miércoles, octubre 13, 2010

Deja Brillar Tu Luz- Capitulo 1: Haciendo feliz a Edward

Deja brillar tu luz    By  LolaShoes
Advertencia: MC-17(Esta historia tiene fotos realmente XXX) Estan avisadas...


"Te prometí que lo intentaríamos", susurró, repentinamente tenso. "Si... si hago algo mal, si te duele, debes decírmelo enseguida."
Asentí solemnemente, manteniendo mis ojos en él. Di otro paso a través de las olas y recline la cabeza contra su pecho.
"No tengas miedo", le murmure. "Nosotros nos pertenecemos".
Estaba repentinamente abrumada por la verdad de mis propias palabras. Este momento era tan perfecto, tan correcto, no había ninguna duda.
Sus brazos se envolvieron alrededor de mí, sujetándome contra él, verano e invierno. Sentía como si cada nervio de mi cuerpo fuera un hilo conductor.
"Para siempre", acordó y, a continuación, nos deslizamos suavemente hacia aguas más profundas.

Breaking Dawn- Stephenie Meyer (Fragmento)
 
Capitulo 1: Haciendo Feliz a Edward 
 
Edward coloco sus manos bajo mis brazos y me levantó hasta que nuestras miradas se encontraron. Envolví mis brazos alrededor de sus hombros, y deje mis piernas colgando en frente de él. Sus brazos, casi tibios por el agua caliente del océano, se envolvieron alrededor de mi espalda. Mis manos se enredaron en su pelo y le frote la nuca con mis manos suavemente. Él me llevó hacia el agua profunda, hasta que llego justo debajo de nuestros hombros. Entonces se inclino ligeramente para besarme muy suavemente.
"Bella", murmuró contra mis labios. "Mi esposa." Podía sentir su sonrisa. Nuestros cuerpos se alinearon, yo podía sentir su erección crecer contra mi muslo. Una ola de calor lleno todo mi cuerpo y tuve que concentrarme para mantener la respiración.
Deje que mi lengua tocara su labio inferior, y luego lo chupe suavemente con mi boca, mordisqueándolo despacio. Lo oí respirar bruscamente, y abrí los ojos para ver los suyos, dorados, ardiendo a centímetros de los míos, entonces arqueo una ceja. 
"Despacio, amor", me advirtió, pero yo sabía, por su mirada, que todas las antiguas reglas ya no aplicaban, el estaba listo. También sabía que ambos estábamos nerviosos, por lo que intente aligerar un poco el momento.
"Tu no estarás pensando en sumergirme, ¿verdad? No estoy segura de que necesites ver mi destreza en acción en el océano." Sabía que estábamos más allá de donde yo podía hacer pie.
"Nop" dijo, golpeando la "p", con un pop en sus labios. Sus brazos se apretaron contra mi espalda, una de sus manos se traslado a la parte inferior de mi columna, vagando por ella hasta descansar en la parte superior de mi muslo. "No estoy pensando en dejarte ir durante horas, en realidad." Dijo casi en un gruñido, me sonrió con la boca torcida, y me beso ligeramente en la nariz.


Horas, pensé. Horas sin alejarse, sin dejar de tocarme. Horas para poder llegar a tocar cada centímetro de este hombre. Traté de respirar profundamente para frenar las carreras de mi pulso, pero termine succionando el aire irregularmente para recuperar el aliento. Traté de imitar su tono.
 "En ese caso, me permitirás ponerme cómoda". Levanté mis piernas sin esfuerzo en el agua y las envolví en torno a su cintura. Sentí su erección pulsando contra mi cola. Su cabeza cayó y el más sensual gemido escapó de su boca.
 El sonido prendió fuego mi cuerpo, y deje salir toda la necesidad, el amor, y el deseo que yo había acumulado desde el momento en que nos conocimos. Cada casto beso que me dejó sin aliento, cada mirada ardiente que venció mis rodillas, cada vez que lo había olido perdiendo el sentido del tiempo, vino a mi cabeza en ese momento, y mi cuerpo se volvió cada vez más ardiente contra el suyo. Lo apreté con mis piernas, perdiéndome en la sensación de su piel contra la mía. Podía sentir mi centro pulsando.

