jueves, diciembre 30, 2010
FELIZ AÑO 2011!!!!
Para los buenos momentos, gratitud.
Para los malos, mucha esperanza.
Para cada día, una ilusión.
Y siempre, siempre, felicidad.
Esto es lo que les deseamos para el 2011.
Besos culposisimos, y a festejar!!!!
Mrs. Jones (+1) y Lady G
lunes, diciembre 27, 2010
Mas Rec de fics en Español 2!!!!
Para pasar este verano super caluroso aquí en el Hemisferio Sur y ultra frío en el Hemisferio Norte, les traigo unas cuantas recomendaciones de fics que me han encantado en ingles y que ahora están traducidos al español para deleite de todas Uds. mis Chikies!
http://www.fanfiction.net/s/5535337/1/Nunca_duermas_en_la_cama_de_un_extrano
http://www.fanfiction.net/s/5437910/1/Holding_Out_For_You_Spanish_Translation
http://www.fanfiction.net/s/5362936/1/A_Rough_Start_Traduccion
http://www.fanfiction.net/s/4668447/1/Solo_Humano
Bueno mis Chichis, espero les guste este material de lectura de fin de año, les deseo un muy Feliz Año Nuevo para todas!!!
Besos Culposos,
Mrs. Jones
http://www.fanfiction.net/s/5535337/1/Nunca_duermas_en_la_cama_de_un_extrano
http://www.fanfiction.net/s/5437910/1/Holding_Out_For_You_Spanish_Translation
http://www.fanfiction.net/s/5362936/1/A_Rough_Start_Traduccion
http://www.fanfiction.net/s/4668447/1/Solo_Humano
Bueno mis Chichis, espero les guste este material de lectura de fin de año, les deseo un muy Feliz Año Nuevo para todas!!!
Besos Culposos,
Mrs. Jones
sábado, diciembre 25, 2010
jueves, diciembre 23, 2010
DEJA BRILLAR TU LUZ - TEASER - CAPITULO 11 - DERRIBANDO BARRERAS
...Mientras nos besamos profundamente, nunca me aparté. Su veneno no alcanzó nunca el punto de sobrecarga de sensaciones con el agua y el vapor en nuestras caras. Edward notó que nuestros besos eran más largos, ininterrumpidos, que yo nunca me corrí para lamer mis labios, y no reí nerviosamente con la sensación de cosquilleo que él provocaba en mi piel.
“¿Bella?” Me preguntó. “¿No te hace cosquillas?” Su ceja se alzó, cuando su mente comenzó a analizar la situación.
“Sí, pero el agua lo alivia, supongo.” Me encogí de hombros, atrayendo su cara de nuevo a la mía. Él se resistió.
En un instante, había colocado los cuatro inyectores apuntando directamente a mi torso y estaba de rodillas, mis muslos sobre sus hombros, mi espalda presionada contra las paredes frías de la ducha. Él miraba hacia arriba, sonriéndome maravillosamente...
CHIQUITAS;
ESTE TEASER ES MI REGALO DE NAVIDAD.
MUCHAS FELICIDADES!!!
BESOS ENVENENADOS,
LADY G
miércoles, diciembre 22, 2010
FELICES FIESTAS!!!!
Que esta Navidad sea de dicha, amor y felicidad para todas las personas del mundo.
Que el amor, la paz y la gloria de Dios reine en nuestros hogares y llene de bendiciones el Año Nuevo que está por comenzar.
Nuestro mayor deseo de Felicidad para estas Fiestas!!!
Saludos de quienes hacemos esta "culposa" página.
sábado, diciembre 18, 2010
DEJA BRILLAR TU LUZ - CAPITULO 10 - UN ALIVIO NECESARIO
Me acosté sobre mi estómago en la suave manta de la sala de estar, sintiéndola húmeda y salada de nuestro chapuzón la mañana anterior.
Una brisa caliente entraba por las grandes ventanas, las largas cortinas blancas flotaban etéreas en el cuarto. Edward se sentó en la amplia silla blanca, leyendo un diario médico.
“Edward, querido” dije con voz cansina, golpeando mi pie detrás de mí.
“¿Sí, mi sol?” contestó en un murmullo, sin sacar la vista de su lectura.
“¿Sabes lo que creo que tu deberías oír esta noche en la cama?” Hablé suavemente, mi voz un ronroneo.
Su cabeza se levantó inmediatamente, sus ojos ambarinos nadaban en lujuria, dejando su artículo completamente olvidado.
“Por favor, cuéntame.” Su voz era un gruñido bajo.
Eché un vistazo a mi libro y leí, “Yo estoy aquí para lo que tu desees, amo. Soy tu esclava. '”
Mi voz le infundió sensualidad a las palabras, mis caderas se empujaban del piso. Me lamí los labios y meneé las cejas.
