lunes, mayo 30, 2011

AGUA PARA LOS ELEFANTES....100% RECOMENDABLE!!!!





CHICHIS;
LES CUENTO QUE ACABO DE VER LA PELI..... ME ENCANTO!!!
LINDA LA HISTORIA, OBVIAMENTE QUE ROB MAS QUE LINDO!!!
MI RECOMENDACION CINEMATOGRAFICA DE LA SEMANA ES ESTA.
LE DOY 100 PUNTOS!!!
BESOS DE ELEFANTE,

LADY G

sábado, mayo 28, 2011

Deja Brillar Tu Luz - 1° Parte - Capítulo 17 - Mia para siempre by Lolashoes

“Sí…” Contesté quedamente.

Él se quedó cerca de la puerta sin moverse. Lo miré inquieta; su mirada era inquebrantable. Ya no me sentía intimidada por su presencia como antes, pero su intensidad era difícil de leer esta noche. Mis ojos se lanzaron sobre su torso desnudo y luego a su cara nuevamente. Él me sonrió, detectando el despertar de mi excitación. Ahora sabía que no podía ocultarle ninguna de mis reacciones físicas.


“Te estás ruborizando, amor.” Susurró.

“Por supuesto que lo hago.” Le sonreí, mientras mi mano tocaba mi ceja en un gesto nervioso.



“¿Soy yo quien te hace ruborizar?”

“Eres tú.” Contesté, sonriéndole otra vez, mientras lo veía disfrutar de mi pudor.

“¿Cómo me quieres esta noche?” Su voz era baja, seductora.



“Desnudo.” Susurré, mirando a sus ojos bajar por mi cuerpo.

“¿Quieres a Edward pervertido? ¿O quieres a Edward romántico?”



Él se alejó de la puerta, pero no caminó hacia mí.

“Romántico.” Murmuré. Entonces, pregunté insegura, sin poder explicar mis nervios: “¿Tú cómo me quieres?”. Me sentía arrebatada, por un calor repentinamente opresivo.

“Te quiero cómo siempre te quise: húmeda, alrededor de mí, y gimiendo en mi oído.” Él sonrió lentamente, su mirada se mezcló con un gruñido.

Alejé brevemente mi mirada y luego retomé la suya, que era muy intensa.

“Ahí está otra vez. El rubor.”

Sus ojos eran ahora juguetones. Mi mente se retorcía para imaginar como querría hacer el amor él, esta noche. Por primera vez no sabía hacia dónde íbamos. Sentía que me faltaba un dato importante detrás de nuestros juegos preliminares.

Asentí, tocándome las mejillas con mis manos, sintiendo la piel caliente debajo de mis dedos.



“¿Lo extrañarás?” No contesté. “Tu rubor.” Su aclaración era impasible. Él dio un paso hacia mí. Silenciosamente di un paso atrás. Una expresión herida destellaba a través de su cara antes de ser remplazada por una de comprensión. Se detuvo, ablandando su semblante.

 “No.” Mi respuesta sonó firme. Él enarco una ceja.

“¿No?” Su voz fue suave. “Es una cosa tan humana, ruborizarse. ¿No lo extrañarás?”

“Realmente, no.” Intenté hacer que mi voz sonara firme, pero me sentía perdida en nuestra conversación, no entendía.

“Es horrible para alguien como yo no poder ocultar sus sentimientos, particularmente vergüenza o ansiedad.”

Exhaló con un suspiro bajo, sus manos cayeron suavemente a sus costados.
“Tú te ves tan claramente a ti misma en ciertas cosas, y en otros simplemente no te ves. Tú eres realmente asombrosa.”

Parpadeé y alejé la vista de él por un momento, intentando adivinar su humor. Lo miré y sentí la preocupación en mi cara, oí el temor en mi voz.
“¿tú lo extrañarás?”

“Creo que estaré demasiado ocupado adorándote como para extrañar cualquier cosa.”

Su respuesta fue dicha sin ninguna vacilación. Sus ojos me quemaban. Otra vez percibí cuanto me deseaba. Para siempre. Sentía mis mejillas calientes por su respuesta. Ambos reímos.

Miré alrededor del cuarto, intentando encontrar la niebla invisible de tensión que nos rodeaba.

“¿Qué… qué te está sucediendo a ti esta noche?” Pregunté finalmente, en voz baja.

Él me sonrió, intentando relajar su cuerpo tenso.

“He intentado explicarte. No estoy haciendo un buen trabajo aparentemente. Me enamoro más de ti cada día. Siento que me he vuelto un poco loco.”

