellos.

"Edward..." Dije, un poco más coherente esta vez. Tirando de su pelo.

Se detuvo y me miró, preocupado. "¿Te lastime?"

"No, no. Yo solo…" Me ruborice y mire mis piernas sobre las suyas.

Él sonrió y sus dedos se deslizaron desde mi rodilla hasta mi muslo, intentando moverme más  arriba.

Detuve sus manos con las mías.

"¿Qué?" preguntó, mirando una vez más el rubor florecer a través de mi cuello y pecho. Yo apunte dos de mis dedos hacia mis pechos y luego, lentamente los subí hasta mis ojos, viendo como sus ojos seguían el movimiento. Su mirada encontró la mía y él se rió.

"Quiero tocarte," dije exhalando, y llevando mis dedos a sus pantalones y palpándolo.

Él bufo un soplido y puso su mano sobre la mía, alejándola de él suavemente. Puso sus manos sobre mi rostro y me beso tiernamente.

"¿Qué sucede?" Pregunté, buscando en su rostro.

"Tengo miedo," admitió.

Mi voz se redujo a un susurro. "¿Edward, por qué?"

"Bueno, para empezar, podría no durar mucho," él se rió adorablemente, me beso y cerro sus ojos encogiéndose de hombros.

Yo sabía que esto no era lo que lo preocupaba, no realmente.

"Dime," dije, besando su mentón y empujándolo hacia arriba para que me mirara.

Abrió sus ojos y me miró, mis ojos, mis labios, mi cabello, mis pechos desnudos, mis manos. Volvió entonces a  mis ojos. "Realmente no quiero lastimarte. ¿Entiendes cuánto me aterroriza?"

"Lo sé," le dije, presionando mi mano en su pecho.

"No me puedo imaginar cómo se sentirá cuando tu realmente me… toques. Me temo que voy a sentirme abrumado...”

Yo tome su rostro entre mis manos y busque sus ojos. "Yo te ayudare. Prometo que te diré si me haces daño," le susurre.

Él cerró los ojos y asintió antes de mirarme. "Bella, ¿estás segura de que deseas esto?"

La pregunta se sintió más grande que la simple suma de las palabras.

Mi tono fue silenciado, reverente. “Por supuesto.”

"¿Sabes lo que te estoy preguntando?" Sus manos encontraron las mías y él entrelazo nuestros dedos. "Quiero decir…a mí. Me quieres a mí."

Asentí, aturdida.

"Porque yo nunca deseare a nadie más, Bella. Nunca querré que alguien me toque de la forma que quiero que tu lo hagas, en la forma en que necesito que lo hagas. Necesito que entiendas lo mucho que yo te amo."

Registre algo húmedo en mi cara, pero no supe que estaba llorando, hasta que ya no pude verlo claramente.

Él no se movió para limpiar mis lágrimas. Me miro, necesitando oírme decirlo.
"Yo te conozco. Sé quién eres. Yo sólo te he deseado a ti," le susurre. "Yo te amo de la misma forma que tu a mí."

Él se inclino hacia adelante y me besó una vez antes de tirarse hacia atrás y parándose, me deposito suavemente sobre mis pies delante de él.

Se agacho para besar la curva de mi cuello, pasando sus manos hacia arriba por mi espalda, debajo de mi cabello y hasta mis hombros.

"Te deseo," susurró.

Mis dedos se atropellaron para encontrar el borde de su camisa. La subí por su cuerpo y el término de sacársela, trayendo sus manos hacia mí y abriendo su boca contra la mía.

Pase mis manos hacia abajo de su pecho. Recorriendo con mis dedos índice sus pezones, y  pellizcándolo suavemente una vez y, a continuación, con más fuerza. El comenzó a susurrar, pensamientos de calidez y de cómo sentía que su pecho explotaría por lo mucho que el necesitaba esto.

"Yo también," le asegure. "Confía en mí." Mis palabras tenían un significado literal y también retórico.

Pase mis manos alrededor de él, sintiendo su espalda. Sus hombros se movieron bajo mis manos cuando él deslizó las suyas debajo de la parte posterior de mi pijama, apretando mi cola y buscando con sus dedos mis caderas. Bajo mis pantalones por mis piernas, dejándolos caer al piso. Sus manos se deslizaron bajo mi bombacha y él la bajo por mis caderas, inclinándose hacia un lado ligeramente para ver como sus manos me desnudaban.