Edward gimió, riendo, y volvió su atención de nuevo al libro.
“Tú no vas a decir eso, Bella.”
“¿Por qué no?” Protesté, riendo nerviosamente.
“No es sexy, Bella. No sé cómo la gente lee Dracula y piensa en sexo. Sé que esa es la intención, pero es… espeluznante.” Él se rió entre dientes, mirándome desde la esquina de sus ojos antes de volver la mirada a su lectura.
“OK, pero tú eres mi vampiro sexy,” le soplé un beso. “Si quieres, podemos invertirlo y tú podrías ser mi esclavo.”
Edward mantuvo los ojos en su libro pero su boca se crispo en una sonrisa. Luego recitó, “Cortaré su cabeza y le llenaré la boca de ajo, y clavaré una estaca a través de su cuerpo”. “Demostrado. No es sexy, Bella. No es sensual. Solamente espeluznante. ” Él enmarco su ceja, dejando su mirada sobre las páginas de su diario.
Reí nerviosamente. “Querido, ¿es él desperdicio de unas perfectas cabezas de ajo, o el desperdicio de unas cuantas perfectas cabezas cortadas lo que te incomoda sobre esa línea?”
Él me miro por un largo momento, sus ojos ardían a causa de mi tono provocador, una sonrisa jugaba en sus labios. Él saltó de la silla, aterrizando silenciosamente detrás de mí y apoyándose completamente contra mi cuerpo, su pecho a lo largo de mi espalda. Su cuerpo me apretó contra el piso. “Eres absolutamente adorable.” Susurró en mi oído.
jueves, diciembre 16, 2010
DEJA BRILLAR TU LUZ - TEASER - CAPITULO 10 - UN ALIVIO NECESARIO
...Edward volvió un poco más tarde. Lo oí caminar en el dormitorio, y le dije en voz alta desde el cuarto de baño.
“¿Edward?”
“¿Sí?”
“¿Podrías quitarte la ropa y subir a la cama?”
“Por supuesto.” Él masculló, prestándose al juego. Oí caer su ropa rápidamente y el sonido de las sabanas que caían hacia afuera en la cama. Apagué la luz del cuarto de baño y caminé en el cuarto a oscuras.
Edward jadeó cuando me vio y gimió. “Oh dios Bella. Tu… te ves asombrosa.” Él exhaló pesadamente, comenzando a incorporarse.
“Quédate allí, amor.” Caminé hacia a él, sorprendida de cómo me hacía sentir la lencería, mis piernas se sentían asombrosamente largas y torneadas con los tacos. Sus ojos miraron cada movimiento que hice. Tiré de las cintas entre mis manos, sonriéndole.
“¿Qué tienes allí, mi dulce esposa?” Él me gruñó juguetonamente, sus ojos estaban cargados de deseo, su cuerpo se movió hacia atrás acostándose lentamente en la cama, su silueta magnífica era larga y delgada a través del colchón.
“Tengo algo que tu vas a fingir te esta atando con fuerza a la cama.” Reí.
Él miro las cintas y dijo en voz baja, con la voz llena del amor que se veía en sus ojos. “Sería como que te atara a ti con tallarines, Bella.”
Subí sobre él, montando su cuerpo a horcajadas.
“Lo sé. Será un delicioso ejercicio de restricción. Personal y de la otra.” ...
CHIQUITAS,
NO SABEN COMO SE VIENE ESTE CAPITULO!!!
ESTOY COMPLICADA CON MI TRABAJO PERO VEO SI ESTE FINDE LO PUEDO SUBIR COMPLETITO.
BESOS "ATADOS A LA CAMA",
LADY G
Rec de un blog que amo, y que Uds. deberian leer mientras esperan...
Link al Blog de Heidi!!!!
Aquí encontraran anécdotas reales, de una mujer única, que no solo escribe de forma desopilante, sino que, además, es absolutamente autentica! (Por si se lo preguntan, yo soy C en esta historia y la peli era Eclipse...)
agosto 07, 2010
¿Miedo yo?...
La idea era ir al cine a ver la última película del galancete de moda. Y yo que hacia tres meses que estaba encerrada en casa porque desde que entraron en mi casa a robar, mientras yo dormía con mi hijito, no tenía ni ganas de asomar la nariz luego de las seis de la tarde; Entonces dije que si. Era hora ya de salir al mundo, de volver a insertarme en la vida social porqueestoshijosdeputa no van a lograr que me encierre en mi casa. Entonces junté coraje y les dije a mis amigas C. y M. que iría. Me saqué la jogguineta que tenía incrustada desde que decidí encerrarme en casa como monja de clausura y me vestí de mujer..hasta me maquillé. La ocasión lo ameritaba sin duda alguna.
Previo le hice prometer sobre la mismisima Biblia a M. que, como vive cerca de casa, me traería hasta la puerta de la mía sana y salva.