El acerco sus labios a los míos y me besó, gimiendo mi nombre.
Este beso fue diferente. Sus labios estaban fríos, pero yo sentía como nuestra carne se fundía. Tomó mi labio superior entre los suyos chupándolo suavemente, podía notar lo cuidadoso que él estaba siendo, pero igual su boca se sentía áspera y urgente.
"No tienes idea de lo mucho que te desee, Bella, durante todo este tiempo. Te necesito, necesite tanto sentirte así, tocarte así... ", dijo suavemente, moviendo sus labios hacia mis hombros, mi cuello, a mi oído.
Me incline hacia atrás para mirarlo, con ojos cargados de deseo.
"Edward... yo..." tartamudee. "No puedo decirte lo bien que suena, lo que siento al oírte decir eso." Exhale, liberando la tensión que yo ni sabía que sentía. Yo necesitaba saber lo mucho que el también deseaba esto, que no lo estaba haciendo sólo por mí. Podía sentir la urgencia en sus brazos que me sostenían firmemente, su brazo derecho sostenía mi peso fácilmente y su mano derecha se trasladó desde mi muslo hacia la curva de mi cola, donde acarició suavemente mi carne. Sentí su erección moverse debajo de mi en respuesta. Gemí contra sus labios trayendo su cara a la mía. "Edward," jadee con cada respiro.
Algo se quebró en él y sentí su cuerpo estremecerse y luego casi... relajarse. Él estaba cediendo a ella, a la pasión, en nuestro abrazo. Tal vez él finalmente se había dado cuenta de que no iba a lastimarme, que no podía lastimarme. Movió la mano izquierda desde mi espalda, hacia mi torso, la punta de sus dedos rozando contra mis costillas, su mano acaricio levemente uno de mis pechos. Un gemido escapó de mis labios, le tome la cara y lo bese profundamente, mi lengua atravesó la barrera de sus labios, mis dientes mordieron su boca. Su dedo pulgar froto suavemente mis pezones endurecidos y él gimió
en mi boca, su cabeza entonces cayo contra mi cuello. Su mano se extendió sobre todo mi pecho, masajeando la suave piel de mis pechos.

"Tan suave, " murmuró él contra mi clavícula. Entonces me levantó por encima de su cuerpo y se inclinó hacia abajo para dulcemente besar la cima de mi pecho, mientras su mano todavía lo sostenía delicadamente. Su toque suave me resultaba aplastante, casi reverente. Yo podía notar cuan deliberados eran sus movimientos, él realmente saboreaba cada toque. Luego besó mi pecho otra vez, despacio moviendo su mano y dejando a sus labios acariciar mi pezón. Mi cabeza cayó hacia atrás de placer.
 "Respira, Bella," me dijo con voz ronca. Levante mi cabeza para encontrarlo mirándome apasionado, su mano volvió a tomar mi pecho, entonces se inclino dejando a sus labios rozar mi pezón otra vez.
“Respira.” Dijo, esta vez quizás más para sí mismo que para mí. No estaba segura si lo había oído correctamente cuando él susurró, “nosotros podemos hacer esto.”
Enterró su cara en mi cuello, desparramando besos urgentes. Mis manos bajaron por su espalda, tocando sus músculos, sintiendo su carne dura y hermosa debajo de mis dedos. Moví las manos hacia su pecho y me maravillé en la perfección de su cuerpo, sus músculos firmes debajo de mis manos, su pecho perfectamente esculpido. Nos besamos lentamente por lo que para mi fueron horas, mis manos acariciando su pecho y su espalda, sus manos tocando con suavidad mi piel. Nos murmuramos palabras de amor el uno al otro, gimiendo, y respirando cada uno el aliento del otro. Bajé las manos a su estómago, inclinándome hacia atrás levemente para hacerle sitio a la exploración de mis manos. Los músculos de su estómago eran firmes, su piel perfecta; un rastro suave de bello en su ombligo me hizo marear solo al rozarlo. No podía mover mis manos más abajo con mis piernas envueltas alrededor de su cintura. No podía ver debajo de su ombligo que se hundía en el agua. Quise verlo. Quise poner mi boca sobre cada pulgada de él.
“Necesito ver tu cuerpo,” le murmuré, mirando hacia arriba e intentando no ruborizarme con mis propias palabras. Tomé una respiración profunda y dije más claramente, “y necesito sentir todo tu cuerpo con mis manos, necesito probar tu sabor Edward.” Sus ojos se cerraron con mis palabras y él dejó escapar un quejido suave. Me apretó contra su pecho y dio la vuelta, estrellando el agua a su paso mientras nos conducía hacia la orilla, tomó mi toalla del árbol y me envolvió con ternura. Unos segundos después, él me sentaba suavemente en el borde de la gran cama, dentro de la casa.

Mis rodillas pendían dobladas en el borde, mis pies a centímetros del piso. Él se coloco delante de mí: mojado, desnudo, glorioso. Jadeé y mis ojos recorrieron desde sus muslos hacia arriba todo su cuerpo, memorizando cada pulgada, guardando esta visión para recrearme en ella en los raros segundos en que lo perdería de vista durante nuestra luna de miel. 
Él se mantenía totalmente inmóvil, pero yo todavía sentía la energía que emanaba de él hacia mí. 

