Desperté con Edward plantando besos suaves a lo largo de mi hombro, tarareando mi nana. Me acurruqué contra su cuerpo fresco, el día ya estaba caluroso, la luz del sol fluía brillante en el cuarto.
“Buenos días, amor.” Le besé el pecho, y luego frote mi nariz contra él.
“Lo es por cierto.” Sus manos frotaron ligeramente mi pelo; él enredó una pierna sobre las mías, tirando de mí hacia él.
“¿Tuviste una buena noche, no es cierto?” Le pregunté, con una sonrisa en la voz.
Edward rió. “La tuve. ¿Y tú?”
“Sorprendente.” Suspiré. “Tuve algunos sueños bastante salvajes.”
“¿En serio?” Me preguntó en broma, inclinándose para besarme el oído y susurró seductor, “yo amo escuchar tus sueños.”
Reí nerviosamente y me volteé, tirando de su brazo conmigo para que él me hiciera cucharita.
“¿Qué nos paso anoche?” Le pregunté, ruborizándome solo de recordarlo.
“Lo que sea, sugiero que lo compremos por mayor.”
“¿Qué nos paso anoche?” Le pregunté, ruborizándome solo de recordarlo.
“Lo que sea, sugiero que lo compremos por mayor.”
Podía sentir su cuerpo respondiendo detrás de mí.
“La mitad de la noche es una hora tan íntima. Me sentí….”
“La mitad de la noche es una hora tan íntima. Me sentí….”
Busqué la palabra correcta.
“Sentí como si estuviéramos dentro de un sueño.”
Edward gimió levemente en mi oído.
“Si tan solo…” él me besó el cuello, sus manos frotaban ligeramente mi pecho, su cuerpo pulsaba contra mi espalda.
“Quisiera actuar siempre esos sueños.”
Nos quedamos quietos por varios minutos, escuchando el sonido de las olas que se estrellaban no muy lejos de la casa, las puertas francesas abiertas, dejando entrar una brisa caliente.
“Sentí como si estuviéramos dentro de un sueño.”
Edward gimió levemente en mi oído.
“Si tan solo…” él me besó el cuello, sus manos frotaban ligeramente mi pecho, su cuerpo pulsaba contra mi espalda.
“Quisiera actuar siempre esos sueños.”
Nos quedamos quietos por varios minutos, escuchando el sonido de las olas que se estrellaban no muy lejos de la casa, las puertas francesas abiertas, dejando entrar una brisa caliente.
*****
“¿Edward?” Pregunte.
“Sí, amor.”
“¿Alguna vez piensas que vas a extrañar… tu vida de antes…… la tranquilidad, quiero decir?”
Él rió.
“Dios, No. Antes de ti Bella, yo solo dejaba pasar la vida. Apenas podría llamarla existencia.”
“¿No te preocupa que… quizás algún día, pueda ser que quieras algo más?”
No sabía qué me pasaba. Sentía ganas de llorar, estaba tan enamorada de él.
Él se quedo en silencio por algunos momentos.
“¿No te preocupa que… quizás algún día, pueda ser que quieras algo más?”
No sabía qué me pasaba. Sentía ganas de llorar, estaba tan enamorada de él.
Él se quedo en silencio por algunos momentos.
¿“Es algo que a ti te preocupa? Bella, no estoy seguro de qué me estás preguntando.”
Yo tampoco lo sabía.
Yo tampoco lo sabía.
“Por siempre es mucho tiempo.”
Edward estaba perfectamente quieto. Él convino muy quedamente.
“Por siempre es muchísimo tiempo.”
Edward estaba perfectamente quieto. Él convino muy quedamente.
“Por siempre es muchísimo tiempo.”
Su voz se llenó de ansiedad y de tristeza.
“¿Crees que te aburrirás de - gesticulé detrás de mí, al espacio entre nosotros- de ésto?”
Edward tiró de mí apretándome más contra él e inclinó su cabeza contra la mía.
“¿De qué se trata ésto, querida? ¿Piensas que me cansaré de ti? “¿Que comenzaré a encontrar esto - él imito mi gesto alrededor de nosotros, con su mano delante de mí - aburrido?”
Luché para encontrar las palabras. No sabía qué se había encendido en mi cabeza. En solamente tres días, la luna de miel había sido apasionada, por supuesto, pero también cruda. Intensa. Me sentía muy expuesta y vulnerable. Cada momento se sentía más perfecto que el anterior, cada vez que notaba cuánto me amaba él, más temía saber cómo sería perderlo. Mi vida había comenzado a depender, absoluta y literalmente, de esta otra persona y me aterrorizaba pensar que él se despertaría y se daría cuenta de que había cometido una equivocación.