La noche fue increíble, como toda salida entre mujeres que se ven poco, además son cotorras con incontinencia verbal y a las tres nos da una paja terrible llamarnos por teléfono. Por consiguiente luego de la cena y el Vainilla Latte de rigor en Starbucks, nos acomodamos en la sala del cine.
Llegó el momento de la salida. Miércoles, una de la madrugada, el DOT...o sea ni el loro en la calle. A esto hay que agregarle que llevaríamos a C. a su casa que, bonitademicorazón, vive en la concha del pato. Pero, la queremos, con el alma. Esto quiere decir que tomamos la Panamericana y M. puso la pata en el acelerador para tratar de llegar lo más rápido posible.
El viaje venía viento en popa, disertando sobre la actuación de los protagonistas y las similitudes y discordancias con el libro..."Nunca pero nunca una película superará al libro” aunque reconocimos que lo único que nos interesaba era verlo a élllll. ¿Babosas?...Quizás
Antes de lo previsto mi amiga C. le hace tomar otra salida de la autopista. Imaginen mi cara, sentada en la parte trasera de un Ka, ergo, encerrada sin puerta por donde escapar por si algo sucede. No querrán imaginar mi expresión cuando veo que el camino, que de por si estaba oscurísimo y desolado dada la hora y que era miércoles; Cuando veo que a ciento cincuenta metros el camino estaba cerrado porque estaban asfaltando. Miré para un lado y para el otro y empecé a moverme dentro del pequeñísimo receptáculo del Ka con cara de fiera enjaulada. Zona fabril, o sea, a chuparla diría Diego Armando en conferencia de prensa.
Mientras, salían de mi boca todo tipo de interrogantes que se deslizaban sin que yo fuera totalmente consciente de ellos. ¿Y ahora? ¿Para dónde vamos? ¿Qué hacemos?, C.... permanecía calmada como es su costumbre, impávida, mientras me agarraba la mano, que yo, había apoyado en el respaldo de su asiento: “Tranquila gordita”, me decía con voz de cuento, “Ahora doblamos acá y ya estamos”. Por un momento tuve la sensación que era uno de sus hijos con pesadillas nocturnas. Esto no esta pasando lalalala, canturreaba yo para mi misma de manera casi psicótica.
Cuando M. dobló “acá” según las indicaciones recibidas de su copiloto, nos encontramos con la desolación misma, la nada, el abismo, la calle no solo estaba a oscuras completamente, sino que era el territorio inexplorado de la luna. Un cráter tras otro.
Entones, con una decisión propia de ella, M. aplicó todos sus conocimientos automovilísticos, lo cual no es un detalle menor ya que M. maneja hace dos años, aceleró a fondo y encaró por la calle a la voz de “Si se cruza alguien lo piso ¡mierda!”. Cerré los ojos, mientras C. seguía tranquilizándome impertérrita, y se prendía un pucho. Imaginarán que, a estas alturas me encontraba con el celular en la mano para llamar a...El Chapulín Colorado o... Rezando y haciendo todo tipo de promesas si llegábamos sanas y salvas a destino.
Y así, de la nada, volví a a sentir que el corazón me latía, estábamos nuevamente en un lugar conocido, luces y autos, pocos, pero autos al fin. C. seguía fumando y me decía “No te asuste Hei, ya llegamos”.
Yo me desplomé en el asiento y casi, casi vuelvo a fumarme el mismísimo estado de Arizona.
En nombre de Rob, Edward y la santisima Robstenidad!!!!
Me disculpo Queridas mías, con todas y cada una de Uds., por este largo tiempo de ausencia y por las deudas que tengo con muchas de las fieles seguidoras de mi traducción de MS/MN.
Para las que no se han enterado, recientemente descubrí que estoy esperando mi tercer vástago/a, y con semejante situación inesperada, cabe aclarar, no he tenido espíritu, fuerzas ni claridad mental suficiente, como para continuar mi labor de traductora de dicha historia, para mi “Insuperable”...
Que digo traducir!, no he tenido voluntad ni para levantar el teléfono y llamar a nuestra preciosa Lady G!!!
No ayudo mucho a mi situación, nauseosa por demás, el termino, Madre Añosa, que utilizo el obstetra recientemente, para referirse a moi.
Y eso no es todo, mi esposo y yo, parecemos más desencontrados que puta en misa en estos días...
No nos ponemos de acuerdo ni para anunciar la llegada de la criatura a la flia., amigos y ni hablar de contárselo a nuestros hijos.... (Creo que lo más probable es que se lo achaquemos a Papa Noel...!)
En este estado de cosas, les hago un llamado a la solidaridad y les ruego: Paciencia y Recogimiento...