Yo no podía esperar más. Casi arranque los botones de sus jeans y ellos se abrieron fácilmente, el denim se deslizo hacia abajo de sus caderas. Sostuve sus bóxers lejos de su cuerpo y hacia abajo, empujándolos por sus piernas junto con su pantalón.

Escuche cada sonido en la habitación y me pregunte si él lo hacia también, o si sólo oía los latidos de mi pulso.

Nos quedamos mirándonos y estiramos tentativas pero hambrientas manos el uno hacia el otro, juntos y totalmente desnudos por primera vez.

Mi piel le era familiar al tacto pero nueva a su vista. La suya era nueva en mis manos, nueva para mis ojos.

Miramos nuestras manos. Las suyas descansaban en mis caderas mientras yo pasaba las mías  hacia debajo de su ombligo y tocaba el suave vello allí antes de bajar mis dedos y apretarlos alrededor de su miembro.

"Tan caliente y suave... oh Dios... tocándome...como quería esto... tranquilo... va a hacerme... y pronto..."

Captaba sólo partes de lo que él iba susurrando.

"Edward, ¿qué hago?" Le susurre, mirando su rostro.

Sus ojos encontraron los míos y él sonrió, tragando fuertemente una vez. "Es bastante sencillo, me parece. Tu me tocas y yo me desarmo en miles de pedazos."

Miré hacia abajo nuevamente y lo moví entre mis manos, sintiendo su forma y la suavidad de su piel.

Él gimió suavemente y movió su mano de mi cadera. Paso su dedo sobre la punta, por encima de donde yo había envuelto mi mano alrededor de él. "Es más sensible aquí..." Tomando mi mano, pasó mi dedo sobre la parte inferior de la cabeza, mostrándome. Yo lo arrastre hacia abajo de su glande. Él tembló. "Sí..." Entonces envolvió su mano alrededor de la mía.

"Estás apretando mi mano demasiado," le susurre y él se agacho a besarme, disculpándose  contra mis labios y aflojando su agarre.

"Gracias, Bella."

La pequeña advertencia parecía haberlo aliviado inconmensurablemente. Sabía que yo podría decirle si él me lastimaba.

"¿Dime si se siente bien?" Susurre. "¿De esta forma?" Deslice mi mano hacia debajo de su miembro y arriba otra vez.

Él mordió su labio y asintió, instando a mi mano para que cubriera la cabeza cuando me movía. "Justo… de esta forma…"

Cuando sentí la humedad en la punta la frote entre mis dedos, confundida.

"Yo no… Es decir, es sólo un poco… "él balbuceo, tímidamente. "Yo no acabe todavía." Dijo más claramente. "Es simplemente lo que sucede."

"Oh," asentí, permitiendo que el liquido cremoso se untara en mis dedos y me ayudara a deslizarlos sobre él más fácilmente.

"Apriétame tan fuerte como desees, no duele..." me dijo. Comenzó a murmurar nuevamente, en voz baja. "Dios, es tan bueno. Tan... y sus dedos son perfectos...quiero todo de ella..." Él soltó mi mano y puso las suyas sobre mis caderas.

Yo seguí moviéndola cómo él me había mostrado, totalmente hipnotizada por la forma en que él se veía y sentía en mi mano. No creo que me haya gustado nunca nada más que esto en toda mi vida. Habló todo el tiempo, manteniéndose centrado el mismo, en este momento conmigo, permitiéndose expresar cada pensamiento que tenia.

Su piel era suave y fresca, su punta lanzo líquido cuando yo lo apreté y él gimió, viendo mi mano moverse.

"Nada como cuando yo... y oh Dios, quiero tocarla pero... concentrarme en esto y Jesús, voy... tan fuerte y... dos manos, por favor sostenme..."

Lo hice como él pidió y envolví dos manos alrededor de él, pero deje que una se arrastrara hacia la base de su erección, apretándolo.

"Oh, Dios, oh... tira... Dios es tan... sus sonidos..."

Yo no estaba segura de si a el le gustaría que lo tocara en otros lugares también. Baje una de mis manos, y toque su escroto, que se sintió sorprendentemente maleable entre mis dedos. Él aspiro violentamente y miro mis dedos sobre él.

"¿Quieres que te toque aquí?" Pregunté, insegura.