“Edward…tu eres…, eres magnífico.” Mi cuerpo se incendio cuando mis ojos se posaron sobre su miembro duro, mi centro palpitó y las manos me dolían por la necesidad de tocarlo.
Me estire para alcanzarlo y apoye mis manos en sus muslos. Él toco ligeramente mi pelo y murmuró mi nombre. Me incliné hacia adelante y deslice mis labios a través de su estómago, dejando que mi lengua recorriera su piel fresca. Sus manos se enredaron en mi pelo, sosteniendo mi cara cerca de su cuerpo. Mire hacia arriba, atando su mirada, y nuestros ojos se fundieron el uno en el otro. Mis manos se movieron alrededor de sus muslos hasta su cola, trayéndolo hacia mí.
“Bella…” dijo con una advertencia leve en su voz. Su cara casi estaba en agonía. “Necesito que me toques, es que…”
“Está bien,” le susurre. “Solo avísame si es demasiado.” Él asintió. Lleve mi mano hacia adelante y envolví mis dedos alrededor de la dureza de su carne. Oí un gruñido bajo en su garganta y mire hacia arriba para encontrarlo mirándome fijamente, con los ojos oscuros de lujuria. Sus manos frotaron ligeramente mi pelo, mi cuello. Bajo la otra mano para acariciar mi pecho. Moví mi mano a lo largo de su miembro, lentamente al principio, y después más rápido; Escuché su respiración, y mire su cara, intentando adivinar qué le daría mayor placer. Me incliné hacia abajo y recorrí con mi lengua toda su longitud, después bajé mi boca sobre él. Tomé tanto de él como pude y envolví mi mano alrededor de su base. Mi otra mano acaricio la parte interna de su muslo, frotando ligeramente su piel. 

Mi boca se movía lentamente al principio, después mi pasión asumió el control y comencé a moverme con más urgencia. Gemí contra él.
En un instante el estaba contra la pared, mirándome fijamente desde el otro lado del cuarto. Me miro por un largo momento, mientras sus ojos ardían de lujuria.
“Edward, yo… lo siento” balbuceé, ruborizándome furiosamente, aterrorizada de haber arruinado el momento.
“Shh, Bella, No.” Me susurró, mientras caminaba hacia mí lentamente. “Estoy muy bien. Solo intentaba recuperar el aliento, para poder hablar.” Me sonrió y casi me caí hacia atrás al verlo.

Se arrodilló delante de mí y tomó mi cara entre sus manos. Me beso despacio al principio y después con más urgencia. Su cuerpo empujó el mío hacia atrás y luego tiró de mí hasta que estuve completamente acostada sobre la cama. Entonces se acostó a mi lado, inclinando su torso sobre mí. Su boca bajó hasta mi cuello, a mis pechos, sus labios me besaban, lamian, y jugueteaban con mis pezones. Torcí mis caderas para acomodarme a él, envolví mis brazos alrededor de su cuello tirándolo hacia mí, mi cuerpo buscando el suyo. Gemí su nombre. No podía encontrar ninguna otra palabra que importara. Mis manos se movieron a lo largo de su pecho, estómago, su espalda. Intenté tirar de él, para acercarlo más, pero él permaneció firmemente donde estaba.
Su boca se movió más bajo, sus labios encontraron mi ombligo. Sus manos frotaron ligeramente mis pantorrillas y tiraron de una de mis piernas hasta doblar mi rodilla sobre la cama. Él empujó mi otra pierna a un lado, separándolas delante de él. 

Lo oí inhalar profundamente mientras que su boca se movía más abajo para besar la parte interna de mi muslo. “Bella…” gimió contra mi pierna. “Oh…” su boca subió por mi muslo, buscando hambriento la suave piel de mi entrepierna donde se detuvo y levantó la cabeza para mirarme. Sus dedos se movieron encima de mi muslo hasta mi centro; me tocó suavemente, enviando una descarga de electricidad a través de todo mi cuerpo.
“Edward!” Grité, mientras mis manos se enredaron en su pelo, tirando de él para acercarlo más. Sus dedos me tocaron suavemente, separando mis labios, moviéndolos de arriba hacia abajo, sintiendo cuanto me había hecho humedecer. Oí su respiración silbar hacia adentro.
“Yo solo…necesito…” masculló antes de inclinarse dentro de mis piernas para olerme suavemente, dejando a su boca besar suavemente mis pliegues. Él se inclinó hacia atrás y gimió, “yo desearía tanto poder…” sus dedos volvieron a frotarme, mis caderas se movieron a su ritmo, gemidos escapando de mis labios con cada respiración. Mi cuerpo ardía por la necesidad de que él me tocara otra vez, para encontrar el alivio. Él movió su mano sobre mi centro, empujando un dedo dentro de mí, después otro, y yo grite. 

Entonces besó mi carne suavemente otra vez, su pulgar se movía frotando mi clítoris lentamente. Tome su mano y la empujé contra mí con más fuerza, necesitándolo más de lo que podría describir. Sus dedos se movieron en mí, su cabeza se inclinaba contra mi muslo. Lo oí gemir mi nombre. Puse mis manos a los lados de su cara y la moví para que pudiera mirarme.
“Te necesito.” Le dije con la voz tensa. Él besó mi centro mojado una vez más, gimiendo, después se empujo hacia arriba en la cama, apoyándose sobre su codo, su pulgar y sus dedos todavía moviéndose dentro de mí, mis caderas se empujaban para acercarme más a él.
 “Edward, por favor…” le rogué.
Él se acerco a mi cara, mirándome con indescriptible dulzura. “Nunca creí que pudieras parecerme aún más hermosa, pero la manera en que te ves ahora, con mis manos en ti… no puedo explicarte con palabras lo que me haces sentir.” Edward se inclinó y me besó profundamente, sus labios aplastaban los míos, y un fuerte gemido escapo de su garganta.
 “Bella, necesito sentirte…”

