Dejé escapar un ruidoso bostezo, y me estiré, buscando a Edward. Miré hacia arriba y lo vi parado a un lado de la cama con un plato de fresas y mangos. Su cuerpo brillaba en el sol que entraba por las puertas francesas, sus shorts se apoyaban en sus caderas. Él no había usado una camisa en días, la vida era maravillosa.
“¿Fresas?” Pregunté hambrienta, incorporándome rápidamente. “¿Dónde conseguiste ésto?” Habíamos estado en la isla durante una semana. Me había quedado bastante corta de alimentos frescos.
“Esme trajo comida como para dos meses de las tiendas de comestibles de Río para ti. Estás oficialmente abastecida.”
Él colocó el plato en el borde de la cama, sentándose a un lado. Se estiró y despeinó mi pelo, echando un vistazo a mi piel arrugada y desnuda.
“Te ves ridículamente linda hoy.”
Se inclinó para besarme, dejando sus labios apoyados en los míos.
Luego se retiró y me sonrió, podía ver la profunda felicidad en su cara y me di cuenta de que él tenía todo lo que necesitaba en su vida, en esta isla.
Tomé algo de fruta y la devoré. Había salteado mi cena de anoche después de que llegara la familia.
“¿Fuiste al barco anoche?” Me había despertado en medio de la noche y Edward se había ido. Me había vuelto a dormir fácilmente, suponiendo que él estaba pasando algo de tiempo con su familia.
Él asintió con la cabeza, mirando atento como mis labios se movían sobre una fresa. La chupé más eróticamente de lo necesario probablemente. Él gimió, y después graznó, “solamente por un par de horas. Pasé la mayor parte del tiempo con Carlisle. Los demás me estaban volviendo locos con sus pensamientos, totalmente descontrolados… aunque no totalmente inexactos.” Me hizo su sonrisa torcida, tocando mi mejilla con su mano.
“Me imagino que a ti te harán algo similar, si logran entrometerse para sacarte información.”
“¿Carlisle no te exprimió, entonces?”
Había pensado que Carlisle querría más detalles que cualquier otro, siendo el confidente más cercano de Edward.
“No es su estilo. Pero, no necesitó hacerlo. Yo le conté casi todo.” Me dijo encogiéndose de hombros, y jugando con un mechón de mi pelo.
Tragué con dificultad el trozo de fresa que estaba masticando, logrando atorarme un poco, y pregunté tosiendo.
“Umm, ¿todo?” sintiendo el calor del rubor sobre mis mejillas.
Edward me sonrió, “no te preocupes. No todo- todo. Solo las cosas que Carlisle quería saber.”
“¿Como…qué?” Agité mi mano en un círculo, impulsándolo a ser más específico. Necesitaba saber exactamente cuan mortificada debía sentirme la vez próxima que viera a mi suegro.
“Bueno, le conté sobre la primera noche, detalles no específicos sobre nuestras relaciones, Bella,” me aseguró, viendo el horror en mi cara. “Solo la parte sobre cuánto más fácil de lo que yo había esperado fue.” Su dedo trazó mi labio, y sus ojos lucían desenfocados mientras recordaba nuestra primera noche en la isla.
“Le describí, como mejor podía, lo bien que yo puedo detectar lo que siente tu cuerpo, cómo reacciona. Cómo he memorizado tus latidos, cómo sé lo que tú necesitas.”
Miré a Edward fijamente. Sus palabras eran increíblemente románticas pero la imagen de él diciéndole estas cosas a Carlisle me hizo morir de vergüenza.
“¿Tu le contaste esas cosas… a Carlisle?” Mi voz era queda. No estaba enojada, solo sorprendida de que él hablara sobre tales cosas íntimas con otra persona. Yo nunca había tenido un confidente así, antes de Edward.
“Lo hice, Bella. ¿Te incomoda?” Sacudí mi cabeza. Él me sonrió.