"Puedes hacerlo," susurró, dejando escapar un gemido suave y, a continuación, agrego, "yo lo hacía… cuando yo… a veces…"

Lo miré y nuestros ojos se reunieron. Me di cuenta de que no me sorprendía que él lo hubiera fraseado de ese modo, 'Yo lo hacía,' como si hubiera pasado bastante tiempo ya desde que él había sentido placer, incluso bajo sus propias manos.

"¿Cuándo fue la última vez?" Pregunté suavemente.

Sus ojos cayeron nuevamente a mis manos sobre él. "La mañana de tu cumpleaños."

Asentí, sintiendo que mi pecho se estrechaba al pensar en nuestros meses de privación, dolor y soledad compartidos. Mi mano se aquietó, pero mantuve mis dedos envueltos alrededor de él.

Trague fuerte y espere hasta que él me miró de nuevo. "¿Alguna vez pensabas en mi… cuando... lo hacías?"

Sus ojos se suavizaron y el respiro, urgentemente, "Sólo en ti." Sus pulgares dibujaron suaves círculos en mis caderas.

La curiosidad estalló en mi garganta y yo anhele preguntarle cuán lejos se había permitido llegar en sus fantasías, cuando él había sido tan estricto en nuestra intimidad. Mis ojos volaron alejándose y luego volvieron  a él, descansando en su mandíbula, incapaz de sostener su mirada cuando le pregunté: "¿En qué pensabas…cuando pensabas en mí?"

Él dudó y, luego, murmuro, "En todo, Bella," como si fuera la cosa más evidente en el mundo.

Yo no estaba segura de si su 'todo' significaba lo mismo que mi «todo». Yo sólo podría estar segura preguntándoselo. Quería escuchar detalles de cómo había pensado él en mí, en la época en que el mantuvo tantas cosas en secreto para mí.

"¿Te acuerdas de cosas específicas que me puedas contar?"

Él asintió, murmurando, "Recuerdo cada vez, cada fantasía."

¿Mi mirada perduró en su mandíbula y susurre, "¿Y esa última vez? ¿en qué estabas pensando?"

Le tomó mucho tiempo para responder y yo busque en sus ojos para intentar entender lo que él estaba sintiendo. Él parecía sentirse culpable, como si no quisiera contarme, y se veía atribulado, también, seguramente recordando nuestro voto silente de honestidad.

"Era tu cumpleaños, Bella," me susurró reverentemente, explicando su culpabilidad.

"¿Cuéntame?" Lo apreté entre mis manos, urgiéndolo inconscientemente.

Él lamio sus labios y dijo, "Tu boca estaba sobre mí."

A pesar de que era mucho más inocente de lo que yo había previsto, su dulzura me robo un pequeño suspiro y me incline hacia adelante para presionar mi boca a la suya, mientras me imaginaba que él se tocaba a sí mismo mientras nos besábamos de esta forma. Sus labios respondieron a los míos, pero él parecía estar frenado, esperando algo. Abrí mis ojos y lo encontré mirándome curiosamente. En ese instante entendí que él no estaba hablando de mi boca sobre la suya. Mis ojos se agrandaron con la comprensión. El estaba hablando de mi boca sobre él.

"Umm," gemí, soltándolo y atrayendo su cabeza a la mía, sintiendo mi cuerpo temblar ante la comprensión de que él me había imaginado haciéndole sexo oral, más que por el hecho de que yo no lo hubiera ni tan siquiera imaginado.

Sus brazos parecieron dudar a mis lados antes de que sus manos se trasladaran desde mis caderas a mi cintura, tirándome más cerca de él, y aprisionando su miembro entre nuestros cuerpos.

Él gimió cuando mis labios se movieron hacia abajo de su mentón a su cuello. "Bella, yo no espero que tú hagas eso."

Lo empuje hacia atrás en la cama. "¿Por qué?"

"Bella", susurró, vacilante cuando sus rodillas encontraron el borde del colchón y yo lo empuje hacia abajo presionando sus hombros para que él se sentara.

"¿Edward?" Le pregunte. "¿Acaso no quieres que haga esto?"

"No es eso… “

"No lo hare, si tu no lo deseas," balbucee, insegura. Me obligue a mí misma a mirarlo, ignorando mi rubor. "Yo no hare nada que tu no desees."

"Lo deseo," jadeo. "Jesús, cuanto lo deseo."

"Entonces, ¿qué sucede?"