Envolví mis brazos alrededor de su cuello y tiré de él encima de mí, él se movió deseoso. Separé las piernas de par en par para que él pudiera yacer entre ellas. Entonces frotó su miembro a lo largo de mi centro mojado, susurrando en mi oído. “Bella…” me dijo besando mi lóbulo. “No quiero lastimarle, mi amor, mi querida.” Se movió contra mí, vacilando en mi entrada. “Por favor dime si necesitas que me detenga. Si esto te lastima…” dijo retirándose un poco. Luego movió su cabeza de nuevo para encontrar mi mirada. Luché para mantener mis ojos abiertos a pesar de la pasión y el deseo que sentía. Sus ojos estaban llenos de lujuria pero se veían claros; Me alivio ver que él no parecía preocupado. Arqueé mis caderas hacia él, para impulsarlo a acercarse, para sentirlo dentro de mí. Él empujó en mi entrada lentamente, mirando mi cara para detectar cualquier muestra de dolor. Entonces empujó hacia adentro más profundo y mi respiración se corto con el primer dolor agudo. Él comenzó a retirarse.
“No, espera Edward…. solo dame un momento…” Respiré. Tiré de su cara hacia la mía, besándolo profundamente, abriendo mi boca en la suya, necesitando sentir su respiración en mi boca mientras me ajusté a la sensación de su cuerpo llenándome. Sus manos frotaron los lados de mis caderas y resbalaron por debajo mí para colocarse suavemente en mi parte inferior. La sensación de sus manos en mi piel puso mi cuerpo en llamas y mis caderas se levantaron hacia arriba contra él “por favor…” Gemí otra vez y él empujó más profundo en mí, esta vez mordí mis labios para calmar mi reacción pero la sensación de su cuerpo que llenaba el mío, la sensación de Edward dentro de mí eclipsó totalmente el dolor inmediatamente, su carne fría me calmaba. Él miraba mi cara, su respiración era desigual por el esfuerzo que le tomó moverse lentamente. “Muévete en mí, Edward…necesito sentir que te mueves dentro de mí.”
Soltó el aliento en una acometida ruidosa, su cuerpo reacciono inmediatamente a mis palabras. Él asió mis caderas y comenzó a moverse, suave pero firmemente, penetrándome completamente, entonces comenzó a retirarse para sentir enteramente la longitud de nuestros cuerpos, uno contra el otro.
Él gruñó nuevamente, moviéndose sobre mí. “No sabía… Bella, yo no sabía…” dijo, respirando contra mi mejilla, sus ojos oscurecidos por la lujuria.
Yo podía gemir solamente su nombre. Pensé que entendía lo que significaban sus palabras; Sabía que ninguno de nosotros tenía idea de cómo se sentiría estar juntos de este modo. Sentí mi cuerpo quemarse alrededor del suyo, del calor de mi centro que pulsaba contra él, de su cuerpo que se movía más rápido y más rápido en mí mientras que mi respiración se aceleraba. “Estas tan mojada,” me dijo, “te siento tan caliente y mojada… tu cuerpo alrededor de mí… Dios...oh… Dios” él me besó profundamente, su boca cubriendo la mía, gimiendo con cada respiración. “No sabía…” dijo otra vez.
Podía sentir a mi cuerpo zumbar, la respiración se me entrecortaba en la garganta. Sentía como mi cuerpo entero se levantaba hacia arriba sobre la cama, perdiendo el control. Quise mantener esta sensación. Quise sostenerme de ella. Oía gemidos, después fuertes gritos, y luego caí en la cuenta de que era yo quien los hacía. “Bella… sí Bella,” él murmuró en mi oído, su cuerpo se empujaba contra el mío, “ven conmigo, amor… oh Bella por favor…”. Sus manos tiraron de mis caderas contra él, empujándose más profundas dentro de mí. Él empujó más rápido y más rápido y mis ojos se cerraron con fuerza cuando las ondas de placer enviaron mi cabeza hacia atrás contra la cama, separando mis piernas, mis manos lo sujetaron fuerte para tirar de él más profundo dentro de mí, el palpitar sin fin de mi clímax se esparció pesadamente a lo largo de mi cuerpo entero. Podía sentir el espasmo de mis paredes alrededor de él y luego pude sentir que él se dejo ir. “Sí, Bella,… Dios…oh…Bella. Oh… oh…” su cuerpo seguía moviéndose y lo sentí pulsar dentro mío. Su cuerpo entero se sacudía mientras que su orgasmo lo tomo por completo.

                                                 ******
              
Nos derrumbamos. Me aferré a él, con una de mis piernas lanzada sobre su torso, sus brazos envueltos alrededor de mi cintura. Edward me tarareó mi nana en el oído, me besó el cuello y frotó mi espalda ligeramente. “Bella,” susurró, con la voz tensa por la emoción. “Estoy tan enamorado de ti.” No había palabras más allá de esto.
El sueño me tomó rápidamente.