“Carlisle es mi padre, pero es más que eso, él es mi referente. Su aporte es excesivamente importante para mí. Él estaba preocupado por nuestra luna de miel, sobre que pasaría cuando estuviéramos en la intimidad. Quise tranquilizarlo, decirle que todo había sido menos complicado de lo que yo esperaba.”
Él se inclinó para besarme, su lengua resbaló suavemente en mi boca, y un quejido bajo salió de su garganta. Se incorporó, rápidamente, y después agregó, “oh, y le mencioné lo del veneno. Él estaba muy interesado en eso.”
Rodé lejos de él y enterré de golpe la cara en una almohada, gimiendo. “Oh por dios Edward, por favor dime que no lo hiciste…” Mi voz sonó amortiguada, mis manos golpeaban la cama a mi lado.
Edward rió, volteándome antes de subirse sobre mí, abriendo mis piernas con su muslo.
“¿… no hice qué? Mencionarle tu propensión a hiperventilar?” Él se rió entre dientes, mirándome suavemente.
“No. Por supuesto que no. Solo mencioné que causa una sensación de cosquilleo en tu piel, no del todo desagradable. Desde un punto de vista científico es realmente fascinante.”
“Puedes decir eso otra vez,” mascullé, llevando mi mano sobre mis ojos, intentando exhalar la mortificación que sentía.
Él se rió entre dientes.
“No hay una larga lista de testimonios de seres humanos que han tenido sexo con vampiros. Así que, hay un elemento… de oportunidad de aprendizaje para nosotros.”
Su voz se apago, él finalmente parecía algo vergonzoso.
“Por favor no conviertas ésto en algo clínico. Sé como son tú y Carlisle cuando están juntos. Tú te vas a enloquecer totalmente sobre ésto. Pero es mucho más que una curiosidad científica, Edward.”
No podía ocultar la pequeña herida que me causaba que él pudiera disecar científicamente algo que era, claramente por el contrario, totalmente transcendente para mí.
Él tomó mi cara en sus manos y me besó.
“En verdad, todo lo que charlamos fue sobre la parte clínica. Pero Bella, tú tienes que saber, para mi es mucho más personal que eso.”
Él me miro, sus ojos reflejaban preocupación.
“Sobre todo acabo de hablar con él por un rato sobre lo que siento, cómo tu me has cambiado, cómo ahora me siento completo. Ninguna de estas son cosas que tú no hayas oído ya. Siempre te contaré primero a ti, tú sabes mucho, mucho más, por supuesto.”
Su sonrisa se volvió sensual, sus manos viajaron hacia abajo de mi cuello para palpar mis senos. Mis manos tiraron hacia abajo sus shorts y él se retorció fuera de ellos, tirándolos con sus pies fuera de la cama.
“¿Qué clase de cosas se de ti, sobre nosotros, que él no sepa?” Pregunté, con voz suave, mis manos se enredaron en su pelo, y presioné mis caderas contra su estómago.
“Bueno…” dijo con voz cansina, besándome los labios, “no le contaría a nadie cómo se siente tu boca contra la mía…” su lengua lamió mis labios suavemente. “No le diría a nadie lo suaves que se sienten tus pechos en mis manos, lo hermosos que son tus pezones, que tienen el color exacto de las peonias pero con aroma a fresias.” Él me besó cada pezón, inhalando profundamente, dejando que su lengua girara alrededor volviéndolos duros. Él gimió suavemente, “dios, Bella.” Arqueé mi espalda a su tacto.
Él continuó, acercando su cara a la mía.
“No le diría a nadie cómo tu pecho entero se ruboriza cuando acabas. No le contaría a nadie sobre tu sabor, que es una mezcla de flores y lujuria.”
Su mano bajo hasta mi centro húmedo, frotándome suavemente, y después trayendo sus dedos entre nuestros labios antes de poner su mano suavemente en mi mejilla.
“No diría a nadie cómo la sangre se precipita bajo tu piel cuando te toco, y deja un rastro de fuego rosado que sigue mis dedos. No le contaría a nadie sobre tus besos hambrientos contra mi hombro cuando estoy empujando mis dedos dentro de ti, tus labios que intentan devorarme.”