“Supongo que lo que estoy diciendo,” dije lentamente, mirando sobre mi hombro y sonriéndole débilmente.
“Siento como que tengo tanto menos… experiencia y conocimiento que tú. Me preocupa que eventualmente me encontrarás poco estimulante.”
Me encogí contra él. No había capturado la esencia de mi miedo repentino, no podía encontrar las palabras.
Él tiró de mí contra su pecho, acariciando mis senos, empujó sus caderas contra mi espalda. “Bella, amor, yo te encuentro demasiado estimulante.”
Suspiré. “Es duro explicar lo que quiero decir. Eso no es a lo que me refería. ”
“¿Crees que te aburrirás de - gesticulé detrás de mí, al espacio entre nosotros- de ésto?”
Edward tiró de mí apretándome más contra él e inclinó su cabeza contra la mía.
“¿De qué se trata ésto, querida? ¿Piensas que me cansaré de ti? “¿Que comenzaré a encontrar esto - él imito mi gesto alrededor de nosotros, con su mano delante de mí - aburrido?”
Luché para encontrar las palabras. No sabía qué se había encendido en mi cabeza. En solamente tres días, la luna de miel había sido apasionada, por supuesto, pero también cruda. Intensa. Me sentía muy expuesta y vulnerable. Cada momento se sentía más perfecto que el anterior, cada vez que notaba cuánto me amaba él, más temía saber cómo sería perderlo. Mi vida había comenzado a depender, absoluta y literalmente, de esta otra persona y me aterrorizaba pensar que él se despertaría y se daría cuenta de que había cometido una equivocación.
“Supongo que lo que estoy diciendo,” dije lentamente, mirando sobre mi hombro y sonriéndole débilmente.
“Siento como que tengo tanto menos… experiencia y conocimiento que tú. Me preocupa que eventualmente me encontrarás poco estimulante.”
Me encogí contra él. No había capturado la esencia de mi miedo repentino, no podía encontrar las palabras.
Él tiró de mí contra su pecho, acariciando mis senos, empujó sus caderas contra mi espalda. “Bella, amor, yo te encuentro demasiado estimulante.”
Suspiré. “Es duro explicar lo que quiero decir. Eso no es a lo que me refería. ”
Mi voz sonaba pequeña, vulnerable.
Edward me dio vuelta para hacerle frente, su cara era una mezcla de culpa y seguridad.
Edward me dio vuelta para hacerle frente, su cara era una mezcla de culpa y seguridad.
“Bella.” Él tomó mi cara en sus manos.
“Mi broma estuvo fuera de lugar, lo siento. Tú te estás sintiendo ansiosa, aunque no puedo imaginarme por qué. Yo estoy ni más ni menos que totalmente dedicado y absolutamente devoto a ti. Yo soy una constante. Por favor, escúchame. Lo que debí haber dicho es esto: tienes razón. He vivido más tiempo, he visto mucho más en mis días. Pero, como dije, era apenas una existencia. Apenas me manejaba. Ahora, lo estoy experimentando todo otra vez contigo. No sólo contigo, sino conmigo mismo como una persona enteramente diferente. Una persona felíz. Un hombre, enamorado. Casado. Dichoso.”
Él me besó los labios tiernamente, luego abrió su boca vacilante, intensificando el beso, y algunos momentos después cerro los labios contra los míos, cambiando de idea.
“Todo el tiempo que estuve solo me sirvió para probar muchísimas cosas. Y ya sé qué hay cosas que son pasiones eternas – como la música. Y por supuesto que hubo cosas que captaron mi atención pero por poco tiempo, y entonces seguí adelante. Bella, para que entiendas el contexto, tú eclipsaste la música en el momento en que puse los ojos en ti. Imagínate el grado al cual dependo de ti y te necesito, ahora. No te quise porque estaba solo. Bella, te quise porque pertenezco a ti.”
Suspiré. ¿Cómo podría discutir con tal proclamación? Me acurruqué contra él en respuesta.
Relajándose, él murmuró, “sin embargo, la broma inoportuna es enteramente cierta. Ahora tengo dos razones por las que nunca necesitaré cualquier cosa o a cualquier persona: tu cerebro, y este cuerpo.” Sus manos frotaron mi espalda suavemente.
Lo besé completamente, usando mi cuerpo para agradecerle por entender mi inseguridad inexplicable de que podría perderlo alguna vez. Anoche en la sala de estar, la extensión de nuestro entendimiento mutuo y de nuestras necesidades, y después, el encuentro en medio de la noche, en un nuevo lugar erótico, ambos acontecimientos crearon una conexión tan profunda que me di cuenta, nuevamente, de que no podría vivir sin Edward. No estaba entera sin él.