Paciencia creo será lo más difícil para Uds., lo del recogimiento es más fácil de lograr si leen los updates de Lady G, de la historia DBTL...Mama mía! Que Hot!!! esos caps. me dejan sin aliento...
Volviendo al tema, mis amores, sepan que no abandonare la traducción ni loca, y que sin dudas, durante este verano, tendré más tiempo y disposición para avocarme a dicha tarea.
Por el momento, solo puedo sentarme de a ratitos frente al monitor y pensar, con la vista perdida en la pantalla, ¨En que baile me he metido!!!!¨
Por ello, les ruego me disculpen y no dejen de comentar las entradas de nuestra L.G, que sigue a fondo por la banquina posteando DBTL!!!!
Besitos culposos y nauseosos,
Mrs.Jones (+1)
domingo, diciembre 12, 2010
Capítulo 9 - Bonus: CPE-Contado Por Edward de Cap.6-7
“No tenemos que decidir esta noche.” susurró Bella y besó mi mejilla.
“Ven conmigo.”
*****
Ella me llevó a través de la sala de estar hacia la playa.
Mi mente carburaba todo el tiempo. Sabía que el vino le había bajado la guardia permitiendo que ella se animara a preguntarme acerca de su transformación. No imaginé cuánto me sacudiría. Aunque había aceptado su inevitabilidad, y había comprendido que ella quería esto tanto como yo, me sorprendió mucho oírla decir cómo quería ella que sucediera.
Aunque no sé porqué me sorprendí. Nuestra relación había cambiado totalmente una vez que hicimos el amor; todas nuestras otras fantasías habían sido totalmente compatibles. No debería haber esperado que ésta fuera diferente. Acababa de comprender que no podía dejarla saber lo que yo sentía sobre este tema. Sentí una punzada de culpabilidad por mentirle a Bella. Si ella supiera cuánto me habían afectado sus palabras, sabría que podía persuadirme eventualmente. Aún con todo lo que yo lo deseaba, aún con todas las veces que yo había soñado exactamente con lo que ella describió, sabía que sería mejor tener cerca a Carlisle, tener la seguridad de la casa alrededor de nosotros, la ayuda de mi familia. Yo no la pondría en riesgo.
Pestañeé varias veces para despejar mis pensamientos. Bella estiraba la manta sobre la arena ante nosotros, el viento soplaba su pelo alrededor de sus hombros, su olor flotando hacia mí, envolviéndome. Inhalé profundamente, perdiéndome fácilmente en ella. Ella giró hacia mí y sonrió, un rubor rosado coloreaba sus mejillas, su mano vaciló en el dobladillo de musculosa, mirando mi cara. El verde de ropa me había hecho sentir mareado; complementaba perfectamente la oscuridad de sus ojos y su pelo, su piel cremosa luminiscente contra la tela suave. Ella levantó sus manos lentamente, sacando la musculosa por sobre su cabeza. Podía oír el latido de su corazón acelerarse de entusiasmo, su respiración baja y entrecortada en su pecho. Su estómago plano se rebeló primero seguido por sus senos, redondos y hermosos, derramándose debajo de un corpiño blanco de satén. Ella bajó su falda, sacudiendo su cuerpo levemente mientras que la bajaba por sus caderas suaves, delgadas. Su cuerpo tarareó en el aire de la noche. Ella se sacó la ropa agraciadamente, realmente, tan maravillosamente, su postura luchando por ser confiada y no tímida ante mi mirada. Le sonreí, sobrecogido por ella. Los movimientos de Bella tenían su propia canción, su propio ritmo. Ella se paró delante de mí en su ropa interior: vulnerable, hermosa. Mía.
Mi cuerpo se endureció contra mis pantalones e inhalé profundamente otra vez para calibrar la reacción de su cuerpo a su propio desnudo. Podía olerla, probarla en el aire. Su excitación olía diferente que su piel; todavía floral, fresas, pero con algo más profundo, lujurioso. Quizá almendras. Quizá algo del océano. No podría establecer claramente el aroma suave y lujurioso. Los componentes exactos me eludieron. Pasé horas el último par de noches mirando el sueño de Bella, pensando en cómo olía ella cuando le hice el amor. Su olor cuando se excitaba, el gusto de ella en el aire, me distrajo.
Mi cuerpo dolía por ella. Alcé mis brazos hacia ella y ella caminó hacia mí, alzándose para besarme los labios. Su boca llena, hermosa, se sentía caliente en la mía, el vino en sus labios enmascaraba apenas su sabor delicioso; fresas, flores, Bella. Mis manos bajaron para reclinarse sobre la curva de su cola, detectando la tensión de su cuerpo en la parte baja de su espalda. Ella necesitaba más sueño. No la estaba dejando descansar lo suficiente.
Su corazón martillaba en su pecho, un latido nervioso, no diferente de la primera noche que hicimos el amor. Ella estaba emocionada, pero nerviosa sobre algo. Conocía todos los latidos del corazón de Bella. Podía leer sus latidos del corazón sin siquiera pensarlo.