"No de rodillas. No en el piso…no…"

"¿Por qué no?" Pregunté suavemente.

“¿De rodillas en el piso? No, Bella, es degradante para ti.”

"No, no lo es," le dije con tanta fiereza como pude. "Además, será la posición más fácil para que tú puedas controlarte."

Él me miró, y pude ver todas las posibilidades que se barajaban en su mente. De esta forma, sería menos probable que él se empujara contra mí.

"Bella…" él gimió, atrayéndome nuevamente hacia él y besándome. Él rompió el beso y se acostó sobre el colchón. Sus dedos se movieron entre mis rodillas y por mis muslos hasta mi sexo, palpando mi respuesta física ante la idea.

Jadeo, alentado, pero mantuvo sus dedos allí, cayendo en la familiar comodidad de darme placer.

"Edward," dije, presionando un beso suave en la parte superior de su cabeza. "Por favor."

Él me permitió sacar su mano de mi cuerpo, pero arrastro sus dedos sobre mi estómago y se inclino hacia adelante para besar mi piel.

"Ella es distinta a todo… dulce pero…incluso más que eso..."

"Pon tus manos a los lados de la cama", murmure, centrándolo. El puso sus manos debajo suyo y  se recostó. Yo coloque una almohada en el piso y me arrodille entre sus piernas, mordisqueando su estómago, lamiendo sus caderas.

"Podría… con sólo su lengua en mis piernas… quizás yo… ella necesita saber…" Su voz sonaba frenética. Emocionado, pero nervioso.

"Yo te amo," le susurre, lamiendo su cadera y tomándolo entre mis manos.

Me incline hacia adelante y observe su reacción cuando apoyé mi lengua sobre la hendidura en la punta de su miembro, probándolo. Él gimió fuerte y maldijo en voz baja, mirando mi boca.

"Oh Dios, Oh Dios… demasiado suave…que hago…" Sus palabras eran apresuradas y sin aliento.

El sabía como aire dulce, como agua con una pizca de tierra y azúcar. Él sabía igual a como olía.

Lo lamí de nuevo, disfrutando la forma en que su cuerpo se estremecía y los fuertes quejidos que el intentaba reprimir. Él gimió mi nombre y lo vi apretar entre sus puños el edredón de mi cama.


"¿Sabe ella? ¿Sabe ella?" Susurro esas palabras una y otra vez.

Lo sé, le dije con besos suaves en toda la longitud de su miembro. Sé exactamente cómo te sientes.

Continué puramente por instinto, tratando de cubrir los lugares que él me había mostrado que le gustaba que tocara. Baje mi boca sobre su cabeza, dejando que mi mandíbula se acostumbrara a todo antes de intentar hacer cualquier otra cosa osada, como chuparlo. Pasé mi boca bajo su longitud, varias veces, antes de necesitar respirar y no pude descifrar cómo hacer las dos cosas a la vez.

"Oh Dios, ella esta… y… ella…" él intentó hablar, entre jadeos.

Después de un par de pases ya estaba respirando a través de mi nariz y era capaz de tomarlo más profundamente, apretándolo con mi puño donde ya no podía alcanzar a envolverlo con mi boca. Me di cuenta de que gran parte de esto era realmente visceral y que sus roncos gemidos y sus respuestas balbuceadas eran una buena indicación de lo que le gustaba – atención en la punta, un leve raspado de mis dientes (descubrimiento accidental), una de mis manos sosteniendo su escroto.

Él no estaba hablando ya, pero gemía suavemente, y yo había encontrado un ritmo cómodo. Estábamos completamente en sincronía, simplemente dejando que nuestros cuerpos hicieran todo el trabajo.

Comencé a moverme más rápido y sentí una urgencia edificarse en mi estómago. El acto era sorprendentemente erótico y apreté mis muslos, gimiendo alrededor de él. Él jadeo cuando lo hice, y su mano se disparo de la cama, voló sobre mí y, luego, volvió de nuevo lentamente al colchón.

Esto seguía siendo tan nuevo para nosotros, sin importar lo bien que se sintiera. El todavía tenía miedo de lastimarme.

Recordé respirar.

Subí una mano hasta su torso y lo libere de mis labios, besando a lo largo de su muslo. "Te amo," susurre.

Lo vi intentar hablar y renunciar a ello mientras él me observaba, hipnotizado.