“Bella, más para el ejercicio de la conversación que para el reaseguro… ¿cómo sabes que tú no necesitarás más, más familia, más espacio, o más… experiencias humanas?” Su mano se apoyó en mi abdomen, su voz se detuvo en mi oído.
“¿Más familia?” Pregunté, riendo.
“Tienes razón,” convino, riéndose entre dientes.
“No carecemos ciertamente de energía familiar.”
“Con respecto a lo demás, bueno…” Dije, pensando, “más espacio… supongo que lidiaremos con esas cosas a medida que aparezcan. Si uno o el otro de nosotros necesita espacio, nos encargaremos de conseguirlo. Experiencias más humanas… Edward, ¿te refieres a niños?”
“Sí.”
Suspiré y vacilé. “No he pensado en esta pegunta, pero sé que el silencio en ésto te volvería loco. Intentaré pensar en voz alta.”
“Gracias,” él respiró contra mi cuello.
“No puedo fingir que no he pensado en ello. La razón por la que querría tenerlos, contigo y solamente contigo, es porque querría crear algo que nos combine. … Oh. Amaría tener tu hijo Edward…” Suspiré y él frotó ligeramente mi cara.
“Simplemente no me causa dolor que no sea posible, e incluso si lo fuera, ahora no querría eso para nosotros. Es verdad cuando digo que tú eres mi mundo entero, tú eres bastante. Mucho más que bastante.”
Edward me besó, tomando mi labio inferior entre los suyos. Él me miraba vacilante antes meter mi labio en su boca, su lengua se movía suavemente hacia adelante y hacia atrás a través de mi carne, sus labios cubrían sus dientes. No moví un músculo, sofoqué un quejido. No quería que el momento se perdiera. Sentía un pequeño cosquilleo en mi labio, nada más. Él gimió contra mí, relajándose, y comenzó a besarme otra vez, más profundo, susurrando mi nombre.
Envolví mis brazos alrededor de su cuello, lanzando una pierna sobre su cadera, tirando de él hacia mí. Nos besamos por horas, disfrutando con la sensación de nuestras bocas. Él dejó de vez en cuando que su lengua tocara la mía brevemente, el contacto era como una descarga de electricidad bajando por mi cuerpo,
… mi cuerpo hambriento por dejarlo explorarme.
“Mi broma estuvo fuera de lugar, lo siento. Tú te estás sintiendo ansiosa, aunque no puedo imaginarme por qué. Yo estoy ni más ni menos que totalmente dedicado y absolutamente devoto a ti. Yo soy una constante. Por favor, escúchame. Lo que debí haber dicho es esto: tienes razón. He vivido más tiempo, he visto mucho más en mis días. Pero, como dije, era apenas una existencia. Apenas me manejaba. Ahora, lo estoy experimentando todo otra vez contigo. No sólo contigo, sino conmigo mismo como una persona enteramente diferente. Una persona felíz. Un hombre, enamorado. Casado. Dichoso.”
Él me besó los labios tiernamente, luego abrió su boca vacilante, intensificando el beso, y algunos momentos después cerro los labios contra los míos, cambiando de idea.
“Todo el tiempo que estuve solo me sirvió para probar muchísimas cosas. Y ya sé qué hay cosas que son pasiones eternas – como la música. Y por supuesto que hubo cosas que captaron mi atención pero por poco tiempo, y entonces seguí adelante. Bella, para que entiendas el contexto, tú eclipsaste la música en el momento en que puse los ojos en ti. Imagínate el grado al cual dependo de ti y te necesito, ahora. No te quise porque estaba solo. Bella, te quise porque pertenezco a ti.”
Suspiré. ¿Cómo podría discutir con tal proclamación? Me acurruqué contra él en respuesta.
Relajándose, él murmuró, “sin embargo, la broma inoportuna es enteramente cierta. Ahora tengo dos razones por las que nunca necesitaré cualquier cosa o a cualquier persona: tu cerebro, y este cuerpo.” Sus manos frotaron mi espalda suavemente.
Lo besé completamente, usando mi cuerpo para agradecerle por entender mi inseguridad inexplicable de que podría perderlo alguna vez. Anoche en la sala de estar, la extensión de nuestro entendimiento mutuo y de nuestras necesidades, y después, el encuentro en medio de la noche, en un nuevo lugar erótico, ambos acontecimientos crearon una conexión tan profunda que me di cuenta, nuevamente, de que no podría vivir sin Edward. No estaba entera sin él.
“Bella, más para el ejercicio de la conversación que para el reaseguro… ¿cómo sabes que tú no necesitarás más, más familia, más espacio, o más… experiencias humanas?” Su mano se apoyó en mi abdomen, su voz se detuvo en mi oído.