Ella levantó mi camisa sobre mi cabeza y se inclinó para pasar ligeramente sus dientes contra mi tetilla. La sensación de su respiración caliente, sus dientes, realmente, sus dientes suaves, mordisqueando mi piel, me encendieron. Dejé escapar un quejido de mis labios, un verdadero alivio; en la presencia de Bella tengo que trabajar constantemente para no gemir ruidosamente. La mayor parte del tiempo lo hago demasiado bajo para que ella oiga, pero son casi continuos cuando ella está cerca de mí, tocándome. Ella me mordió más fuerte, preguntándome cómo se sentía.
Intenté explicarle exactamente cómo se siente cuando ella me toca de esa manera, sabiendo de antemano, que encontrar la descripción correcta, era totalmente en vano. Sabía que una vez que ella se hubiera transformado lo entendería. Todo lo sentiría diferente, más fuerte, y más intenso, a un grado que era imposible de explicar. Sentía el tirón familiar en mi estómago de la necesidad de transformarla, la necesidad de que ella pueda entender lo que provoca en mí. La necesidad de que ella entienda cuanto la amo, cuanto la adoro.
Bella arrastró sus manos abajo de mi pecho, sus pequeños dedos calientes que cavaban en mi piel dura. Sentí mi cuerpo pulsando por ella, necesitando que me envuelva, de alguna manera, como ella quisiera.
“Por favor tómame”, le dije, demasiado bajo para que ella pudiera escucharme.
“Necesito estar dentro de ti”.
Entendí a donde se dirigía cuando ella se deslizó debajo de mi cuerpo agachándose delante de mí. La miré desabrochar mis pantalones, mis ojos se congelaron en la imagen de ella. Bella se veía sublime delante de mí, su pequeña silueta en la arena delante de mí, necesitándome. Estrangulé un sollozo; la visión de ella arrodillada frente a me pareció mal, como incorrecto, pero yo me congelé, queriendo tanto lo que ella me ofrecía que la necesidad me hizo doler el pecho. Ella se inclinó hacia adelante y puso su boca contra mis bóxers y sopló una bocanada caliente sobre mí. El aire caliente se envolvió alrededor de mi cuerpo, delicioso, su aroma intoxicante. Podía oír el palpitar de su pulso, yo podía oler su excitación edificarse. Ella bajó mis bóxers y me miró. Mi cuerpo se estremeció con sus ojos oscuros, consumidos por la lujuria, mirándome expectantes, pidiéndome permiso, preguntándome si podía poner su boca en mí. Asentí, incapaz de formar las palabras.
Su lengua se deslizó a lo largo de mí, caliente, mojada. Era todo lo que podía hacer para no estallar, mi mano apretándose a mi lado para impedir que mis caderas se movieran contra su boca suave. Sus pequeñas manos envueltas alrededor de mi base, y yo la oí inhalar profundamente. Gemí su nombre, mi mano que tocando suavemente su pelo. Ella miró mis caderas y jadeó, viendo algo que la encendió. Su boca se zambulló sobre mi longitud, succionando deliciosamente: caliente, suave, mi esposa.
Podía apenas contenerme; Desee perderme en la sensación pero no quise mover un músculo. Podía gimotear solamente su nombre repetidamente.
Sus labios carnosos envueltos alrededor de mí, su boca me tomó por completo, su lengua se arremolinó alrededor de mí; mi cuerpo palpitó dentro de ella. Cada coletazo de su lengua suave enviaba ondas de choque abajo de mis piernas, haciendo que temblaran, calientes. Sentía edificarse en mí la sensación cálida que se movía cada vez más cerca de mi ingle, el éxtasis casi insoportable.
“Tan suave, Oh Dios Bella, tu boca es tan suave…” murmuré demasiado bajo para que ella oiga.
Mi piel ardía, un pulso caliente creciendo dentro de mí cuando la vi moviéndose, devorándome, su boca vibraba contra mí cuando ella gimió, tomándome profundamente dentro de ella. Sus manos suaves exprimieron y amasaron mi base y sentí el inicio de mi clímax.
“Oh dios oh…” Me oí gemir y sabía que tenía que advertirle.
Tan suavemente como me fue posible toqué su cabeza para frenar sus movimientos mientras que estallé en ella, mi orgasmo pulsando en su boca, gritando su nombre. Ella mantuvo su boca en mí, compasiva, voraz, su boca me traía lentamente de mi clímax.
La sensación de este amor inmenso me alcanzó y la levanté hasta mí, besándola violentamente, deseando que hubiera un lenguaje que pudiera transmitir mi completa y loca adoración.