Él rió, sacudiendo su cabeza.



“No puedo explicarlo bien, y estoy teniendo problemas para contenerlo. No quiero parecerte extraño esta noche. Es solo que no consigo sobreponerme a… esto.” Él señaló el espacio que me rodeaba.

Mi voz era un susurro: “Bebé…, acércate.” Sentí alivio al comprender lo que el necesitaba. Comencé a caminar hacia atrás dentro del dormitorio, con mi mano extendida hacia él.

Él caminó hacia mí, envolviéndome en sus brazos, sus labios tomaron los míos hambrientos.

“Bella te necesito demasiado.”



Lloriqueé contra él. No podía apretarlo lo suficientemente fuerte y sentía su cuerpo temblando a mi lado por el esfuerzo que le tomaba a él no aplastarme.

“Estoy sin palabras.”
Lo oí decir apenas. Me besó profundamente, su lengua empujaba en mi boca, su quejido en mi garganta, sus manos en mi pelo, en mi piel. Me llevó a nuestro cuarto, depositándome suavemente delante de la cama.

“¿Necesitas… un minuto humano?” Me preguntó quedamente.

Asentí, dirigiéndome al cuarto de baño para mi ritual nocturno: me lavé la cara, cepillé mis dientes, y desenredé mi cabello. Él me siguió dentro, mirándome silenciosamente inclinado contra el umbral.

Caminé hacia la maleta, planeando ponerme algo para dormir.

“Quédate desnuda conmigo, Bella.”

Su voz era baja sobre mi hombro, mis latidos se aceleraron levemente por la cercanía de su presencia repentina detrás de mí.



Volteé hacia él y me quité lentamente la ropa. Me quedé a su lado mientras que él se zafaba de sus jeans y bóxers. Él me sonrió antes de llevarme suavemente a la cama. Edward se subió a mi lado, tirando mi cuerpo sobre el suyo para besarme profundamente por varios minutos, sus manos vagaban por mi espalda. Luego nos rodó de lado de modo que quedamos frente a frente.

“Te amo, Bella.” Me susurró.

Tarareé mi contestación, besándolo, necesitándolo dentro de mí. Entonces alejo su cara de nuevo para darme una sonrisa feliz. Su voz era tierna y suave.

“Amo cómo suena tu voz cuando dices mi nombre. Amo la manera en que tus dedos se mueven cuando te quitas un mechón de pelo de la cara.” Él me besó la nariz. “Amo tu risa cuando digo un chiste malo; es más dulce y más tonta que la risa que te sale cuando mis chistes son buenos. Amo cómo tiemblan tus manos cuando canto tu nana y cómo dejas de respirar a veces cuando estás escuchando mi voz.” Se rió entre dientes, besándome el cuello. “¿Lo ves? Respira, Bella.”

Sus manos se movieron por mi cara, y sus pulgares frotaron ligeramente mis mejillas.


“Amo cómo tus ojos se estrechan cuando te provoco, tan sensuales y juguetones. Amo tu sabor y la sensación de tu piel suave debajo de mis dedos. Amo abrazarte mientras que duermes, pero amo aún más abrazarte cuando estas despierta.”

Lo miraba, resistiendo el impulso de hablar, detectando que todavía tenía más cosas por decir. Y tenía.

Edward suavemente me contó la historia de cómo se enamoró de mi, cosas que yo ya sabía pero de las que no habíamos vuelto a hablar. Cómo pensó que me odiaba el primer día que me vio, porque lo había hecho sentir como un monstruo; como él creía tener una vida segura, una vida que él podía predecir y entender, y que cuando yo entré en su mundo él ya no tuvo ningún control. Él me conto cómo me había observado, mis modos tranquilos, y mi comportamiento torpe. Él describió cómo lo había dejado totalmente estupefacto darse cuenta de que se estaba enamorando de mi, como se había asustado, se había detestado a sí mismo, se había regocijado, se había sentido torpe, y locamente enamorado. Él me dijo cómo yo lo sorprendía todo el tiempo, que yo era valiente cuando él esperaba que estuviera aterrorizada, cómo había sido fuerte cuando él esperaba que me derrumbaría, que había sido audaz cuando él esperaba que me sentiría intimidada, que había sido indulgente cuando él esperaba que yo fuera despiadada. Su risa era magnífica al lado de mi piel. Él me dijo cómo se sentía cuando estaba cerca de mí, cómo yo hacía que su garganta quemara, su cuerpo doliera, su mente se nublara. Él me dijo cómo había luchado para estar conmigo, para amarme sin odiarse. Él me dijo cómo se sintieron mis labios contra los suyos la primera vez que nos besamos. Me dijo cuánto lo torturaba detenerse cuando yo comenzaba a besarlo, como mi excitación lo empujaba como una niebla. Él describió cómo se sentía mi cuerpo debajo del suyo la primera vez que hicimos el amor. Él me dijo cómo conocía mi cuerpo mejor que yo misma, cómo él leía mi cuerpo mejor de lo que podía leer la mente de cualquier persona.