“¿Más familia?” Pregunté, riendo.
“Tienes razón,” convino, riéndose entre dientes.
“No carecemos ciertamente de energía familiar.”
“Con respecto a lo demás, bueno…” Dije, pensando, “más espacio… supongo que lidiaremos con esas cosas a medida que aparezcan. Si uno o el otro de nosotros necesita espacio, nos encargaremos de conseguirlo. Experiencias más humanas… Edward, ¿te refieres a niños?”
“Sí.”
Suspiré y vacilé. “No he pensado en esta pegunta, pero sé que el silencio en ésto te volvería loco. Intentaré pensar en voz alta.”
“Gracias,” él respiró contra mi cuello.
“No puedo fingir que no he pensado en ello. La razón por la que querría tenerlos, contigo y solamente contigo, es porque querría crear algo que nos combine. … Oh. Amaría tener tu hijo Edward…” Suspiré y él frotó ligeramente mi cara.
“Simplemente no me causa dolor que no sea posible, e incluso si lo fuera, ahora no querría eso para nosotros. Es verdad cuando digo que tú eres mi mundo entero, tú eres bastante. Mucho más que bastante.”
Edward me besó, tomando mi labio inferior entre los suyos. Él me miraba vacilante antes meter mi labio en su boca, su lengua se movía suavemente hacia adelante y hacia atrás a través de mi carne, sus labios cubrían sus dientes. No moví un músculo, sofoqué un quejido. No quería que el momento se perdiera. Sentía un pequeño cosquilleo en mi labio, nada más. Él gimió contra mí, relajándose, y comenzó a besarme otra vez, más profundo, susurrando mi nombre.
Envolví mis brazos alrededor de su cuello, lanzando una pierna sobre su cadera, tirando de él hacia mí. Nos besamos por horas, disfrutando con la sensación de nuestras bocas. Él dejó de vez en cuando que su lengua tocara la mía brevemente, el contacto era como una descarga de electricidad bajando por mi cuerpo,
… mi cuerpo hambriento por dejarlo explorarme.
*****
Apoyé la cabeza contra su pecho, inhalando el olor de él, de nuestros aromas mezclados juntos en la cama. Sus manos dibujaron suaves líneas arriba y abajo de mi espalda. Mis manos descansaban en su pecho, mis dedos frotan ligeramente su piel.
“¿Edward?”
“Mmmm?”
“¿Alice y Jasper nunca pelean?”
Él se rió de esto. ¿“Qué rayos te hizo pensar en eso? Mi mente no podría estar más lejos de tales cosas.”
“Tren de pensamiento,” me encogí, sonriendo hacia él.
“¿Edward?”
“Mmmm?”
“¿Alice y Jasper nunca pelean?”
Él se rió de esto. ¿“Qué rayos te hizo pensar en eso? Mi mente no podría estar más lejos de tales cosas.”
“Tren de pensamiento,” me encogí, sonriendo hacia él.
“Emmett y Rosalie pelean todo el tiempo. Sabemos que ambos, tu y yo tenemos temperamentos fuertes también…” él se rió entre dientes de esto, no discrepando.
“Solamente que pienso que nunca he visto a Alice y Jasper discutir.”
Él rió otra vez.
“Solamente que pienso que nunca he visto a Alice y Jasper discutir.”
Él rió otra vez.
“Lo hacen, aunque raramente. Jasper es tan relajado, y Alice se mueve tan rápidamente de las cosas, que pocas veces se ven envueltos en una discusión. Lo que sucede generalmente, sin embargo, es que cuando uno de ellos se enoja, Alice sabe como resultará, y Jasper detecta su calma, así que lo que hacen es saltar directamente a la reconciliación”
Reí. “Muy conveniente.”
“Ahora,” él se rió entre dientes, “la excepción es cuando Emmett convence a Jasper de hacer algo estúpido - club de strippers, apuestas extrañas - y a Alice no le gusta ni el resultado ni la decisión de Jasper de seguirlo. Entonces ella se convierte en un pequeño demonio con ruedas.”
“O un demonio en tacos altos” bromeé.
“Mejor,” Edward convino, riendo.
Me quedé en silencio un momento, y entonces mirando para arriba le pregunté. “¿Clubs de strippers?”
Edward rió, su cabeza se apoyo contra la almohada.
“Ahí está. Estaba esperando que preguntaras.”
“¿vas… a menudo?” Mordí mi labio, masticándolo ligeramente con mis dientes.
Edward miraba cautivado mi boca.
Reí. “Muy conveniente.”
“Ahora,” él se rió entre dientes, “la excepción es cuando Emmett convence a Jasper de hacer algo estúpido - club de strippers, apuestas extrañas - y a Alice no le gusta ni el resultado ni la decisión de Jasper de seguirlo. Entonces ella se convierte en un pequeño demonio con ruedas.”