“Bella…” Respiré, sabiendo que las palabras no llegaban ni de lejos a describir lo que ella acaba de hacer por mí, “Bella… esa fue la sola cosa más sensual que yo haya visto jamás.”
“Edward, eso fue Increíble.” Su respiración era caliente contra mi pecho; Podía olerme en sus labios y quise devorarla.
“¿A ti te gusto… hacer eso?” Pregunté, sabiendo la respuesta, pero necesitando tocar su piel suave, la piel que había llegado a conocer, a leer perfectamente. Empujé mi mano en su bikini, la tela mojada, su cuerpo suave se empujaba contra mi mano. Tomaba su pulso contra mi palma, sabiendo ella estaba excitada al punto que ella acabaría rápidamente y muy fuerte. Su cuerpo me cantó. Gemí, necesitándola otra vez y en ese instante, mi mano frotaba ligeramente sus hermosos pliegues húmedos.
La sorprendió que estuviera excitado otra vez.
“Vampiro.” Dije simplemente.
Su voz era suave contra mi cuello cuando ella me pidió que la penetrara desde atrás.
Mi mente voló de nuevo a la noche que la tomé tan poderosamente, la noche que había pasado tantas horas recordando y analizando. Sabía ella quería que pudiéramos complacernos el uno al otro. Sabía ahora que podía leer las señales de su cuerpo mejor de lo que podía leer cualquier mente, que su cuerpo me decía cuando había empujado lo suficientemente fuerte, lo suficientemente profundo, cuando la había tocado con la suficiente fuerza. Gruñí contra sus labios, susurrando su nombre, mirando su cara exquisita. Sabía que había sido un salvaje la otra noche. Hice muecas recordando como la había excitado, y se lo había dicho. Mi hermosa, sensual Bella.
Ella giró y se quitó su corpiño, luego dobló solamente la cintura, para quitarse la bikini, bajándola por sus piernas, empujando deliciosamente su cola hacia mí.
Una oleada de su olor vino estrellándose hacia mí y tragué, estabilizando mi reacción. Me pegué detrás de ella, frotándome contra su piel suave y ella nos bajó a la arena, apoyándose en sus rodillas delante de mí. Me presioné contra ella y podía sentir el pulso en su entrada. Su corazón latía con necesidad; ella me quería dentro de ella. Esperé que me indicara que la penetrara. Ella se sostuvo contra mí, su cuerpo mojado se empujaba sobre mí, exprimiendo mi carne dura. Gemí y me empujé dentro de ella, su carne se estiro para recibirme, y mi cuerpo se acomodó en el ángulo exacto para tocarla donde sabía que ella era más sensible, donde sabía que su cuerpo reaccionaría, contrayendo sus músculos alrededor de mí, sentí el flujo de sangre al frente de su cuerpo, un hipo en su ritmo cardíaco. Presioné contra ese punto, escuchando su magnífico gemido, su corazón acelerado; necesité consumirla.
Necesité iniciar la fantasía, necesitaba ver cómo Bella se tocaba cuando pensaba en mí. Llevé su mano hacia su carne mojada y sostuve la mía sobre la de ella cuando se tocó ligeramente, primero lentamente, y luego febrilmente, gimiendo mi nombre, arqueándose hacia atrás contra mí, en un movimiento primal.
“Dios Bella, eres tan sexy. Mírate… he querido verte haciendo esto durante tanto tiempo…” Gemí en su oído, lamiéndolo desde detrás de ella.
La vista de su brazo que se movía contra su cuerpo me distrajo. Así sus caderas y empujé en ella, apenas al punto que sentía a su cuerpo empujar contra mí, no más.
“Puedo ver tu brazo moverse, puedo sentir tu mano…” Murmuré. “Oh dios Bella eres tan hermosa…”
Su cuerpo se apretaba contra mi dureza, sus paredes pulsan alrededor de mí, exprimiéndome. Acabé fuertemente en ella, gritando su nombre, nuestras voces se mezclaban en la noche. Retardé mis movimientos para estabilizarnos, sintiendo su cuerpo contra mí mientras que bajaba. Salí de ella lentamente y ella rodó para yacer delante de mí, sus rodillas dobladas, sus manos dobladas a través de su estómago, su pecho moviéndose con su respiración.
Me incliné contra mis talones, mirándola respirar, escuchando el latido de su corazón que rompió mi corazón, el latido que me dijo que ella era más feliz de lo que podía articular, pero que la aterraba amarme tanto… que la abrumaba algunas veces. Sobretodo todavía le preocupaba que yo pudiera dejarla otra vez. Un latido pesado, duro y profundo dentro de su pecho.
Las lágrimas llenaron sus ojos y corrieron por sus pómulos mientras ella me miraba, su cuerpo se sacudía por la necesidad de seguridad. Yo sólo podía mirarla maravillado, amándola más allá de las palabras, más allá de la cordura. Sentí un sollozo seco elevarse en mi garganta y me incliné hacia abajo, separando las piernas de Bella para yacer sobre ella, cubriendo su boca con la mía, susurrándole mi necesidad, mi amor, mi dedicación completa.
