sábado, octubre 30, 2010

Deja brillar tu Luz - Capítulo 4: Cochinos

  

Entonces yo estaba sobre la cama, mis brazos apretando la almohada detrás de mi cabeza, una brisa caliente entró a través de las puertas abiertas del dormitorio. La cabeza de Edward se enterró entre mis piernas, su boca me devoró. Hambrienta, apasionada, finalmente.
“Edward,” gemí, “más, por favor, oh Dios tu boca…” Arqueé mi espalda, empujándome contra su cara, impulsándolo encendida.
“Mierda… como me gusta tu sabor,” murmuró contra mi carne, resbalando dos dedos en mí y bombeando con el ritmo de su lengua.
“Tu boca Edward, no puedo… yo  solo…” Gemí, soltando la almohada detrás de mi cabeza y enredando mis manos en su pelo. “Ahhhh. Cógeme Edward…”
Sentí su respiración fresca en mi oído y dos dedos fríos que resbalaban suavemente dentro de mí. “Con gusto,” una voz ruidosa gruñó en mi oído. 


Salté despertándome.

“¿Que hora es?” Pregunte, confundida, mis brazos serpenteaban alrededor de su cuello, tirando de su cabeza hacia mí, mis caderas se arqueaban contra su mano.
“Algún punto entre las 3 y 4am. No podía soportarlo más, me has estado rogando en sueños por horas… Dios Bella, estas tan húmeda por mí…” sus labios se movieron sobre mi cuello, sus dedos me frotaban deliciosos. Los efectos de mi sueño eran evidentes por la sensación de sus dedos que se movían fácilmente en mí. 
“Dime lo que soñabas…” El sueño vino de nuevo hacia mí lentamente y sentí mi cuerpo entero ruborizarse. Me pregunte lo que él me habría oído decir.
“Um…” Vacilé, esperando que él olvidara su pregunta. Tiré su cuerpo sobre mí y empujé mis caderas contra las suyas, impulsándolo en mí. Acabamos juntos frenéticamente, nuestros labios se encontraron dura y salvajemente. Él movio mi pierna izquierda hacia arriba poniéndola alrededor de su cadera, apoyando su peso en su codo derecho plantado al lado de mi cabeza, sus dedos en mi pelo.

Él me miraba desde arriba; verlo moviéndose sobre mí casi me hizo perder el sentido. “Bella, tú tienes cierto vocabulario cuando estás dormida. Algunas de las palabras que salen de tu boca… mierda,”  jadeó cuando mis piernas se apretaron aún más alrededor de su cintura, su cuerpo se sacudió. “Cuentame sobre tu sueño.” Me rogó sin aliento, con la voz muy baja.
Escondí mi cabeza contra su hombro, tirando de él más cerca de mí. 
“Soñaba que tenías tu boca en mí.” Mascullé en su hombro.
El se inclinó hacia abajo y besó mi boca apasionado. “¿Así?” bromeó, sabiendo a que me refería.
“No…” Jadeé.
Él se movió en mí más profundamente, gimiendo mi nombre. Entonces se inclinó más abajo y besó mi seno una vez rápidamente, después un beso persistente, soplando aire frío en mi pezón duro. “¿Como… ésto…?” respiró.
“No dios Edward, se siente tan bien cuando te mueves en mí….” Arqueé mi espalda, golpeando mi cadera contra la suya.
Él silbó y enterró su cara en mi cuello gimiendo. “Bella, dime… en tu sueño… ¿dónde estaba mi boca…?”
Tomé su trasero y tiré de él más profundo en mí. Sabía lo que él quería.
“En mi concha… lamiéndome,” susurré en su oído, mordiendo el lóbulo de su oreja.
“Oh DIOS,” Edward gritó, arqueando su espalda y entrando en mí. Él empujó dentro de mi duro y rápido, sintiendo mi clímax inminente a través de mi cuerpo. 
“Bella, acaba para mí, ahora.”
Mi cuerpo obedeció, asida con mis piernas alrededor de su cintura, mi espalda se arqueó contra él. Grité su nombre, cuatro, cinco veces. Sus movimientos se retardaron para facilitarme bajar de mi orgasmo, mis piernas se sentían como gelatina.