“O un demonio en tacos altos” bromeé.
“Mejor,” Edward convino, riendo.
Me quedé en silencio un momento, y entonces mirando para arriba le pregunté. “¿Clubs de strippers?”
Edward rió, su cabeza se apoyo contra la almohada.
“Ahí está. Estaba esperando que preguntaras.”
“¿vas… a menudo?” Mordí mi labio, masticándolo ligeramente con mis dientes.
Edward miraba cautivado mi boca.
“No,” él murmuró suavemente, y se inclinó para besarme. “Nunca. Emmett ha ido una o dos veces para hacer enojar a Rose. Jasper ha ido quizá una vez con Emmett, pero no es realmente una buena idea para él. Alice va más a menudo.”
“¿Alice va?” Pregunté sorprendida.
Él se estremeció.
“Ella dice que es para aprender movimientos nuevos, con lo que sea que eso signifique. Yo destierro las imágenes, lo hago realmente.”
Me reí de su reacción y me quedé silenciosa por algunos minutos, pensando en los bailes de Alice para Jasper. Mi mente vagó hacia la maleta en el piso llena por completo de ropa interior y de cosas que incluso yo ni sabía que existían antes de este viaje. Una idea se había estado infiltrando en mi cabeza desde los acontecimientos en la sala de estar anoche. Quería que él confiara en que yo estaba aquí para cubrir sus necesidades, así como él estaba aquí resolver las mías. Necesitaría volver a la maleta por ayuda. Mi estómago se tensó en el pensamiento de lo que planeé, cómo desearía poder moverme de una manera más sensual.
Después algunos minutos más de silencio cómodo, Edward tocó mi mejilla.
“¿Alice va?” Pregunté sorprendida.
Él se estremeció.
“Ella dice que es para aprender movimientos nuevos, con lo que sea que eso signifique. Yo destierro las imágenes, lo hago realmente.”
Me reí de su reacción y me quedé silenciosa por algunos minutos, pensando en los bailes de Alice para Jasper. Mi mente vagó hacia la maleta en el piso llena por completo de ropa interior y de cosas que incluso yo ni sabía que existían antes de este viaje. Una idea se había estado infiltrando en mi cabeza desde los acontecimientos en la sala de estar anoche. Quería que él confiara en que yo estaba aquí para cubrir sus necesidades, así como él estaba aquí resolver las mías. Necesitaría volver a la maleta por ayuda. Mi estómago se tensó en el pensamiento de lo que planeé, cómo desearía poder moverme de una manera más sensual.
Después algunos minutos más de silencio cómodo, Edward tocó mi mejilla.
“Bella, ¿qué estas pensando?”
“Sólo deseando poder ser más coordinada.” Lo traje al extremo de mi tren de pensamiento, sabiendo que él imaginaría los pasos intermedios.
Lo hizo. Se incorporó, y me tiró sobre su regazo, luego se inclinó contra la cabecera de la cama. “Tú no necesitas un caño para ser sensual casi “fuera de este mundo”, Bella.”
Reí nerviosamente.
“Sólo deseando poder ser más coordinada.” Lo traje al extremo de mi tren de pensamiento, sabiendo que él imaginaría los pasos intermedios.
Lo hizo. Se incorporó, y me tiró sobre su regazo, luego se inclinó contra la cabecera de la cama. “Tú no necesitas un caño para ser sensual casi “fuera de este mundo”, Bella.”
Reí nerviosamente.
“Mmmm, te ganaste un beso por eso,”
“Entonces que sea uno bueno, esos vienen tan raramente...” Él gruñó, bromeando.
Me di vuelta y me subí sobre su regazo a horcajadas, besando sus labios, lamiéndolos completamente con los míos, pidiendo que tocara su lengua con la mía otra vez. Su boca se abrió, su lengua se lanzó en mi boca brevemente. Gemimos y nos retiramos, para mirarnos. Necesitábamos descubrir cómo hacerlo.
“Sobre tu sueño de anoche…” él se inclinó hacia mi cuello y susurró contra mi piel.
“Necesito saber lo que puedo y no puedo hacer. ¿Cómo se sintió mi lengua en tus labios antes y contra tu lengua ahora mismo?”
Mi corazón se cerró de golpe contra mi pecho, y Edward me miro extrañado, preocupándose porque yo me adelantara demasiado rápido con esto.
“Cosquilleo un poco, como… cuando comes algo picante pero sin el ardor.”
“Entonces que sea uno bueno, esos vienen tan raramente...” Él gruñó, bromeando.