*****
Volví mucho más tarde de cazar para encontrar que Bella dormía acurrucada en las sabanas. Envolví mis brazos alrededor de ella y le conté otra vez la historia de cómo me enamoré de ella. Le dije cómo me sentía cuando estaba cerca de ella, cómo su cuerpo se sentía debajo del mío cuando hacíamos el amor. Le dije cómo me pesaba haberla dejado y cómo trabajaría para ganarme su perdón cada día de nuestra vida. Le dije cuanto sentía no poder darle una familia. Le conté sobre mi cacería. Le dije todo… como hacía cada noche.
Ella gimió en su sueño y se dio vuelta hacia mí, envolviendo sus brazos alrededor mío. La besé suavemente, y contra mi mejor juicio toqué su cara, su pelo, sus hermosos labios. Ella se revolvió y la impulsé a volver a dormir. Me maldije por interrumpir su sueño otra vez. Su cuerpo respondió a mi voz con una acometida de calor entre sus piernas, su olor hermoso se intensificaba, mi lengua probándola en el aire.
“Debería haber mantenido mi boca cerrada, aparentemente.” Me reí entre dientes contra su cuello caliente.
Ella tiró de mí encima de ella, arrancando mi camisa antes de que yo me corriera al borde de la cama para desnudarme. Volví y tiré de las sábanas. Bella estaba vestida con un negligé rojo, minúsculo que contenía sus pechos perfectamente y envolvía su cuerpo apenas hasta el comienzo de sus muslos. Podía ver a través de la tela su piel desnuda debajo.
Jadeé, “Bella.”
Mis manos vagaron sobre su cuerpo lentamente, me enfoqué en la sensación de ella debajo de mis dedos, mis ojos adorando sus curvas. Mi mente ocupada con todos los detalles de su respuesta, su ritmo cardíaco, su pulso, el movimiento de su sangre que fluía en su piel bajo mi tacto. Cada respuesta me dijo dónde tocar, cómo tocar, cómo ella necesitaba sentirme. Noté cómo la suavidad de ella se sentía por debajo de las yemas de mis dedos, cómo su respiración se ahogo en su garganta cuando toqué sus pechos. Ella era increíblemente sublime. Ella levantó los brazos sobre su cabeza, ella quería ser devastada.
Nos moví de un tirón colocándola a ella encima de mí, tirando de sus piernas para que se montara a mi cintura a horcajadas, mis rodillas dobladas detrás de ella. Mi miembro se endureció detrás de ella, pero mi cuerpo estaba desesperado por probarla. Ella susurró mi nombre, empujando contra mis piernas, impaciente por acostar su cuerpo mojado sobre mí. La levanté para arriba por sus caderas y traje su cuerpo directamente sobre mi cara.
La sensación de tener su olor tan cerca de mí me intoxicaba y por varios momentos no pude moverme. Me consumí absolutamente con la imagen de ella sobre mí, su aroma llenó mi cabeza.
“Bella, necesito esto…” Dije con tono urgente.
Respiré profundamente, mi cuerpo inhalaba tanto de su olor como podía, sus muslos cremosos al lado de mi cabeza me hacían marear de lujuria. Su cuerpo tembló en mis manos. Le expliqué que creía que sería más fácil si ella estuviera sobre mí, eso significaría que menos veneno tocaría su carne. Podíamos por lo menos ver si funcionaba de esta manera.
Moví las manos pero ella empujó su cuerpo sobre mí, arrodillada, montando mi cara a horcajadas. Su respiración era desigual, su cuerpo se sacudía con deseo. Puse mis manos en sus muslos, impulsándola hacia mí, silenciosamente le pedía que pusiera su cuerpo en mi boca. Ella bajó sobre mí y arrastré mi lengua en su entrada hasta su clítoris, deteniéndome brevemente allí.
No había palabras para describir la sensación de su carne suave en mi boca, el sabor de ella, floral, ligero, y algo más, aún desconocido, pero erótico, fuerte, en mi lengua. Mis ojos nunca se cerraron, nunca dejaron su cuerpo, pero la luz estallaba en mi cabeza, mi mundo entero cambiaba en este momento, por este aroma, y esta mujer. Grité, deseándola casi al punto del dolor. Las caderas de Bella saltaron sobre mí y ella levantó su cuerpo alejándose, mis sentidos se estrellaban por la pérdida de su piel en mis labios.
Ella gemía, moviéndose, arqueándose hacia atrás. Su respiración era irregular y rápida. Su cabeza bajó, sus piernas se sacudieron violentamente contra mi cabeza. Pronuncié su nombre.