“Mmmmmm,” él gimió en mi oído. ¿“Te gustó sentir mi boca en tu concha, Bella? ¿Estabas mojada para mí?”
Me sentía cerca del desmayo. No tenía idea de que Edward podría hacerme excitar más lo qué lo había hecho en nuestras primeras dos noches. 
“Sí, bebé, tu boca me hizo acabar una vez y otra vez…” Jadeé, sintiéndome alcanzar el borde del control otra vez.
El cuerpo de Edward se retardó, provocándome, lamiéndome el cuello. “¿Y yo gocé lamiéndote? ¿Gemía, diciendo tu nombre?” Su respiración fría chocaba contra mi cuello, no del esfuerzo, sino de la pasión. Él estaba tan duro dentro de mí, que yo sabía que él podría acabar en cualquier momento. Pensar en él refrenándose, provocándome, hizo que mi cuerpo entero palpitara con necesidad.
“Mas rápido Edward, por favor, estoy muy cerca…” Le pedí.
“Tranquila, amor. No contestaste a mi pregunta. ¿Gocé lamiéndote? ¿Qué me hacía esto a mí en tu sueño?” Su voz era áspera en mi oído, sus caderas se movían agonizantemente lentas, aunque cada embestida era dura y profunda.
“Lo hiciste,” jadeé, delirante y en el borde del clímax, queriendo que se moviera más rápidamente en mí y me hiciera acabar. “A ti te encantó chuparme, hizo que te pusieras muy duro…”

“Esa es mi chica,” jadeó, empujando dentro de mí mucho más rápido. “Esa es mi jodidamente hermosa y sucia chica. Seguro que me puso muy duro,  yo apuesto que nunca tendría suficiente de tu pequeña y dulce conchita…” Sus palabras en mi oído me enloquecieron. Comencé a gemir, él me había empujado al punto de la insensibilidad, un orgasmo después de otro orgasmo ondulando sobre mí. Sentía como si hubiera pasado horas gritando su nombre, y  jadeando. Cuando él acabó, cayó pesadamente sobre mí, gritando, arqueando su espalda y estremeciéndose encima de mí. Él regó mi cara y cuello con besos suaves antes de rodar fuera de mí, derrumbándose sobre la cama.
Ambos nos quedamos en silencio por varios minutos, con nuestros brazos tocándose, y mi pecho moviéndose con esfuerzo. Finalmente: “¿Qué fue eso?” Pregunté riendo.
Edward dejó escapar una risa baja. “No tengo idea, pero fue totalmente increíble.”
Me acurruqué a su lado, agotada. “Espero que no haya sido un sueño, también,” murmuré contra su pecho, antes de caer dormida.


                                                                       ~@~

Chan, chan, chanchisimos!!!  bueno este cortito se lo debemos a la edición de Lady G, que sigue con problemas técnicos y por eso me pidió que yo lo subiera al blog, para que todas uds. tengan algo en que pensar este sábado....

Por favor dejenle saber lo agradecidas que estamos por su dura y agotadora labor,  yo ya me había olvidado de lo que estos dos tortolitos eran capaces de hacer!!! Y recuerden que esto recién empieza. DBTL es la primera parte de la trilogía de LolaShoes, y consta de 17 caps. Luego vendrá: Una Vida Extraordinaria, que tiene 46 caps. y que es, sin dudas, el mejor canon erótico que he leído de Bella & Edward. 
Uff!!! Que calor me da solo de recordar esa obra maestra!
Besitos Culposos y muy chanchos,


                     Mrs. Jones

4 comentarios:

Berny! =) dijo...

fff!! con obra maestra me quedo cortaaaaa!!! que cortitooO!! guachas! como les gusta hacernos desear!!!
estuvo genial!!!
GRACIAS lagy G!!! que trabajitoooo!!!
un besazoooo!!!

Jud Baltimore dijo...

Madreee miaaaaaa....ya solo con la foto me mojé todita..son una genias!!!!

Jud Baltimore dijo...

Ahora que despues de un rato recuperé el aliento.....Lady G, Mr. Jones y Lola Shoes...gracias eternas por regalarnos esto...
ahora yo me pregunto ¿porque me cuesta tan jodidamente poco imaginarme a un Edward asi de fogozo, sensual y cogedor? Por favor..moriria por ver una pelicula porno de estos 2....Dios!!!!! romperiamos la taquilla, jaja.
De todo el cap me quedo con est parte: “Esa es mi chica,” jadeó, empujando dentro de mí mucho más rápido. “Esa es mi jodidamente hermosa y sucia chica. Seguro que me puso muy duro, yo apuesto que nunca tendría suficiente de tu pequeña y dulce conchita…”
Besos, chichis!! y gracias de nuevo

Claire dijo...

Es la primera vez que leo esto, y me ha encantado! Soy de España, y bueno, solo puedo hablar por mi, pero si que queria comentar que me he dado cuenta de que lo que me saca de la escena un poco es leer palabras que aqui no solemos usar, como "concha". Pero me ha gustado mucho :)
Ya hay una foto de cama de la proxima pelicula de la saga, aqui os dejo el link, espero que os inspire :P
http://2.bp.blogspot.com/_F0q4xpjHy7Y/TS5i2tMIL1I/AAAAAAAAAS0/p1lvO5CoIE8/s400/EdwardAndBellaDeTagged.jpg

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...