Me di vuelta y me subí sobre su regazo a horcajadas, besando sus labios, lamiéndolos completamente con los míos, pidiendo que tocara su lengua con la mía otra vez. Su boca se abrió, su lengua se lanzó en mi boca brevemente. Gemimos y nos retiramos, para mirarnos. Necesitábamos descubrir cómo hacerlo.
“Sobre tu sueño de anoche…” él se inclinó hacia mi cuello y susurró contra mi piel.
“Necesito saber lo que puedo y no puedo hacer. ¿Cómo se sintió mi lengua en tus labios antes y contra tu lengua ahora mismo?”
Mi corazón se cerró de golpe contra mi pecho, y Edward me miro extrañado, preocupándose porque yo me adelantara demasiado rápido con esto.
“Cosquilleo un poco, como… cuando comes algo picante pero sin el ardor.”
Luché para encontrar la mejor descripción. No fue para nada desagradable. Él me miraba, claramente no entendiendo la sensación.
“Sólo un cosquilleo.”
“Cosquilleo… suena prometedor,” Edward me sonrió.
“Quiero darte todo, Bella, y dios sabe que quiero probarte más de lo que puedo poner posiblemente en palabras.” Le sonreí, ruborizándome.
“De verdad, Bella. Tu sueño de anoche, es mi sueño constante. Sé que el veneno es tóxico, y que si alcanza tu torrente sanguíneo él… bueno, tú sabes. Pero he conseguido controlar bien cuánto entra en mi boca cuando te beso. Es muy mínimo. Quisiera intentar… poner mi boca en ti, pero solamente si tú estás de acuerdo, y solamente en tu piel primero. No… tu carne más suave, no todavía.”
Noté que él no dijo vulva. Ésa era al parecer nuestra palabra de la medianoche. Sonreí, y él sonrió detrás de mí, entendiendo.
Él me miraba, expectante.
“¿Estás esperando otra respuesta que no sea “por favor Edward, me lames ahora”? ¿Realmente?”
Él se rió y me abrazó fuerte.
“Sólo un cosquilleo.”
“Cosquilleo… suena prometedor,” Edward me sonrió.
“Quiero darte todo, Bella, y dios sabe que quiero probarte más de lo que puedo poner posiblemente en palabras.” Le sonreí, ruborizándome.
“De verdad, Bella. Tu sueño de anoche, es mi sueño constante. Sé que el veneno es tóxico, y que si alcanza tu torrente sanguíneo él… bueno, tú sabes. Pero he conseguido controlar bien cuánto entra en mi boca cuando te beso. Es muy mínimo. Quisiera intentar… poner mi boca en ti, pero solamente si tú estás de acuerdo, y solamente en tu piel primero. No… tu carne más suave, no todavía.”
Noté que él no dijo vulva. Ésa era al parecer nuestra palabra de la medianoche. Sonreí, y él sonrió detrás de mí, entendiendo.
Él me miraba, expectante.
“¿Estás esperando otra respuesta que no sea “por favor Edward, me lames ahora”? ¿Realmente?”
Él se rió y me abrazó fuerte.
“Mi adorable, delicada flor. Pero primero… tu almuerzo.”
Yo no había comido todavía y con sus palabras me di cuenta de que estaba famélica.
“Yo me haré algo rápido para mí. ¿Porqué no vas a nadar y te encuentro allí?”
Él asintió y saltó fuera de la cama después de darme un beso dulce.
Yo no había comido todavía y con sus palabras me di cuenta de que estaba famélica.
“Yo me haré algo rápido para mí. ¿Porqué no vas a nadar y te encuentro allí?”
Él asintió y saltó fuera de la cama después de darme un beso dulce.
*****
Tome el primer traje de baño que pude encontrar - un bikini azul y blanco de lunares y me dirigí hacia afuera. Edward jugaba en las pequeñas olas y se detuvo cuando me vio acercarme con una manta sobre mi hombro y un libro en la mano.
“¿Dracula de Bram Stoker?” Pregunto incrédulamente por lo menos a 10 metros de distancia. “Eres hilarante.”
“¿Cómo lo hi…?”
Comencé a preguntar y luego me paré. Visión de vampiro. Reí nerviosamente.
“Calculé que una pequeña “no-ficción” me haría bien.”
Él caminó hacia mí, y mis ojos no podían acomodarse a su velocidad. En menos de un segundo sus brazos estaban a mí alrededor y él me llevaba al agua, colgada sobre su hombro.
“¿No-ficción?” gruñó, bromeando.
Tiré mi libro y la manta, y pataleé con mis piernas para que él me ponga en el piso. Mis movimientos no alteraron su curso. Me llevó al agua hasta que esta alcanzó su pecho, y me bajó lentamente, deslizándome a lo largo de su cuerpo. Envolví mis piernas alrededor de su cintura y empujé mi cuerpo contra el suyo, nuestra carne separada dolorosamente por los trajes de baño.