Edward se quedó silencioso por un minuto, y entonces me dijo cómo lo apesadumbraba haberme dejado. Intenté detenerlo en ese momento pero él presionó sus labios sobre los míos para silenciarme. Me dijo que él trabajaría todos los días para ganar mi perdón. Él me dijo cuanto le pesaba no poder darme una familia.



Entonces, su voz se ablandó y él me contó sobre su día, que estaba orgulloso de haber podido suturarme, que él lamentaba haber sido brusco conmigo en la mañana, pero que había tenido una buena charla con Alice. Me dijo que amaba verme con su familia, que ellos me adoraban, que él deseaba que yo pudiera ver nuestro futuro con ellos.

Edward me dijo todo.

Yo enmudecí. Estaba desterrada dentro del silencio. Él miró mi cara, y sus labios rozaron mi mentón.

“¿De qué se trata esto?” No podía parar las lágrimas que se derramaban sobre mis mejillas y las enjugaba, queriendo despejar mi vista.

Me sonrió, riéndose entre dientes.

“Te digo estas cosas, bueno, una variación de ellas, cada noche mientras que duermes.”

Tomé su cara, pestañeando. “¿Cuando duermo? ¿Cada noche?”

Él asintió, y su expresión se volvió tímida.



“Supuse que debía decírtelo cuando estuvieras despierta alguna vez. Supuse que tu querrías oírlo.”

Me subí encima de él, besándolo con abandono, presionando mis caderas en las suyas, tomando su pelo fuertemente con mis manos. Sus manos vacilaron por un momento antes de enredarse en mi pelo, su cuerpo se arqueo hacia el mío. Se movió debajo de mí; sus caderas empujaban hacia arriba contra mi cola, sus gemidos salían ruidosamente dentro de mi boca. Temblaba. Éramos un enredo de miembros, calientes y fríos. Duros y delicados. Me moví más abajo en su cuerpo, poniendo sus piernas alrededor de mis costillas y lo tome con mi boca, acercándolo, probándolo, sus manos nunca dejaron de tocar mi piel hasta que él estuvo cerca, entonces me soltó para apretar una almohada. Gimió, empujando sus caderas contra mí, moviéndose en mi boca, más rápido, sus palabras ahora salían en una mezcolanza, sus piernas temblaban más ahora. Él gruñó fuerte y grave cuando acabo dentro de mi boca, sus manos rasgaron la almohada por debajo de él.


Me subió hasta él y me acostó de un tirón sobre mi espalda, sus ojos miraban los míos.

“Bella…” susurró. “Tan bueno…” él movió las caderas contra mí. Esperó un largo momento, pareciendo comunicarse silenciosamente con mi cuerpo, mientras el suyo volvía a la vida. Empujó dentro de mí lentamente.

“Ahí está. Esa es mi mirada.” Gimió, con los ojos oscuros, eróticos. “Tengo esa mirada presente todo el día.”

Antes de darme cuenta de que quería que él se moviera más rápido, el comenzó a moverse más rápidamente. Más duro. Más lento. Más profundo. Su mirada nunca dejaba la mía.

Gruñí exhalando mi respiración con sus embistes, sus ojos miraban como mi boca intentaba formar palabras. Mis manos empujaron hacia abajo su cabeza a mis labios, mi voz en su oído, “Bebé, ya estoy cerca.”

“Lo sé.” Sonrió. Entonces se retrasó, besándome suavemente.

“¿Tú me amas, Bella?”

Mis palabras de la otra noche volvieron a mí. Recordé mi necesidad de oírlo decir estas cosas. Gemí contra él, entendiendo la necesidad de tranquilizarme que el debe haber sentido en aquel momento.



“Te amo. Te amo más que a cualquier cosa en este mundo” Gemí, mi cuerpo oscilaba en el borde, sus movimientos me traían tan cerca y me detenían allí. Mi cuerpo lo exprimió, mis piernas lo empujaron más profundo en mí.