Su voz se volvió ronca, su cuerpo duro empujaba contra mi muslo.
“No le contaría a nadie cómo amas cuando digo coger y vulva, y que te azoto cuando me lo ruegas. Y sé que amas ser la única persona a la que le muestro ese lado de mí.”
Inhalé profundamente con esas últimas palabras, mi corazón se cerraba de golpe en mi garganta, la verdad en ellas me resultaba abrumadora. Él continuó, con respirando suavemente, su voz un murmullo otra vez contra mi cuello.
“No le contaría a nadie cómo tensas alrededor de mí tus músculos justo antes de tu clímax, cuando estás al borde de acabar, tu cuerpo entero se congela deliciosamente en esos movimientos y me pides que siga moviéndome exactamente como lo hago, sin cambiar nada.”
Él miraba dentro de mis ojos, sus manos se movían para frotar ligera y suavemente mis pezones otra vez.
“No le contaría a nadie cuán calientes tus labios y tu lengua se sienten alrededor de mí cuando me tomas con tu boca, cómo gimes contra mí justo antes de que yo me venga contra tu lengua suave…” sus dedos delinearon mis labios suavemente. “Y no le contaría a nadie cómo tus ojos miran los míos cuando me pides que empuje dentro de ti, exactamente de la forma en que me estás mirando ahora.”
Con esas palabras dejé escapar un quejido suave y subí mis piernas alrededor de él, y su cuerpo duro se resbalo dentro del mío.
*****
Nos duchamos juntos, tomándonos mucho más tiempo del que probablemente necesitábamos. Ambos optamos por vestirnos simplemente en trajes de baño, y nos dirigimos hacia afuera, al barco. Edward quiso llevarme a pasear. Era una adquisición relativamente nueva, al parecer. Carlisle y Esme anticiparon que estaríamos pasando más tiempo en la isla, y quisieron un barco cómodo para los viajes desde y hacia Río.
Subí a bordo, y miré alrededor, con la boca abierta de par en par. Era asombrosamente lujoso.
“Es enorme.” Jadeé.
“Eso es lo que ella dice.” La voz de Emmett vino de detrás de mí. Me di vuelta para ver la risa de Edward, dando a Emmett un topetón con el puño.
Me reí, apartándome de ellos. Una cubierta grande se atravesaba delante de mí, cubriendo el frente entero del barco. Los controles parecían estar en la segunda planta, y una cabina principal se abrió hacia fuera sobre la cubierta. Caminé adentro. Sofás de felpa, una TV de pantalla grande, una Wii, la máquina de Karaoke, un sistema de sonido enorme, y algunas mesas llenaban todo el cuarto, y aun así daba sensación de amplitud. Era gigantesca.
“Esto es como algo que ves en los ángeles de Charlie… o en un video de rap.” Reflexione, mirando a mí alrededor.
Emmett rió detrás de mí. “Ese es nuestro plan. Salir de esta isla después de algunos días y levantar algunas perras y prostis.” Oí su risa detrás de mí, y después lo oí decir
“¡Ow! Solo bromeaba Rosie.”
Rosalie subió hasta mí y me dio un pequeño abrazo, muy poco característico de ella.
“Buenos días, Bella.” Me sonrió. Yo le sonreí también, notando su minúsculo bikini dorado, sus piernas largas parecían comenzar justo debajo de su mentón. Sentí una punzada de timidez y miré a Edward. Él miraba fijamente mi cola en el culotte rojo de mi bikini. Me reí y fui a besarlo ligeramente.
“¿Porqué fue eso?” me susurró.
“Sólo porque te amo.” Murmuré contra sus labios.
“OK, suficiente de eso. ¿Qué, no pueden tomarse un recreo por diez minutos y ser sociables?” Emmett nos reprendió juguetonamente.
Edward se rió, bajando la cabeza, divertido.
“¡Diez años, Emmett! Diez años tuve que aguantar las paredes que destrozaban, las puertas rotas, y los gemidos constantes, antes de que ustedes lo redujeran a, qué, ¿por lo menos dos veces al día? ¡Ninguna de las tres veces que ustedes rompieron mi cama me molesté!” Edward rió, sacudiendo su cabeza.
