martes, marzo 29, 2011

El nombre de mi hija

Los hijos y sus nombres, elecciones para toda la vida
¿Recuerdan esta publicidad de Banco Rio?






Era muy tierna y sin dudas puso a todo el mundo a pensar sobre cómo se llamaba.
Un buen nombre. Eso es lo que queremos y pensamos para nuestros hijos. Un nombre que lo represente, que lo identifique, que lo distinga del resto. Un nombre que lleve con orgullo, que despierte simpatía. Un nombre que no se gaste. Que nos sirva para distinguir a cada miembro de la familia que siempre soñamos tener.
Elegir el nombre de mi primer hijo fue difícil. Mi media naranja andaba medio exprimido por aquellos días, con todo el asunto de la paternidad y las dudas, y los miedos. Yo, por suerte, estaba flotando entre las nubes de Valencia. Tanto así que, hasta bien entrado el quinto mes de gestación ni me preocupe por ponerle nombre a mi milagro personal. Por aquellos días me encontraba abstraída, leyendo “El Alquimista” de Paulo Coelho.
La obra trata de la vida y aventuras de un joven de 18 años aproximadamente, que desde pequeño su padre lo convenció de entrar en un seminario y ser sacerdote, pero su deseo de viajar lo llevó a ser pastor. El libro comienza así:
"Cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño. Basta con aprender a escuchar los dictados del corazón y a descifrar un lenguaje que está más allá de las palabras, el que muestra aquello que los ojos no pueden ver."
El libro versa sobre sueños y los medios que utilizamos para alcanzarlos, sobre los azares de la vida y las señales que se presentan a lo largo de la misma (saber comprender, observar dichas señales, etc.)
Con semejante mensaje entre mis manos, mi mente volaba hacia el futuro de mi hijo y yo devoraba las páginas del libro y me convencía de que al terminarlo, casi por arte de magia, sabría finalmente como nombrar a mi primogénito. Y así fue! Porque por algún hecho fortuito, o de puro despistada, solo supe el nombre del protagonista en el Epilogo.
Se llamaba Santiago, y cuando lo leí supe que ese era el nombre que llevaría mi hijo.
Con el segundo, en cambio, la cosa fue distinta, mi media pasa de uva me agoto con su lista de nombres y como yo había elegido el del primero, nobleza obliga, el elegiría el del segundo. Mi marido encontró uno muy original... Y yo me encontré aceptando su elección, mortificada, pero con resignación.
La cosa se complico un día en el supermercado, cuando un padre le grito a su retoño, de unos tres añitos: -“¡Toma Tomas!” a voz en cuello, desde la punta de una góndola…Mi media cascara de nuez se hizo el distraído y yo mastique el enojo hasta llegar a casa. Finalmente, nació Tomas, y con él su nombre en mis labios, y juro que con el tiempo, creció en mi y ahora amo profundamente su nombre y el también.
Con nuestra tercera retoña y, aunque ya no digo última, léase, notifíquese y archívese, que lo será, tenemos un problemón. Estamos más perdidos que gaucho en la neblina. Mi medio pomelo quiere llamarla: Florencia, ¡Puaj! Que me disculpen las Florencias del mundo, yo tengo en mi haber llamarme Zulema y me lo banco desde jardín de infantes, de modo que, ustedes sabrán comprender…
Yo tengo una solida formación democrática, y en ese tenor, intente darles voz y voto a mis hijos mayores. (Confieso que también lo hice para sumar aliados a mi causa anti-Florencia). Pero no me sirvió de mucho. El más grande es un opositor a ultranza, “hijo e’ Tigresa”, el más pequeño, en cambio, es mas influenciable…
Pero, peliaguda está la cosa, a ninguno se le cae un nombre para acercar a la mesa de negociación. Yo no tiro nombres ridículos, como Apple o Atununsun, tampoco me despacho con nombres insufribles como Amaranta Úrsula o Nefertiti. Que no les sorprenda, hay gente que se llama: Esteban Quito, Amada Mia, Onedollar, y otras varias cargas pesadas que llevaran de por vida.
Yo tengo muy claro lo que se siente cuando tus compañeritos se ríen de tu nombre, no de vos, sino de cómo tus padres escogieron llamarte. Y aunque todas nosotras adoramos los santos colmillos de Edward, ninguna en su sano juicio llamaría a un hijo suyo Esteban Piro, ¿verdad?
El acto de ponerle un nombre a nuestro hijo es nuestro primer regalo y un gran acto de desprendimiento como padres: tenemos sólo que pensar en él o ella, no en nosotros.
Y en esa nota me encuentro. Quiero para ella un nombre conocido pero distinto, que suene bien, que tenga un lindo diminutivo y un significado interesante (nada de: "persona torpe y desubicada", o: "guerrero brutal y sanguinario"); que combine bien con los dos apellidos (el de mi medio higo y el mío).
A mí me gusta Olivia. Mi marido lo odia, mis hijos lo detestan y mi familia me pone cara de mortificación. Yo pensé en defenderlo a capa y espada, pero si a nadie le gusta el nombre... ¿Le gustara a ella el día de mañana? ¿La gente le dirá algo sobre Popeye? ¿Sus compañeritos se burlaran? ¿Sera infeliz cada vez que le pregunten cómo se llama?
En fin, sigo en la búsqueda, y lucho por no conformarme. Todavía tengo fe de que juntos encontraremos un buen nombre para nuestra pequeña. Uno que haga que se me llene la boca al pronunciarlo, uno que me llene el alma, que me suene a hierba.
Lo elegiremos nosotros, pero ella será quien le dé significado y lo transforme, cada vez que lo escriba adornado con florcitas, o la primera vez que lo escuche en los labios del chico que le guste.