“A propósito… debo cerciorarme de agradecerle a Alice por esta… compra.”
“Calculé que una pequeña “no-ficción” me haría bien.”
Él caminó hacia mí, y mis ojos no podían acomodarse a su velocidad. En menos de un segundo sus brazos estaban a mí alrededor y él me llevaba al agua, colgada sobre su hombro.
“¿No-ficción?” gruñó, bromeando.
Tiré mi libro y la manta, y pataleé con mis piernas para que él me ponga en el piso. Mis movimientos no alteraron su curso. Me llevó al agua hasta que esta alcanzó su pecho, y me bajó lentamente, deslizándome a lo largo de su cuerpo. Envolví mis piernas alrededor de su cintura y empujé mi cuerpo contra el suyo, nuestra carne separada dolorosamente por los trajes de baño.
“A propósito… debo cerciorarme de agradecerle a Alice por esta… compra.”
Él miro mi bikini apreciativamente, y su cuerpo se endureció en confirmación.
Froté mi centro contra él, notando que nosotros no habíamos estado tanto tiempo sin hacer el amor por casi dos días - noches incluidas.
“Te extraño.” Susurré en su oído, alcanzando de un tirón el lazo del cuello de mi Bikini.
“Yo también,” me besó el cuello y se inclinó hacia atrás, permitiendo que el top caiga de mi cuello.
Levantó una mano para tomar mi seno, llevándolo a su boca. Me miraba a través de sus largos mechones y chasqueó su lengua áspera contra mis pezones.
“¡Oh dios!” Grité, mi espalda se arqueo involuntariamente, mi centro palpito inmediatamente.
Animado por mi reacción, Edward tomó mi pezón suavemente en su boca, cuidadoso protegiendo mi carne de sus dientes, y lo chupó, su lengua chasqueaba duramente contra mi seno. Sentí como si hubiera una conexión inmediata entre mi entrepierna y mi pezón, mi cuerpo se sacudía con cada estocada fuerte de su lengua.
Mi piel comenzó a cosquillear deliciosamente, más sensible de lo que la había sentido nunca antes, cada terminación nerviosa respondía a su tacto.
“Edward. Te necesito. Ahora.” Gruñí en su oído.
Él se rió entre dientes, “parece que encontré el botón del ON…” y rápidamente tiro hacia abajo sus shorts y me quito el bikini para volver a colocar mis piernas alrededor de su cintura.
Luego lanzó nuestra ropa hacia la orilla y se empujó dentro de mí fácilmente.
“Ughh… Bella eres tan apretada.” gimió, y movió lentamente mi cuerpo arriba y abajo de su longitud dura.
“Se siente tan bien…” Gemí por la sensación de que él me llenaba. Después de varios minutos, mi cuerpo comenzó a palpitar.
“Más rápidamente, Edward, por favor.” Pedí.
“Bella…” él gimió en el sonido de la desesperación de mi voz. Él movió sus manos bajo el agua tomando mi cola fuertemente y comenzó a bombear dentro y fuera de mí, frotándose contra mi clítoris. Grité su nombre, pidiéndole más. Él arqueó su cuerpo para lamer mi pezón otra vez, asiéndolo entre sus labios y chasqueándolo con su lengua.
Acabé más rápido y más fuertemente de lo que pensé que fuera posible, la sensación de su boca en mi seno era diferente a cualquier cosa que podría haber imaginado.
“Oh dios Bella, eres tan ceñida, oh dios…”
Froté mi centro contra él, notando que nosotros no habíamos estado tanto tiempo sin hacer el amor por casi dos días - noches incluidas.
“Te extraño.” Susurré en su oído, alcanzando de un tirón el lazo del cuello de mi Bikini.
“Yo también,” me besó el cuello y se inclinó hacia atrás, permitiendo que el top caiga de mi cuello.
Levantó una mano para tomar mi seno, llevándolo a su boca. Me miraba a través de sus largos mechones y chasqueó su lengua áspera contra mis pezones.
“¡Oh dios!” Grité, mi espalda se arqueo involuntariamente, mi centro palpito inmediatamente.
Animado por mi reacción, Edward tomó mi pezón suavemente en su boca, cuidadoso protegiendo mi carne de sus dientes, y lo chupó, su lengua chasqueaba duramente contra mi seno. Sentí como si hubiera una conexión inmediata entre mi entrepierna y mi pezón, mi cuerpo se sacudía con cada estocada fuerte de su lengua.