Él jadeó, y su lengua dibujó una larga trayectoria a lo largo de mi cuello, prendiendo fuego mi piel, sus labios hablaron contra mi piel.

“Dime que me necesitas.”. “Dime cuánto…”.

“Te necesito Edward. Te necesito tanto. Yo no puedo existir sin ti. Tú eres mi mundo…”

“Por siempre, Bella,”; él empujó dentro de mí, con sus manos a los lados de mi cara, y sus labios todavía encendiendo mi cuello.

 “Dime que serás mía por siempre, que perteneces a mí.”

Su voz era baja, su respiración rápida, aspiraba el aire alrededor de mí, tragaba el olor de mi piel. Mi cuerpo dolía, palpitando contra él.

 El entendimiento se empujó en el borde de mi mente. Susurré, desesperada por acabar, “Soy tuya por siempre, mi Edward.”

 Él miro mi pecho, el rubor del clímax que se arrastraba sobre mi piel, la respiración que se enredaba en mi garganta. Me sonrió cuando mi cuerpo se retorció debajo de él.


Bajó su mano a mi carne húmeda, frotando a lo largo del espacio adonde acabamos juntos. Sus dedos tocaron sus labios y después se esparcieron contra mi cuello, mojando mi piel con nuestro olor.

Y después él cerró los ojos y se inclinó hacia atrás.

Edward cerró los ojos mientras me hacía el amor.

En ese momento, entendí.

Entendí que la familia nunca había estado en Perú. Supe que habían venido aquí solamente por nosotros.

Entendí que él quería que yo estuviera tan segura de ellos como lo estaba de él.

Supe que Carlisle estaba aquí, en esta casa.

Supe que mi marido me había escuchado, y había planeado meticulosamente transformarme de esta manera.



Y en el mismo instante mi orgasmo vino cerrándose de golpe sobre mí, arqueando mi espalda contra el cuerpo frío de mi marido, el puño de Edward se estrelló contra la cabecera, pulverizando la pared detrás de la cama. Grité su nombre y grité mi amor por él mientras que él se acercaba a mi cuello.


CHICHIS,
QUE TAL???
HASTA ACA, LA 1° PARTE DEL CAPITULO....
PRONTITO SUBIRE LA 2° PARTE QUE ES CONTADA POR EDWARD Y SABRAN QUE SUCEDIO...
QUIERO COMENTARIOS DE QUE LES PARECIO!!!!
BESOS CULPOSOS,

LADY G

martes, mayo 24, 2011

lunes, mayo 23, 2011

Romanticas Incurables? Aqui les va un combo INSUPERABLE!!!!!

Nuevas Recs

Fiuff!! Este combo realmente es insuperable..., al menos en mi top five de mejores películas románticas. Las cuento como una sola en dos partes, porque en verdad me identifico tanto con la historia y los personajes que cuando pienso en ellas no puedo evitar escuchar en mi cabeza la canción de Fugees:


En fin..., la primera la vi allá por el 95´, y me robo el aliento, tanta poesía, tanto romanticismo, tanto amor a primera vista...y con un final abierto, que me dejo soñando por años y tratando de adivinar que habrá pasado después...
La peli era: Before Sunrise. Aquí les dejo el trailer y mas abajo un link para que puedan verla.


Antes del Amanecer  link

Hace unos cuantos años me golpeo como un tren descarrilado la aparición de la segunda parte..., mismos actores, mismos personajes, 10 años después...y entonces comprendí lo acertado de la frase: El arte imita la vida!

Antes del Atardecer (Trailer y Link a continuacion)



Antes del Atardecer  link

Aquí se las dejo para que se masacren intencionalmente...y espero comentarios y si alguna se anima a compartir algo personal como lo hice yo, pues adelante!

Besitos Culposos,

                     Mrs. Jones (+1)

viernes, mayo 20, 2011

Y aqui van mas...Romanticas Incurables!

Chicas:
Hoy estoy a full!!!, o  "a fondo por la banquina", como diría una vieja conocida mía...pero no pude resistirme!
Hoy les traigo dos pelis que hicieron historia, con décadas de diferencia claro esta.
La primera, y la mas cercana a mi corazoncito juvenil es esta historia que tiene mas años que yo, pero que sacando las idiosincrasias propias de los 70´s, cuenta una historia de amor de las que me gustan a mi...
Lamentablemente no encontré un link para que puedan verla, pero pueden bajarla de cualquier lado (apelando a sus capacidades piratillas....). Creanme, esta historia vale la pena, y las lágrimas que derramaran, y miren que a mi no me gusta llorar con las pelis, para eso esta la vida real, pero con esta da gusto. Son Robert Redford y Barbra Streisand, y casi que no hace falta decirles mas...