                                                        ~*~
Desperté con la sensación de las manos de Edward que me levantaban para arriba y que me rodaban suavemente sobre mi lado. “Mmmmmppppfffff…” Mascullé en la almohada.
“Shhhh, Bella, vuelve dormir.” Él frotó mi mejilla suavemente y lo sentí besar mi hombro.
“Espera… ¿qué haces?” Pregunte, confundida. Mire alrededor adormilada, parpadeando. La luz fluía apenas dentro del cuarto a través de la ventana. Amanecía. Estiré mi mano para alcanzarlo pero él se escapo de mí. “Edward. ¿Qué es lo que haces?” Repetí, mirándolo sin lograr enfocar, mientras que él continuó moviendo mis brazos y mirándome por encima.
“Te estoy examinando.”  Se rió entre dientes.
“¿Examinando?” Pregunte, luchando por voltear mi cuerpo e incorporarme. “Que romántico eres y también que… clínico.” Bostecé.

Él se rio levemente, una risa sexy y maravillosa. “Sí, mi amor. Inspección. Soy Edward, el Inspector de Daños.” Él recorrió con sus manos abajo de mis piernas, tomó mis pies y besó suavemente cada uno de mis dedos, después acarició con el reverso de sus manos mis piernas para finalmente, apoyarlas suavemente sobre mis caderas. “Y ahora, he terminado. Solamente encontré algunas pequeñas contusiones en tus caderas.” Hizo una mueca de dolor mientras miraba los pequeños círculos púrpura del tamaño exacto de la yema de sus dedos, ubicados en mis caderas y muslos superiores. “Lamento mucho esto, Bella. ¿Te duele?”
Meneé levemente la cabeza bajo su mirada, realizando un examen interno. “Me siento muy bien, de verdad.” Le aseguré, después hice una mueca cuando sentí la tirantez entre mis piernas. “Quiero decir, bastante bien. Solo un poco adolorida.” Me ruboricé y él se inclinó para besarme cubriendo por completo mi boca, moviendo su muslo frio  entre mis piernas. Suspiré con el alivio que proporciono su piel fría sobre la mía. Edward gimió mi nombre suavemente, las memorias de la noche anterior nos inundaron a los dos.
Se acostó a mi lado quedando frente a mí, apoyado en un codo, y comenzó a jugar con un mechón de mi pelo. “¿Asumo que dormiste bien?” dijo sonriendo, sabía perfectamente bien que dormí como un tronco.
“Mmmmm, lo hice.” Murmuré, inclinándome para besarlo. “No puedo imaginarme porqué.” Reí nerviosamente mientras que él me hacia cosquillas.
“¿Cazaste?”
“Sí.” Dijo el simplemente. “No me fui por mucho tiempo. En el momento en que salí te extrañe terriblemente.” Sus dedos bajaron por mi brazo y subieron por mis costillas para rozar ligeramente el costado de mi pecho. Mi espalda se arqueó sobre su mano, mi respiración se entrecorto en mi pecho. Él se rió entre dientes y rodó sobre su espalda alejando su brazo de mí.  Tome su brazo y tiré de él, de nuevo hacia mí.
“Oh, no. Tú no harás eso nunca más. No, no. No. Tú no puedes hacer eso nunca más. Basta de detenerte, basta de parar de tocarme. Una mano en mi pecho puede permanecer en mi pecho.” Tiré de su brazo y puse su mano en ángulo recto sobre mi pecho, sonriendo traviesa.
Su mueca me hizo marear y pude sentir mi cuerpo respondiendo a su intensa mirada. “Creo que puedo manejar esta nueva regla.” Dijo subiendo lentamente encima de mí, separando mis piernas con su muslo. “Podría permanecer aquí por días.” Él se inclinó y olfateo mi cuello, su cuerpo se endureció rápidamente contra mi estómago. “Tu, sin embargo, deberías desayunar en cierto punto.”
“Veamos…si las opciones están dadas entre Edward desnudo y comida, yo elijo a Edward desnudo.” Dije con voz densa, mientras mis manos rodaban debajo de su espalda, tirándolo contra mí.
“En realidad, tú podrías tener ambos, amor. Después de todo, solamente estamos nosotros en la casa. Puedo servirte el desayuno en la cama, puedo incluso… hacerte el desayuno desnudo.”
Gemí contra su cuello cuando él dijo esto; había algo nuevo en su voz, algo relajado, sensual, fuerte. Él me provocaba y disfrutaba haciéndolo. Mire para arriba hacia su cara; él miraba mis pechos, tocándolos suavemente con las yemas de sus dedos. Intenté contener mi necesidad de él, quería saber lo que él estaba pensando.
“Tu pareces… diferente esta mañana.” Dije suavemente. “Desearía poder leer tu mente.”
Él sonrió, “¿diferente? Cómo… ¿desnudo?” se rió entre dientes despacio y se inclinó hacia abajo para besar uno de mis pezones, después el otro, después frotó ambos con sus pulgares.
“Mmmm, sí, umm… desnudo…” Mascullé antes de intentar recuperar la calma. “No, quiero decir, que te ves feliz.” Esto le dio risa otra vez y me corregí. “No que no fueras feliz conmigo antes, eso no es lo que quise decir.” Las palabras me salieron precipitadamente en un revoltijo y suspiré. Sentía come me ruborizaba furiosamente.
“Mi Bella, ésta vez el rubor ha teñido más que tus mejillas. Tus pechos están positivamente ruborizados también. Creo que voy a necesitar cortar nuestra pequeña conversación…” 
“Dichoso,” lo interrumpí, la palabra vino a mí repentinamente. “Tu pareces dichoso, Edward. Y guau, no me estoy quejando, yo solo estoy… abrumada contigo esta mañana. Te he visto contento antes pero nunca dichoso.” La manera en que me miraba… me hizo empujar las caderas contra él, y nuestros quejidos salieron al unísono.
Para mi sorpresa él rodo y quedo de espaldas en la cama, poniendo un brazo detrás de su cabeza y tiro de mí hacia su pecho con el otro brazo. Me incline sobre él, con la barbilla apoyada sobre mis manos. Él observo el techo pensativo por algunos momentos.
“Es solo que…” él me detuvo y me miro cuidadoso antes de continuar. “Bella, por favor no lo tomes como un ataque de autoconfianza.” Se rió entre dientes suavemente, “pero, fue más fácil de lo que yo esperaba, poder controlarme contigo. Nunca me desconcentre, yo nunca olvidé cuan frágil eres. Estaba totalmente consumido por ti, por cada movimiento que hacías, cada quejido, cada grito de asombro, cada respiración, cada contracción de cada músculo de tu cuerpo. No puedo describir cómo me sentí, yo estaba absolutamente en sintonía con tu cuerpo. No sé si puedo ponerlo en palabras. Creo que yo no estaba… completo hasta que te hice el amor. Ahora me siento entero. Me siento tranquilo. Dios, me siento tranquilo.” Él me sonrió. Nunca lo había visto de esta manera, y sentí que todo mi mundo desaparecía, dejando apenas este momento.
Estaba sin habla. Sentía las lagrimas formarse en mis ojos y me las trague inmediatamente. Quería que él siguiera hablando de esto, que me dijera más. “¿Es eso lo que quisiste decir?” Me ruboricé. “Cuando dijiste “yo no sabía…” anoche mientras que hacíamos el amor. ¿Es eso lo que querías decir?”
“Me imagino que eso es lo que quise decir…” Lo sentí reír silenciosamente debajo de mí. “No podía elegir mis palabras cuidadosamente en ese momento.”
Reí nerviosamente. “Supongo que no. Yo pensé… creí que tú querías decir que no sabías que podías sentir algo como eso. Quiero decir, eso es lo que yo estaba pensando en ese momento. Edward, nunca me imagine que existiera algo que pudiera sentirse tan perfecto.” Mire para arriba y lo vi asentir con la cabeza.
“Quise decir eso, también, sí. Por supuesto, Bella. Si yo hubiera sabido que esto se sentiría así, si alguien me hubiera dicho cómo se sentiría estar dentro de ti… Bella, no sé si habría podido esperar a nuestra luna de miel.” Él rió otra vez y yo pensé que nunca conseguiría cansarme de ese sonido. “Esta mañana me encuentro maravillado de que era más fácil de lo que yo esperaba, el mantenerme en control contigo.” Él se encogió y suspiró. “Bien, déjame aclarar esto. Algunas cosas vinieron muy fácilmente anoche, otras no lo hicieron.” Lo sentía reír debajo de mí otra vez.
Me incorporé, mirandolo . “Oh Edward, cuando puse mi boca sobre ti…” Luché para sostener su mirada, mis mejillas quemaban furiosamente. “Lo siento mucho, yo solo perdí la noción…” se incorporo antes de yo terminara de hablar, coloco un dedo sobre mis labios y sacudió su cabeza. Luego cruzó las piernas y me tiro sobre su regazo para que lo montara a horcajadas mientras que él frotaba ligeramente mi espalda.