Mi piel comenzó a cosquillear deliciosamente, más sensible de lo que la había sentido nunca antes, cada terminación nerviosa respondía a su tacto.
“Edward. Te necesito. Ahora.” Gruñí en su oído.
Él se rió entre dientes, “parece que encontré el botón del ON…” y rápidamente tiro hacia abajo sus shorts y me quito el bikini para volver a colocar mis piernas alrededor de su cintura.
Luego lanzó nuestra ropa hacia la orilla y se empujó dentro de mí fácilmente.
“Ughh… Bella eres tan apretada.” gimió, y movió lentamente mi cuerpo arriba y abajo de su longitud dura.
“Se siente tan bien…” Gemí por la sensación de que él me llenaba. Después de varios minutos, mi cuerpo comenzó a palpitar.
“Más rápidamente, Edward, por favor.” Pedí.
“Bella…” él gimió en el sonido de la desesperación de mi voz. Él movió sus manos bajo el agua tomando mi cola fuertemente y comenzó a bombear dentro y fuera de mí, frotándose contra mi clítoris. Grité su nombre, pidiéndole más. Él arqueó su cuerpo para lamer mi pezón otra vez, asiéndolo entre sus labios y chasqueándolo con su lengua.
Acabé más rápido y más fuertemente de lo que pensé que fuera posible, la sensación de su boca en mi seno era diferente a cualquier cosa que podría haber imaginado.
“Oh dios Bella, eres tan ceñida, oh dios…”
Él jadeó contra mi pecho. Mi piel ruborizada, y la velocidad de mi clímax, empujaron a Edward al límite, su cuerpo empujaba dentro mí duro y fuerte, y consiguió ponerse asombrosamente más duro antes de comenzar a pulsar en mí, su cabeza cayó hacia atrás. Su voz gritó mi nombre haciendo eco en la playa.
Él freno sus movimientos, sosteniendo mi cuerpo contra el suyo, en el agua caliente. Me besó los labios apasionadamente.
Susurré, “Te amo, Edward.”
“Y yo te amo, mi esposa, mi Bella.”
Él abrió su boca en mí, besándome profundamente, su lengua se empujaba completamente contra la mía, nuestros quejidos sordos contra el beso profundo. Permanecimos así, en el agua, por un rato, la calma de la resaca alrededor de nuestros cuerpos. Sentí que su cuerpo volvió a endurecerse dentro mí y de él se la dio vuelta y caminó hacia la playa, para tomarme nuevamente dentro de la casa.
Se sentó en la cama, manteniéndome unida a él, montándolo a horcajadas. Oscilé mis caderas lentamente, disfrutando con el momento íntimo, nuestra necesidad de liberación rápida ya había pasado.
Él freno sus movimientos, sosteniendo mi cuerpo contra el suyo, en el agua caliente. Me besó los labios apasionadamente.
Susurré, “Te amo, Edward.”
“Y yo te amo, mi esposa, mi Bella.”
Él abrió su boca en mí, besándome profundamente, su lengua se empujaba completamente contra la mía, nuestros quejidos sordos contra el beso profundo. Permanecimos así, en el agua, por un rato, la calma de la resaca alrededor de nuestros cuerpos. Sentí que su cuerpo volvió a endurecerse dentro mí y de él se la dio vuelta y caminó hacia la playa, para tomarme nuevamente dentro de la casa.
Se sentó en la cama, manteniéndome unida a él, montándolo a horcajadas. Oscilé mis caderas lentamente, disfrutando con el momento íntimo, nuestra necesidad de liberación rápida ya había pasado.
Susurró en mi oído, “parecería que encontramos un acelerante… ¿no?”
“Sí, lo encontramos,” convine.
“Resulta, que el cosquilleo es… bueno.”
Él bajó sus labios sobre los míos otra vez, besándome profundamente.
Podría asegurar que nuestras mentes se llenaron con las posibilidades de nuestro descubrimiento.
Él bajó sus labios sobre los míos otra vez, besándome profundamente.
Podría asegurar que nuestras mentes se llenaron con las posibilidades de nuestro descubrimiento.
CHIQUIS:
QUE LES PARECIO ESTO???
MUYYY HOT....COMO NOS TIENEN MAL ACOSTUMBRADAS MRS JONES Y LOLA SHOES.
POR PROBLEMAS TECNICOS LES DEBO LAS FOTITOS CORRESPONDIENTES A ESTE CAPITULO.
BESOS CULPOSOS,
LADY G
1 comentario:
ohh! LADY G!! genia totaaal!! hermoso el capi!!!! no importan las fotiiis!! el capitulo estuvo mortal!! como me gusta esta historiaaaaa!!! que hermosuraaaa!! gracias por tu esfuerzo!! sos un amorr!!!
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