La segunda es mas cercana, generacionalmente hablando, pero no pierde la cuota de romance contrariado y de poesía que tiene la primera...Veanlas y me dicen:



Aquí les dejo el link para que puedan ver esta joyita de los 90´s: Reality Bites


Besitos Culposos,

                   Mrs.Jones (+1)

Deja Brillar Tu Luz - Teaser - Capítulo 17 - Mia para siempre by Lolashoes

 “Sí…” Contesté quedamente.

Él se quedó cerca de la puerta sin moverse. Lo miré inquieta; su mirada era inquebrantable. Ya no me sentía intimidada por su presencia como antes, pero su intensidad era difícil de leer esta noche. Mis ojos se lanzaron sobre su torso desnudo y luego a su cara nuevamente. Él me sonrió, detectando el despertar de mi excitación. Ahora sabía que no podía ocultarle ninguna de mis reacciones físicas.


“Te estás ruborizando, amor.” Susurró.

“Por supuesto que lo hago.” Le sonreí, mientras mi mano tocaba mi ceja en un gesto nervioso.



“¿Soy yo quien te hace ruborizar?”

“Eres tú.” Contesté, sonriéndole otra vez, mientras lo veía disfrutar de mi pudor.

“¿Cómo me quieres esta noche?” Su voz era baja, seductora.



“Desnudo.” Susurré, mirando a sus ojos bajar por mi cuerpo.

 “¿Quieres a Edward pervertido? ¿O quieres a Edward romántico?”





CHICHIS:

QUE LES PARECIO ESTE TEASER??? QUIERO COMENTARIOS!!!

Y NO SABEN COMO SE VIENE ESTE ULTIMO CAPITULO!!!

EL RESTO, PRONTITO...

BESOS CULPOSOS,

LADY G

sábado, mayo 14, 2011

Deja Brillar Tu Luz - Capítulo 16 - 2° Parte - Bueno para nosotros by Lolashoes

CHICAS:
LO PROMETIDO ES DEUDA!!!
ACA VA LA 2° PARTE DE ESTE CAPITULO.
ESPERO LO DISFRUTEN.
BESOS CULPOSOS,

LADY G
*****

Emmett me trajo de nuevo al barco donde todos se encontraban en la cubierta, hablando de los planes para los próximos días. Me senté al lado de Esme, en la otra punta de donde estaba Edward. Él encontró mi mirada y articuló

“Lo siento”.



Sonreí, articulando, “Gracias,” y señalando mi frente. Él asintió con su cabeza, sonriéndome dulcemente.

Esme me abrazó al lado de ella, diciendo, “hemos decidido irnos esta noche. Los dejaremos a los dos aquí para el resto de su luna de miel. Después los encontraremos en Forks la semana próxima.” Miré para arriba hacia Edward; él evitaba mi mirada.



“Oh.” Dije en voz baja, no sabiendo si estaba feliz o un poco triste de que la familia se iba. También entendí que con Carlisle saliendo de la isla, las posibilidades de que Edward me transformara aquí eran de pocas a ninguna. Jasper vino y se sentó a mi lado, y sentí una oleada de alegría extenderse. Lo mire agradecida. Él tomó mi mano y la exprimió. Sentía mi corazón estallar de adoración por nuestra recién descubierta conexión. “¿A qué hora se van?” Pregunté.

“Cuando tú quieras, amor.” Me dijo Esme suavemente.




“Amaría hacerte la cena. Conseguí una langosta magnífica en Río esta mañana.” Sonreí y asentí mis gracias a ella. Yo tenía una idea para una actividad después de la cena y mire a Emmett.

 “¿Qué piensan de tener una fogata afuera justo antes de que se vayan? ¿Abajo en el hoyo de fuego después de que yo coma la cena?” Vi a Emmett hacer una mueca de oreja-a-oreja, asintiendo vigorosamente.




“Creo que suena como una gran idea, Bella.” Dijo Carlisle con gusto.

“¡Genial!” Aplaudí con mis manos, copiando el gesto de Alice, y todos se rieron entre dientes.

“Voy a ir a comer algo rápido…”



Me levanté, riéndome. Estaba más allá de feliz. Edward me siguió abajo del barco.