“Bella, mi reacción a eso no fue por miedo de perder el control y morderte o lastimarte.” Vi un destello en sus ojos, él disfrutaba de esta tomadura de pelo. Se inclinó hacia mí para besar mi pezón suavemente y entonces su mirada se elevo a mis ojos. “No pensé que podría durar demasiado tiempo con tu boca en mí… iba a acabar en segundos. No pienso que mi ego hubiera podido manejar eso anoche, aunque me imagino que seguramente el tuyo se habría beneficiado bastante.” Me hizo un guiño.
“Oh. Oh...” Dije y mire hacia su regazo involuntariamente, a su erección que se filtraba hacia arriba contra mi muslo.
“Tu boca…Dios, Bella… no tienes ni idea…” él miraba fijamente mis labios, sus ojos se volvían oscuros de lujuria. Él levanto su brazo para frotar un dedo a lo largo de mi labio inferior.
Me lamí los labios involuntariamente y él gimió. “¿Hubo alguna otra cosa…difícil para ti…?” Murmuré suavemente, apenas capaz de respirar con la mirada de él devorándome.  Sus manos bajaron hacia los lados y comenzaron a acariciar mis pechos lentamente, sus pulgares empujaban mis pezones. Tenía que saber lo que podía y no podía hacer. Apenas podía resistirme a poner mis manos sobre su miembro endurecido, que asomaba entre mis piernas.
“Mmmm, sí.” Él se inclinó hacia mí y apoyo sus labios contra mi oído. “Quise poner mi lengua en ti anoche. Ésa fue la cosa más difícil de resistir. Quise probarte, pero no de la manera que ha significado eso en el pasado…”
Gemí contra él y empujé mi cuerpo más cerca de su regazo, frotando mi centro mojado contra él. Podría moverlo dentro de mí con apenas un ajuste leve de mis caderas y ese descubrimiento hizo que mi corazón se alocara. Él gruñó en mi oído por el sonido de mi corazón que se aceleraba. “¿Quieres probarme, Edward?” Pregunte. Entonces puse mi dedo contra mi base mojada, sintiendo cómo mi cuerpo había respondido a él. Sabía que él no pondría su lengua en mí por miedo de que su veneno me lastimara. Sus ojos siguieron mi mano, sorprendidos. Levanté mi dedo para arriba y lo unté en sus labios. “Pruébame, Edward.” Susurré en su oído y después arrastré mi lengua a lo largo de su cuello.