 Besitos Culposos,

Mrs.Jones (+1)

8 comentarios:

Cyn dijo...

Hola amigas!! Estuve perdida un largo tiempo del blog! Por suerte nuestra querida y pachucha L.G., no nos abandona ni cuando se accidenta!!! Gracias Hermosa C, te quiero mucho y te extraño, aunque estoy sin tel hace mas de un mes y no te he mandado ni un texto...(que verguenza!)
A quienes lean mi ultimo post, les pido que me dejen un comentario, y a quienes pasen por el blog, les pido lo mismo. es muy importante saber que estan ahi, que nuestro trabajo desinteresado no es en vano y que Uds. tambien disfrutan de este lugarcito nuestro.
Besos y abrazos a todas!!!!

Anónimo dijo...

ay me puse todo tierna con esta entrada!!! sobre todo el final, es verdad, qué decisión la de los papis, conmigo acertaron, y siempre me llamaron po el nombre completo, pero ya de adolescente em empezaron a llamar Ro y me encanta también! es muy complicado, pero como buena mami, papi y hermanitos que tiene seguro que llegais a entenderos y le dais el mejor! cuidate mucho!! mil besos


Ro

Heidi dijo...

Amiga!!!!

Me gusta muuuucho Olivia! e parece tierno y dulce, con apodo sencillo y dulce "Oli" y a su vez creo que tiene fuerza, mucha fuerza!

Me gusta! Si es que mi voto de madrina sirve, voto por Olivia!!!!!

Te quiero ♥!!!!

Hei

Is dijo...

Cynthia, te digo unos cuántos que me gustan a mí, Ángela y Adriana. Si algún día tengo una hija me gustaría usar alguno.

Cyn dijo...

Gracias Amores!!!
Toda colaboracion es bien recibida y sera tenida en cuenta.
Es verdad Ro!!! Que dificil elegir el nombre de un hijo!!! Y menuda responsabilidad...

anabel dijo...

hola cynthia es la primera vez que comento aqui y es que este en un post especial!!
te comprendo perfectamente a mi me paso igual y siempre es muy dificil porque es para siempre, yo de todas formas soy muy cabezona y como mi chubi no daba su brazo a torcer lo decidi yo en el paritorio! alli si que no me lo podia negar!!
es un poco chantaje pero....me sali con la mia.
muchos besos
anabel

Cyn dijo...

Hola Anabel!!!! Gracias por pasarte y comentar!
Y me diste una idea genial! Jejejeje......Veremos, como sigue el tema, pero si no nos ponemos de acuerdo, quizas hago la gran Anabel en el quirofano!!!!
Besos y nos vemos en TC.

LADY G (LG) dijo...

JONES:
COMO VA TODO???
SEGURAMENTE NO ES TAREA FACIL BUSCARLE NOMBRE A UN HIJO.
OLIVIA ME ENCANTA!!! ASI SE LLAMA MI AHIJADA, PERO TAMBIEN DEBE DE ESTAR DE ACUERDO EL PAPA...ASI QUE...SUERTE CON ESO!!!
ESPERO ALGUN MAIL TUYO...ME TENES ABANDONADISIMA!!!!
BESOTESSS

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