*****

Calenté algunas sobras para el almuerzo cuando Edward se sentó en la sala de estar, rasgando una guitarra. Me senté en el piso cerca de él, poniendo mi plato en la mesa ratona, y empujé el tenedor con pastas en mi boca. Tragué.

“¿Extrañas tu piano?”

“Mucho.” Me dijo, mientras sus ojos miraban mis labios.

Sentí repentinamente como mi masticación debía ser increíblemente ruidosa para él e intente tragar mi bocado siguiente mas silenciosamente, fallando desgraciadamente.

“Debe sonarte repugnante cuando como.” Dije, desconcertada.

“¿Por qué piensas eso?” Preguntó, y su cara se ilumino con la confusión. “Tu boca es hermosa.” Suspiró, pareciendo acomodar su posición en sus shorts. Sonreí y él gruñó, “Realmente no tienes ni idea de cuan sensual eres, chica tonta.”





Sonreí y me relajé, tomando otro bocado. Vi a Edward sacudir su cabeza a mi lado, riendo en voz baja.

Nos sentamos juntos, no hablando, por un rato. Edward tocó varias canciones en la guitarra mientras que yo comía.

“¿Estás bien?” Me preguntó, mirando hacia mí. Noté que sus ojos estaban tensos pues viajaron abajo hacia mis muslos. Estaba sentada con mis piernas cruzadas en el piso y me había sacado los shorts cuando entre en la casa, me sentaba allí tan solo usando una bikini. Podía ver las contusiones a lo largo del interior de mis muslos donde las manos de Edward me habían asido esta mañana después de suturarme.

Asentí. “Estoy realmente bien. Creo que parecen peores de lo que se sienten. Olvídate de eso.” Dije honesta, intentando tranquilizarlo con mi expresión.

Él miro el cuello de la guitarra, templándola lentamente.

“No será un tema por siempre, Edward. Y esta mañana tu parecías necesitar ser traído de nuevo… a nosotros.”




Él miro hacia mí y asintió levemente. Sus dedos comenzaron a moverse sobre las notas de la guitarra, los acordes de la abertura de Just Like Heaven fluían suavemente en el cuarto. Lo miré, mi ritmo cardíaco se acomodaba en la canción familiar, hermosa. Su versión era lenta, obviamente acústica. Cada sonido me rodeaba mientras que sus manos se movieron maravillosamente sobre las cuerdas de la guitarra. Él comenzó a cantar, sus ojos se detenían en los míos cada pocos momentos. Su voz era imposiblemente hermosa; me congelé, mirándolo.

Show me, Show me, Show me
How you do that trick
The one that makes me scream, She said
The one that makes me laugh, She said
And threw her arms around my neck

Show me how you do it
And I promise you
I promise that I'll run away with you
I'll run away with you

Spinning on that dizzy edge
I kissed her face and kissed her head
And dreamed of all the different ways I had
To make her glow
Why are you so far away? She said
Why won't you ever know that I'm in love with you?
That I'm in love with you?

You, Soft and only
You, Lost and lonely
You, Strange as angels
Dancing in the deepest ocean
Twisting in the water
You're just like a dream...
You're just like a dream...

Daylight licked me into shape
I must have been asleep for days
And moved the lips to breathe her name
I opened up my eyes
And found myself alone, alone, alone
Above a raging sea
That stole the only girl I loved
And drowned her deep inside of me

You, Soft and only
You, Lost and lonely
You, Just like heaven

Él bajo la guitarra y sostuvo los brazos hacia mí. Subí en su regazo, besando su boca con todo el amor, el hambre, la confianza, y la necesidad que podía reunir. Sus manos se aferraron en mí, sus ojos mirándome con un amor crudo y desnudo. Sentí las lágrimas cayendo por mis mejillas.

“Pronto.” Susurró contra mí. “Te lo prometo.”



*****

Esme me cocinó la cena más increíble, insistiendo en preparar aperitivos, un segundo plato, y una torta de chocolate con fresas. Y el vino… mi copa parecía ser llenada constantemente a través de la comida. La familia entera me acompaño a la mesa, haciendo bromas, contando historias. Había bastante comida para alimentarnos a todos nosotros y algo más, pero por supuesto yo era la única que comía. Sentí varios pares de ojos masculinos en mi boca mientras que comía las fresas de la torta antes de notar a Edward tirar miradas reprensivas a sus hermanos. Jasper y Emmett se fueron antes que nosotros para construir la hoguera. Después de la cena el resto de nosotros limpió todo en segundos, y me retaron a una carrera por la playa hasta el hoyo de fuego, donde un fuego grande rugía en el cielo nocturno que otrora estaría oscuro.