Él inhaló agudamente, su cabeza cayó hacia atrás. Sus brazos me levantaron hacia arriba y me bajaron lentamente sobre su miembro. Jadeé suavemente por la sensación de él llenándome totalmente. Su carne fría se sentía maravillosa contra mi centro y yo podía sentir como mi cuerpo lo apretaba. “Edward, oh…” Me incliné contra él, comenzando a mover las caderas lentamente. Él gruñó y tiró mi ruborizado pecho contra el suyo. Sus manos se movieron debajo de mí y me movieron suavemente a lo largo de su longitud. Una de sus manos comenzó a frotar mi clítoris suavemente, y después con más presión.
Perdí toda la calma y comencé a empujar mis caderas contra él, clavando mis uñas en su espalda, frotándome contra su mano, gimiendo su nombre. Quise permanecer así por siempre, yo quería hacer el amor con Edward por el resto de la eternidad. Su cuerpo encajaba con el mío perfectamente, podía sentir como cada célula de mi cuerpo zumbaba. Mi orgasmo vino estrellándose sobre mí y grité su nombre repetidamente mientras él se impulsaba encendido, “Sí Bella, ven mi vida, sí… oh Dios Bella,” grito mientras que mis paredes se apretaban con fuerza alrededor de él. Podía sentir su respiración agitada en mi oído. “Estoy muy cerca Bella, por favor, Bella.” Entonces se hecho de espaldas sobre la cama para mirarme montada sobre él, sus ojos pegados en los míos, su boca abierta. Él dijo mi nombre con urgencia cuando comenzó a pulsar dentro de mí.

                                                             *****

Me quede sentada mirándolo por varios minutos, solo admirando cómo su cuerpo se veía debajo de mí, él todavía estaba dentro mío. Movió sus manos suavemente arriba y abajo de mis muslos y sonrió mi sonrisa torcida preferida.
“Guau.” Exhalé.
“Exacto.”
Fue entonces que me di cuenta. Las sabanas por debajo de él eran azules. Habría podido jurar que eran blancas cuando llegamos anoche. “¿Edward?”
“¿Mmmm?” Sus ojos siguieron afincados en mis caderas, sus dedos dibujando círculos en mis muslos.
“Dime acaso tu… um…” Vacilé, la respuesta nació en mi mente. “Edward… ¿hubo sangre en las sabanas anoche… mía…?”
Él miro hacia arriba hacia mí y sonrió, asintiendo brevemente.
“Me las comí así que tuve que conseguir unas nuevas.”
Siguió riéndose debajo de mí.
“¡Oh mi Dios Edward, detente!” Jadeé. Su cuerpo se sacudía con la risa.
“Las puse en el lavadero con un blanqueador. No estaban muy manchadas, pero me distraían un poco. Las puse en el lavarropas y después me fui a cazar.” Dijo encogiendo los hombros.
Cabeceé, intentando luchar contra la mortificación que me causaba la imagen de Edward cambiando las sabanas. Él me observaba y me tiró hacia abajo a su lado. “Bella.” Tocó mi barbilla para hacer que lo mira a los ojos. “Amor, tú eras virgen anoche. Tu nunca habías sido tocada de esa forma. Esto no es algo por lo que debas sentirte avergonzada. ¿Sabes lo especial que eso fue para mí?.” Él me besó tiernamente, tomando mi labio inferior entre los suyos y succionando suavemente. Mi estómago retumbó ruidosamente.
“Ahora,” dijo riendo, “es hora de que tu chef desnudo comience a trabajar.”


                                               ~*~
¡¿Que les pareció?! Intenso es...y algo hot, también....
Déjenme saber si les gusto, quedan 16 Capítulos mas que ya están traducidos, solo les estoy agregando fotos para ilustrarlos.