Me estire hacia adelante y tome la mano que él había levantado, instándolo a confiar en sí mismo ahora que él sabía cómo se sentía mi boca sobre él. Puse su mano sobre mi hombro y nuestros ojos se encontraron.

"Por favor," le susurre. "Confía en nosotros."

Es un cliché decir que el tiempo se detuvo, porque, por supuesto que no lo hizo. Nada se congeló o se detuvo, ni siquiera se volvió más lento. Pero todo cambió: el mundo, el aire, la habitación, la cama.

Le sonreí mientras besaba toda su longitud. "Quiero que me toques mientras hago esto."

Confío en ti, le dije con la mirada. Pase mi lengua alrededor de él y lo chupe suavemente. Él gimió.

Quiero esto, me contesto su mirada y movió su mano desde mi hombro, permitiendo que su dedo trazara el espacio donde mi mejilla se ahuecaba antes de llegar a mis labios y al lugar donde ellos se envolvían alrededor de él.

"Bella" gruño él, dirigiéndose abiertamente a mí. La importancia de esto era abrumadora. "Bella, voy a acabar…"

Sus ojos se cerraron y él gimió y quito su mano de mi cara. Vibro contra mi lengua y sentí el líquido en mi boca, más espeso que el agua y tan dulce como salado. Trague y en el proceso lo lleve más profundo en mi boca, sintiendo como mi garganta lo apretaba. Él grito y su cadera se levantó de la cama.

Yo no podía quitar mis ojos de su rostro: Edward teniendo un orgasmo era toda una visión; su mandíbula estaba relajada, su rostro completamente desprovisto de la tensión que a menudo poseía.

Él levantó una mano para detener mis movimientos, tiritando debajo de mí. Yo saque mi boca de él y me senté otra vez sobre mis talones.

Hubo un sonido reverberando en la habitación, pero yo no supe lo que era o incluso si solo estaba en mi cabeza.

Él se inclino hacia abajo y me subió en la cama, acomodando las sabanas sobre nosotros.

Paso un dedo hacia adelante y hacia atrás sobre mi labio inferior. Le sonreí y atraje su cabeza a la mía, abriendo mi boca y pasando mi lengua sobre la suya.

Él gimió mi nombre, echándose hacia atrás y sonriéndome.

“¿Lo ves?” Le dije soltando el aire, y me incline a besarlo nuevamente. "Tú sabes increíble."

Nuestras piernas se enredaron mientras hablábamos en suaves susurros durante horas.

                               ****

Me sorprendió el sol brillante. Había visto a Edward tantos días seguidos, que me tomó un momento darme cuenta de que no lo vería nuevamente hasta la noche. Me dolió el pecho.

Me voltee en la cama y vi un lápiz y un papel allí, en blanco, excepto por las palabras, "Bella Swan" y la fecha en la parte superior.

Había un post-it pegado a la hoja y lo levante, inspirando mientras mis ojos se ajustaban a la luz.

Necesito esto si voy a estar lejos de ti todo el día.

Déjalo aquí y yo lo buscare.

No puedo ni siquiera describir lo que siento hoy.

Decir que te amo, difícilmente sea suficiente o adecuado. ~ E.

Mire fijamente el papel por un momento antes de apoyar mi cabeza contra la almohada y sonreír, comprendiendo. Tome el lápiz y puse el papel contra un libro, y garabatee sobre la hoja, mientras pensaba acerca de anoche.

Le escribí la única carta de amor que el necesitaba.

Edward Cullen Edward Cullen Edward CullenEdward Cullen Edward CullenEdward Cullen Edward Cullen EdwardCullenEdward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward CullenEdward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen BellaCullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward CullenEdwardCullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward y Bella Cullen Edward CullenEdward Cullen Edward CullenEdward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward CullenEdward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen BellaCullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen CullenEdwardCullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward CullenEdward Cullen Edward CullenEdward Cullen Edward Cullen EdwardCullenEdward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward CullenEdward Cullen Edward Cullen EdwardCullen Edward Cullen Edward y Bella Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward CullenEdwardCullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen Edward Cullen




                                                            ~@~

Bueno mis preciosas, lo prometido es deuda...
La primera que descubra el mensaje secreto de Bella tiene premio...y sera entregado esta misma noche por Edward, las mas perspicaces, dejen la ventana abierta!!!!

Besitos Culposos,

                   Mrs. Jones
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