Edward se sentó a mi izquierda y Carlisle a mi derecha. Jasper se sentó frente a mí, al lado de Alice. Cada uno estaba a mí alrededor en el círculo. Carlisle se paro y se arrodilló delante de mí. Me miro silenciosamente, con una expresión cálida en sus ojos.

“¿Puedo?” Preguntó, indicando mi vendaje.


“Por supuesto.” Dije, inclinándome hacia adelante.

 No sabía por qué él hacía esto con todos aquí, pero a nadie parecía importarle demasiado, aunque detecte que ninguno respiraba. Casi parecía como si el estableciera un punto. Vi a Edward mirar a lo lejos. Él levantó mi vendaje de la gasa y observó la obra de Edward.

Sonrió. “Hiciste un trabajo asombroso. Curará muy bien. Debe haber sido muy duro para ti, Edward.”

Carlisle presionó el vendaje en su lugar y se sentó a mi lado. Todos se mantuvieron en silencio por algunos momentos pero parecía que todos sabíamos que Carlisle tenía algo para decir.

“Bella. Ahora tú eres nuestra familia. Espero que lo percibas.”

Lo miré, asintiendo, incapaz de hablar, incapaz incluso de decir “gracias” o “por supuesto que lo hago,” o aún “todas mis amigas quieren dormir con mi suegro.” Nada. Solo podía mirarlo fijamente a él, sabiendo que algo importante venía.

Su voz era reservada pero fuerte. “Hablé con Sam y Jacob antes de que viniéramos aquí.”

Me incorporé, asustada. “¿Tú qué?”



Él no se repitió; tomó mi mano suavemente y me dejó absorber el significado de sus palabras.

 “¿Sobre… mí? Y Edward… ¿sobre transformarme?” Pregunté.

Él asintió. “¿Y?” Pregunté, aterrorizada de que él iba a decirme que nunca podríamos volver a Forks. A su hogar. Debido a mí. Y entonces me golpeó que ellos volvían a Forks sin nosotros en el paquete. Para prepararse para mudarse. Él exprimió mi mano y sentí una oleada de calma. Miré hacia Jasper; y él me guiñó un ojo.

Carlisle continuó. “Y les expliqué la situación con los Volturi, y sugerí que quizás ningunos de nosotros querría a la antigua mafia italiana de vampiros descendiendo sobre nuestra pequeña ciudad.”

Él tenía una pequeña sonrisa jugando en su cara. Comencé a relajarme. Carlisle no estaría bromeando si todo hubiera resultado horriblemente. ¿Verdad?

“Así que,… ¿entienden?” Pregunté, con mi corazón desbocado.



“Esto te importa mucho a ti, la posibilidad de volver a Forks.” Dijo en voz baja, sus ojos buscando los míos. “Sí, entienden. Fueron cerca de veinte horas de discusión a veces odiosa, pero entienden. Han acordado hacer una excepción. Pero Bella, incluso si no lo hacían… no sería una pregunta qué haríamos. Tu eres la esposa de Edward, tu eres nuestra prioridad.”

Él miraba a Edward que me miraba fijamente a mí, con ojos resueltos. Carlisle exprimió mi mano de modo que me diera vuelta de nuevo hacia él.

“Quisiera que tú supieras, también, que Jacob desempeñó un papel dominante en estas negociaciones. Pensé que sería importante para ti saber que él te apoyó…… a todos nosotros, y ayudó a convencer a Sam.”

Me quedé pensando en ésto, mi mente vaciló. Todos me miraban; era al parecer la única que oía esto por primera vez. Sentía como que había cierta implicación pesada en la conversación pero estaba agotada de intentar anticipar constantemente qué iba a suceder.

“Me alegro, realmente estoy feliz de oír eso, Carlisle. Gracias por hacer eso por… por Edward y por mí.” Era todo lo que podía manejar. Edward puso su mano en mi muslo.



Hubo silencio, a excepción del fuego, de los ruidos de insectos alrededor de nosotros, y del sonido bajo de las olas en la playa a la distancia.

La voz de Emmett se levantó repentinamente de la oscuridad. “Edward, ¿le contaste a Bella sobre esa vez que tuvimos que dejar Búfalo debido a la Srta. Marshall?” Él comenzó a reír, ruidosamente.

Edward gimió al lado de mí, cuando sus hermanos y Emmett unidos a sus padres  se morían de risa. “No, no le conté.”