Besitos Culposos


                         Mrs. Jones

9 comentarios:

nelarivera dijo...

ESTUVO SUPER CALIENTE!
y dios esas imagenes estuvieron tan buenas!
es lo que me encanta de tus fics, que siempre tratas de ilustrar todas las historias, es por eso que te quedan tan buenas!
muero por los otros 16 caps.
espero la continuacion de los otros con ansias tambien
CERO PRESION!!!!!!!!
BESOS

CarisWestenra dijo...

Por un lado estoy agradecida a Meyer por no poner escenas XXX asi las buenas escritoras nos deleitan con sus fics...XXX...jajajaja 16 más? Dios, esta Lola sí tiene imaginación. Me da envidia y de la sana.
Hasta la proxima guapa...^^

Berny! =) dijo...

hooola Mrs.Jones!!!! woooooow!!! me mataste con este fic!!!! realmente está buenisimoooo!!! pensé que despues de La Oficina no iba a encontrar uno taan bueno!! pero éste me encantoo!!! y las imagenes son la frutilla del postre!!!!!! muero por el resto de los caps!!! un beso enormeee! y me alegra que estes de vueltaaa! ya se te extrañabaaaaaa!!!!!!
gracias por todoo!!!

Cyn dijo...

Hola amores!!!! Gracias a uds. por su apoyo continuo y sepan que a mi me da mucha alegria que disfruten de estas historias que yo traduzco con mucho amor. Pensar que al principio de mi enamoramiento de Twilight me sentia tan sola..., no se si recuerdan que sucedio apenas unos meses despues de que me mudara desde el centro de la ciudad de Baires, donde vivi siempre a una especie de pueblito (Don Torcuato) (Cdad. de Tigre) donde vivo actualmente, y hace ya tres años. Pase de vivir en un depto. a una casa, para nosotros, ENORME!!!, con mucho jardin, etc. pero absolutamente alejada del mundanal ruido. Solo decirles que descubri mi adiccion a los taxis, solo cuando me di cuenta que aqui no existen!!!
en fin, uds., su apoyo y sus comentarios me dan pilas para seguir haciendo esto y por ello estoy muy agradecida.
Las quiero Chikies. YOU ROCK MY WORLD!!!!!!!!!!
Besitos culposillos para todas!
P.D.: ¿Las fotos les parecieron demasiado triple X? Si es asi, bajare el tono para los proximos caps., pero si no, sepan que hay Muuuuchisimas mas de donde salieron estas...mwahahahaha!!!!

Berny! =) dijo...

Mrs. Jones!!! haaay que ternor tu comentariooo!! sos un amooor!!! mejor que te hayas mudado a un pueblo mas chiko pero a una casa MAS grande!! jajaja!! es algo super positivoo! cambiaste la ciudad Grande y casa chika por pueblo chiko y casa Grande!! jajajaj!
de verdad te lo agradecemos de toodo corazoooon!!! haces un trabajo excelentee y todas lo super disfrutamooos!!!
noooo! las fotos no nos parecieron muuy triple X!!! estan Buenisimaaaaas!! seguí asi! que son la frutilla del postre tras leer cada cosa y ver cada foto nos dejan PUM! para arribaaa!! besos enormeeeeess!!!! Berny desde Pergamino!! otra ciudad chikitaa! jajajaj!

Magymc dijo...

Hola me ha encantado... ha sido muy sensual y amoroso...y ver a un Edw desinhibido es fantástico... ahora una pregunta donde encuentro el segundo cap para poder seguirte leyendo... x fis xoxo

G_pattz dijo...

HOLA AMIGA ME HA ENCANTADO ESTA HISTORIA..HOY APENAS VI EL LINK QUE MI IDOLA SACHI PUBLICO EN SU TWITTER Y BUENO POR AQUI ESTARE SIGUIENDOLAS..GRACIAS!!!!

Anónimo dijo...

Hola!! de nuevo por aqui,solo he leido el primer cap, pero esta que te mueres,este fin de semana que estoy un poco libre lo voy a dedicar a esta historia, las imagenes estan barbaras.como esta historia circulan varias ,pero las partes hot cansan bastante y terminan siendo vulgares y aburridas. ya te comentare los siguientes cap.Desde España,Candy

Cyn dijo...

Candy! Bienvenida!!! Que alegria que hayas disfrutado de esta historia tanto como nosotras! Quiero contarte que LolaShoes, la autora de la historia, es aclamada dentro del mundo del fanfiction, justamente, porque sus historias no son vulgares, a medida que vayas leyendola, vas a entender a lo que me refiero...Ella a logrado mejor que cualquier otro autor, a mi humilde entender, describir el torbellino de emociones que envuelve a nuestros tortolitos no solo desde el plano sexual sino, y por sobre todo desde el emocional. Nos cuenta mucho sobre este presente de Bella y Edward, su relacion con el pasado y sus proyectos para el futuro. Espero te guste!!! Y gracias por dejarnos tu comment! Besitos culposos, Mrs.Jones y Lady G!

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