“Ahora, ustedes se van a mantener totalmente en silencio cada vez que yo necesite besar a mi esposa.”
Emmett rió, llevando sus manos hacia arriba en señal de entrega. “Suena bastante justo, Hermano.” Rosalie nos sonrió, con los ojos brillantes.
Jasper y Alice caminaron dentro, goteando empapados. Alice se veía adorable en un minúsculo bikini negro con tiritas. Jasper usaba un short de natación rojo, su torso era asombrosamente muscular. Me di cuenta que lo había estado mirando fijo y aparte mis ojos rápidamente. Sentía la risa de Edward detrás de mí.
“¡Atrapada!.” Susurró en mi oído, deslizando su lengua contra mi lóbulo. Sentí mi cuerpo ruborizándose con su tacto.
Jasper nos miraba y rodó sus ojos.
“¡Chicos me están matando!,” dijo con su suave voz cansina, y sonrisa jugaba en sus labios.
“¡Pero no paren!” chilló Alice. “Estoy totalmente fascinada con lo que su humor le está haciendo a mi marido. ¡Mii-auuu!”
Me ruboricé furiosamente. “¿Estaban nadando chicos?” Balbuceé torpe, sabiendo rápidamente la obvia respuesta a mi pregunta. Edward me besó el cuello, riendo silenciosamente detrás de mí.
“Si se le puede llamar así.” Dijo Emmett riéndose por lo bajo.
Edward miraba a Emmett y luego a Jasper, entonces lo picó la curiosidad. “¿De qué se trata esto?”
Emmett le sonrió a Jasper, y después se encogió de hombros.
“Vi a Jasper nadando y le dije que él me recordaba a mi profesora de segundo grado cuando nos enseñaba a nadar como perrito. Él dice que podría ganarme en una carrera a Río ida y vuelta, pero sería una pérdida de su tiempo porque le rompería la ilusión muy fácilmente. Además, le dije que deje que el dinero hablé.”
Los ojos de Edward chispearon.
“Ven Jazz. Tú viste nadar a Emmett. Él es como un canto rodado con aletas. Por supuesto que tu le ganarías, y valdría la pena totalmente.” Su risa era baja, feliz. Emmett gruñó.
Jasper rió y se encogió de hombros. “Estoy bastante seguro de que yo les ganaría a ambos fácilmente. Sin problemas. Solo que no quiero dejarlos mal parados delante de sus damas. Entonces tendría que sentarme a escuchar sus lloriqueos toda la noche.” Él levantó una ceja.
La apuesta había comenzado ahora.
Edward rió otra vez. “Bueno, ahora, no quiero sumarme a esta apuesta y ser acusado de robo. Tu puedes ganarle a Emmett, pero yo estoy definitivamente fuera de tu liga, Jazz.” La voz de Edward era burlona, y condescendiente.
“Estás rumiando demasiado, ¡tú no me ganarías ni por joda!” Jasper le hizo muecas a Edward.
Emmett se rió entre dientes. “Eso es impresionante, Jazz.”
“OK…, OK” Rosalie caminó hacia adelante, con las manos en el aire. “Una carrera a Río ida y vuelta. El ganador elige los castigos para los dos perdedores. Los castigos serán diferentes para cada perdedor, no incluirán hacerle nada a las esposas de los otros, y el que llegue en segundo lugar puede elegir entre las dos opciones de castigo.” Me quede pensando en esto, mirando a Edward vibrar con el desafío. Río no estaba especialmente cerca.
Los chicos asintieron, mirándose fijamente unos a otros. Los tres cuerpos masculinos zumbaban con el entusiasmo. Edward tiró de su camisa sobre su cabeza, revoleándola sobre un sofá. “Hagamos esto.”
Mire a Alice, que me sonreía. Ella me hizo un guiño. No estaba segura si eso significaba que su chico ganaría, o el mío. Y entonces se me cruzó un pensamiento. ¿Cuáles serian los castigos, y si era por eso que ella me estaba guiñando?