“¿Cuál es la historia, amorcito?” Pregunté astuta. Edward me miró desde la esquina de su ojo y después se dio vuelta a fruncirle el ceño a Emmett.

“Nada. Ella estaba… un poquito enganchada conmigo, supongo.”



Emmett rió en voz alta, “Por favor dilo otra vez.”

Rosalie chilló hacia adentro, “Sí, ella te empujó contra tu armario y puso su lengua en tu garganta. Y entonces, qué, ¿se metió en el vestuario e intento manosearte?”

“¿Qué?” Pregunté, recibiendo una sacudida eléctrica. Asumí, por supuesto, que nunca le dijeron a ninguna autoridad, no querrían tanta atención.

Edward ahora reía. “Ella sabía como café y biscottis añejos. Era repugnante.” Él me miro, sonriendo torcido. “Yo prefiero el gusto de las fresas.”

Me ruboricé. Cada uno gimió y no hizo caso de nosotros. Pero Emmett no lo dejaría ir.

“Bells, sucedió cerca de cuatro veces durante los últimos años. Hemos tenido que salir de más lugares porque los profesores saltaban sobre Edward que por cualquier otra razón.”




Lo miré, con mi boca abierta enormemente. Esme se reía nerviosamente al lado de Carlisle.

“No sé que es, pero hay algo sobre un hombre joven con buenos modales, que vuelve locos a los profesores…”

Estaba shockeada y disgustada, intentando imaginarme a cualquiera de nuestros profesores intentando besar a alguno de nosotros.

“Ugh, Edward, pobrecito. No puedo imaginarme como habrá sido”.

Él me cortó, “Ningún profesor se acercara nunca a ti.” Su voz era dura.

Jasper se rió entre dientes a través del fogón mirando hacia nosotros. “Tranquilo muchacho.” Murmuró.



Edward sonrió, mirando lejos algo vergonzosamente. Entonces miró para arriba agudamente a Emmett,

“Emmett, ¿le contaste a Bella sobre el Sr. Neilson?” Su sonrisa era malvada.

Emmett gimió y todos estallaron en risas. “¿Qué?” Pregunté, necesitando saber el chiste. “¿Cuál es la historia allí?”

“Igual que la historia de Edward,” Emmett se quejó, mirando los leños.

Estallé en risas. Rosalie dijo, “Realmente me sorprendí. Él era sexy. Pensé que de seguro salía con alguna muchacha de la clase.”



Emmett tomó la mano de Rosalie en condolencia falsa.

“Rosie, sé que era probablemente el único hombre en esa escuela entera que no estaba obsesionado totalmente contigo.”

Ella le sonrió dulce, inclinándose para besarlo.

Miré alrededor del fuego a mi familia.

“Tu ya nos extrañas, ¿no es cierto, Bella?” Preguntó Alice a través de las llamas.


“¡Lo hago!” Dije, poniendo la cara entre mis manos.

“No te preocupes, chiqui. Edward te dará la mejor época de tu vida mientras ustedes estén aquí.” Me sonrió Emmett.

“Lo sé.” Me di vuelta y le guiñé un ojo a Edward, mi corazón latió rápido y pesado en mi pecho.



Él se quedó quieto, y con su voz tranquila e intensa, dijo “OK, esa es mi señal. Voy a llevar a mi esposa de nuevo a la casa. Hora para los adioses.”

Cada uno vino a abrazarme, diciéndome que me divirtiera, y fuera buena, que me verían en algunos días. Emmett tiró de mí hacia él y grité por el dolor de su abrazo machacante. Edward lo empujó, enojado. La cara de Emmett era contrita. Un cierto intercambio silencioso ocurrió, la cara de Edward estaba más seria de lo normal.



“Lo sé,” Dijo Edward, con un gruñido bajo. “Ella es mínima.” Emmett le sostuvo el puño silenciosamente hacia afuera mientras que Edward lo chocó con el suyo. El gesto era tranquilizador, fraternal.

Edward tiró de mí para arriba sobre su espalda y todos corrimos silenciosamente hacia la casa de playa. Edward y yo saludamos desde la puerta mientras que los demás caminaron hacia el barco. Él se dio vuelta hacia mí, cerrando la puerta detrás de su espalda, e inclinándose contra esta, me miró fijamente.





“¿Estás lista para ser devastada, mi pequeña gatita?” Me preguntó con una sonrisa torcida en su cara, y su ceja enarcada. Se sacó la camisa sobre su cabeza, y su cuerpo duro destelló en el cuarto a oscuras.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...