Bella miraba abajo hacia mí finalmente y dijo, “Edward, oh mi dios…”
Froté mis manos en sus muslos, asegurándole que estaba bien, pero frenéticamente necesitando sentirla otra vez. Estaba desesperado. Le pregunté si la lastimé.
“No,” dijo ella, sonriendo sin aliento.
“No, Edward… Necesito más.”
Sentí mi cuerpo convulsionarse con sus palabras, sí… sí, mis caderas empujaban por debajo ella, mis manos asían sus muslos y la impulsaban abajo sobre mí. Lamí sus muslos, dije su nombre, pidiéndole que volviera a mí. Me sentía casi delirante. Tiré de sus piernas con más fuerza de la que habría utilizado de otra manera con ella. La necesité en mí. Ella bajó su cuerpo fácilmente y la devasté, aspirando su carne en mí, lamiéndola, besándola, gimiendo contra ella.
Ella gritó inmediatamente, su respiración acelerada.
“Edward, no pares por favor, estoy acabando, oh dios Edward, estoy acabando muy fuerte, no pares por favor…”
La velocidad de su clímax me volvió loco. Los gritos de ella nunca terminaban, su latido del corazón era rápido, como nunca lo había oído antes. Ella casi se cayó al revés, mis dedos cavaban en sus muslos sosteniéndola contra mi cara. Sabía que la estaba marcando con mis manos y sabía que a ninguno de los dos nos importaba.
Sentía su sangre fluyendo dentro de su sexo, su cuerpo inflamado contra mis labios. Sus caderas oscilaron a tiempo con mi lengua, cuando la ola después de la ola de su clímax se estrelló sobre ella, saliendo de su cuerpo que pulsaba y que palpitaba sobre mi boca.
“Mi dios Bella… sí…” Gemí dentro de ella.
Su cuerpo se sacudió sobre mí. Empujé dos dedos profundamente en ella, bombeando dentro de ella cuando sus paredes se contrajeron alrededor de mí. Ella me pidió más, gritó mi nombre, y rogándome que no me detenga. Nunca quisiera otra sensación más que la de su cuerpo en mis labios, por siempre.
“Nunca, Bella…” Gemí contra ella repetidamente.
Mis dedos empujaron en ella, introduciendo un tercero, llenándola. Ella se arqueó hacia atrás y asió mi miembro duro y áspero, agarrándome deliciosamente, tirando de mí con su mano.
Un segundo después ella cayó hacia atrás, saliendo de mí, su respiración baja y rápida, su pulso acelerado. El terror me pegó: por un segundo pensé que mi veneno había llegado a su corazón. Pronto me di cuenta que su corazón se aceleraba porque ella hiperventilaba. Puse mi boca sobre la suya y empujé oxígeno nuevamente dentro de su pecho. Me corrí hacia atrás cuando su respiración comenzó nivelarse, mirándola, llamando su nombre.
Ella abrió los ojos agitada.
“¿Qué sucedió?” pregunto ronca.
Entonces comenzó a reírse, una risa completamente hermosa mientras que comprendía lo que le había sucedido.
“Me diste un susto de muerte cuando te caíste. Pero luego me di cuenta que habías estado hiperventilando.”
Toqué su cara, mi sonrisa era incontrolable. Sentía ganas de cantar.
Reí, “Soy muy bueno.”
La imagen de ella moviéndose sobre mí y desmayándose grabada en mis ojos.
“No puedes esperar para contarle a Emmett sobre esto, ¿verdad?” Me preguntó ella, cubriéndose la cara.
Me acosté sobre la almohada a su lado, riéndome del momento. No había forma de que yo compartiera este momento con nadie más Bella.
“No hay chance. La imagen de ti sobre mí…” mi respiración se cortó en mi garganta, mi cuerpo se llenó de deseo por ella, “es solamente para mí, para recordarla a cada segundo de cada día.”
Una acometida de humedad inundó la entrepierna de Bella, haciéndome soltar un gemido suave.
“Vamos a tener que trabajar para mantener mi respiración bajo control. Esto, puedo necesitar que me lo hagas por días.” Dijo ella quedamente y subió encima de mí.
El pensamiento se aceleró en mi mente, necesitándola más de lo que podría decirle o mostrarle.
“Te voy a estar rogando para hacerlo. Bella, no puedo encontrar palabras para describir cómo se siente tenerte contra mis labios.”
Sus ojos buscaron los míos, asustada, emocionada, despierta.
“Dime que esa sensación no se irá. Nunca me transformare en vampiro si esta sensación se va.”
Me reí entre dientes, sabiendo la respuesta.
CHIKIES,
QUE CAPITULO, NO???
CON ALGO TAN HOT, LO MINIMO QUE NECESITO SON ALGUNOS COMENTARIOS.
BESITOS "DONDE MAS LES GUSTE",
LADY G
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