*****
Los muchachos se zambulleron en el agua y desaparecieron. Intenté buscar a Edward en el agua pero desapareció en segundos. Nos sentamos en tres reposeras bajo el sol.
“Edward se queda gran parte del tiempo bajo el agua. Emmett tiene una brazada bastante fuerte. Jasper hace un mix de ambas cosas. Ellos aman nadar.” Rosalie sonrió hacia mí desde la reposera a mi derecha. Alice estaba a mi izquierda, cerrando sus ojos contra el sol, disfrutando del calor.
“¿Cuánto tiempo estarán fuera?” Pregunté. No tenía ninguna idea de cuánto tiempo le tomaba a tres vampiros nadar cincuenta millas ida y vuelta.
“No mucho. Quizá dos horas.” murmuró Alice. ¿Nadan a cincuenta kilómetros por hora? Ese pensamiento me hizo acelerar el pulso. Alice me levantó una ceja.
“¿Dos horas?” exclamó Rosalie, no haciendo caso de mí.
“¿Qué diablos?” Mi boca se abrió muy grande. ¿Eso les parecía muy lento a ellas?
Alice se encogió de hombros, su tono se iluminó. “Pararán para luchar en el agua cerca de cinco veces. Emmett está siendo un grano en el culo.”
Rosalie se rió. “¡Ese es mi chico!”
Nos sentamos silenciosamente por un rato. Era un día hermoso, ventoso y caliente; el cielo era azul y despejado. Alice se volteo hacia mí repentinamente, “¡oh! ¡Tengo un chisme!” Ella rió nerviosamente. “Y yo nunca tengo chismes por eso éste es tan especial.”
Le sonreí expectante.
Ella rió y Rosalie dijo, “¿Oh, es lo de…?”
Alice asintió. “Sip, la historia de:
Edward-se-caso-y-mi-vida-ya-no-tiene-sentido.”
Las mire a ambas, desconcertada. “¿De qué están hablando?”.
Alice sonrió traviesa. “Jessica Stanley se fugó para casarse.”
Yo gemí. “¿Jessica se fugó para casarse? ¿En la última semana?”
Alicia cabeceó a mi expresión. “¿Que loco, no? Pero la peor parte es que el tipo es:
En-un-horrible-Universo-alterno-totalmente-la-exacta-copia-de-Edward.”
Rosalie resopló, “sí, en sus sueños. Lo qué Alice quiere decir es que es totalmente claro detrás de quien iba Jesica. Aunque, en este universo alterno, Edward tiene la piel horrible, el pelo grasiento, un problema con el alcohol, y el hábito extraño de oler sus dedos constantemente.”
Alice suspiró. “OK, lo sé, él no se parece en nada a Edward. Pero está clarísimo lo que ella buscaba. El tipo de hombre silente, melancólico, con cabello alborotado. Oh, él es horrible sin embargo. Pobre Jessica.”
Rosalie resopló en este último comentario, claramente no tan comprensiva.
Hice muecas, riendo de la graciosa imagen. “¿Quién es él?”
Rosalie se encogió, “ni idea. Pienso que él es un estudiante de la Universidad de Washington. Estoy casi segura de que ellos se conocieron en un bar en Seattle. Sabemos Edward estará afligido cuando se entere que ella está fuera del mercado.”
El tipo sonaba patético, y Jessica tenía ciertamente mucho por madurar sin la complicación de haberse casado con un extraño. Yo me sentía un poco apesadumbrada por ella. Aunque sabía que ella no era la persona más altruista, ella había sido mi primera amiga en Forks.
El silencio bajó sobre nosotras, una tranquilidad cómoda, fácil. Cerré los ojos. El sol se sentía delicioso en mi piel. Comencé a ver a Edward moverse sobre mí detrás de mis párpados. Comenzaba a dormitar suavemente.
“Así que, Bella.” Dijo Rosalie con voz cansina, mis ojos se abrieron rápidamente. Por el rabillo de mi ojo vi que Alice se encaramaba en su reposera a mi lado. Me di vuelta hacia ella, viendo sus ojos brillantes y emocionados.
Interrumpí a Rosalie antes de que ella pudiera continuar, “¿donde están Esme y Carlisle?” Era curiosidad genuina, pero también quise retrasar lo que sabía que se venía.
Ella agitó su mano alejando mi pregunta. “Llevaron el otro barco a Río para buscar tiendas donde comprar los materiales para remodelar la cabaña. Pero, mejor, hablemos de ti y sexy Edward…”
Gemí, temiendo el renacimiento de la inquisición española.
“Cuéntanos todo sobre nuestro hermano mayor en la cama.” Dijo Rosalie sin rodeos mientras que me sonreía dulcemente. Alice chilló, aplaudiendo.
“Guau,” mascullé. “Comienzas con las preguntas pequeñas, ¿verdad Rosalie…?”
Rosalie rió. “Vamos. Hemos estado muriendo aquí. Él ha sido virgen por un siglo y tiene sexo por primera vez con un ser humano. Podrás entender nuestra curiosidad.”
Me di vuelta hacia Alice y fingí una mirada de ira. “Solo pídele los detalles a Alice, ella parece haber visto la mayor parte de la acción.”
Alice rió nerviosamente. “Solo te vi a ti poniéndote el conjunto negro de La Perla y los estiletos de Jimmy Choo que… estaba particularmente encariñada con esos zapatos, yo sabía harían que tus piernas lucieran como de cinco kilómetros de largo…”. Su voz se apago, después ella se enderezó en la reposera. “Te juro que no vi el resto de esa noche ni mucho de ninguna otra. ¿No es como que ustedes deciden con mucha anticipación lo que van a hacer, verdad?” Ella sonrió, levantando su mano en gesto de compromiso.
Asentí, recordando la noche con la ropa interior negra. Me alegraba saber que ella no vio lo qué sucedió más tarde. Era demasiado personal para compartirlo.
“Está bien, pondré algunas reglas básicas,” dije, mirando a cada una de ellas. “No voy a negarme a compartir algunos detalles. Algunos.” Aclaré mientras que ambas aplaudían.
“Nunca he tenido amigas con las que hablar de estas cosas, realmente, ni tampoco un novio con quien hacer cosas que después pudiera contar, así es que yo no estoy enteramente cómoda ventilando todo.”
Ambas me miraban cuidadosamente. Rosalie se rompió en una mueca astuta, “OK, te lo tomo. Entiendo eso. Pero en serio, Edward parece como una persona totalmente diferente. Su mueca constante, casi me espantaba. Y ahora estoy… bueno, me impresiono.” Ella me miraba, asintiendo. “Así que, ¿podemos hacerte preguntas por sí o por no, entonces?”
Vacilé. “OK. Sí, no, o sin comentarios.”
Ella cabeceó su acuerdo. “¿Ustedes tuvieron sexo la primera noche aquí?”
Asentí. Intercambiaron las miradas, levantando sus cejas la una a la otra en una comunicación silenciosa. Suspiré. La intimidad con mis nuevas hermanas era divertida, pero ya comenzaba a bordear con lo doloroso.
Alice me miraba, “¿Has usado los shorts azules de encaje? Ésos sacaban chispas y Edward no puede controlarse cuando tu usas cosas de color azul.”
Asentí, recordando la segunda noche en la casa cuando Edward me tomó rudamente. Me ruboricé. “Si. Ésos eran fabulosos.”
Rosalie se rió entre dientes. “Volveremos a esa historia cuando nos no limiten al sí o al No.”
“No te olvides del sin comentarios.” Le recordé.
“Lo sé,” me sonrió ella, haciendo un guiño.
Ella y Alice se miraban la una a la otra, después ambas explotaron al mismo tiempo, “¿él ya bajo en ti?”
“¿Qué?” Jadeé, sintiendo como si saltáramos de jardín de infantes a una tesis de doctorado. Sentía que me quemaban las mejillas.
“Uh, eso es un sí.” Rosalie rió nerviosamente. “¿Y?”
“¿Y… qué?” Pregunté, evitando sus ojos.
“Bella.” Alice me levantó una ceja. “Vivimos para eso. No finjas que a ti no te gusta.”
Lancé una gran exhalación, decidiendo solo entregarme a ella. “Definitivamente… podría verme viviendo para eso.” Chillaron. “Solamente que ha sido complicado. El veneno….”
“Oh mi dios…” Rosalie murmuró, Alice jadeaba a mi lado. “Había olvidado eso. Oh, Bella, ¿te lastimó?”
Rodé mis ojos queriendo desaparecer. “No exactamente.”
Me miraron fijamente. Rosalie gruñó, “¿es que acaso vamos a tener que arrancarte cada detalle a la fuerza?”
“¡Es solo que esto es muy personal!” Chillé, cubriendo mi cara.
“Bella, ahora tu eres nuestra hermana. No hay tales cosas como demasiado personales.” sonrió Alice.
Rosalie rió nerviosamente. “Felizmente te contaré las medidas de Emmett, si tú quieres.”
Gemí. “Por favor, No. Por favor dios, no lo hagas.”
Ambas se rieron de mí, y esperaron para que explicara el tema del veneno.
“Yo pienso que… bueno, es un poco como un cosquilleo. Llega a ser bastante intenso si es… allí abajo…” Sentía como si fuera a explotar de tanto ruborizarme.
Ambas me miraban, asintiendo. “¿Y?”
“¿Y qué? Cosquillea. MUCHO.” Me encogí, esperando que no necesitaran más explicaciones.
“Por supuesto cosquillea. ¿Pero quién puede quejarse por un orgasmo inmediato y constante?” Rosalie me miraba con incredulidad.
Me ahogue tragando saliva. “¿Qué? Esperen, ¿es igual para ustedes chicas?” Asintieron, sonriendo. “Y ustedes… ¿no se desmayan?”
Jadearon, tapando sus bocas con las manos. “¿desmayarse? ¡Oh Bella que terrible! ¿Qué sucedió?” La voz de Alice estaba llena de preocupación.
Y en ese momento entendí. “Chicas, ustedes no pueden hiperventilar. Claro que no, usted son vampiros.” Una sonrisa amplia se desparramo a través de mi cara. “Eso significa que cuando me transforme, ¡conservare todo lo bueno, sin los desmayos ni la humillación!”
Ambas me miraban, intentando entender de lo que yo hablaba.
“¿Qué quieres decir, humillación?” Susurró Alice como si hablara sobre una tragedia grave.
Suspiré, entendiendo que iba a tener que explicarles, deseando haber contestado, estuvo bien y haberlo dejado así.
“Respiraba demasiado rápido. Hiperventile. Me desmayé, y caí como una tonelada de ladrillos totalmente anti-sexy. Dos veces.”
Rosalie dijo cautelosamente, “así que… tú no lo conseguiste por mucho tiempo, entonces.”
Me reí entre dientes de su expresión, `conseguiste'. Sus caras se habían congelado con las expresiones más preocupadas y comprensivas, lo que me hizo reír a carcajadas ruidosamente.
“Chicas ustedes, parecen pensar que no hay otras que nosotros podemos hacer.” Me encogí. “No que no me interese tener más de eso, pero nos divertimos mucho.” Lo dejé así.
Antes de que pudieran preguntarme más cosas, notamos lo que parecía una estela detrás del barco como un motor invisible. Los chicos venían hacia el barco, rápido.
Nos paramos y caminamos hacia el borde del barco, mirándolos acercarse. No podía decir quién llevaba la delantera; parecían estar todos amontonados; empujando olas gigantes en el agua y apenas se veían sus cuerpos indefinidos. El barco se sacudió fuerte una vez, y entonces dos ruidos sordos sucesivos empujaron el barco hacia adelante.
Alice saltó hacia arriba y hacia abajo cuando los muchachos salieron fuera del agua y saltaron sobre la cubierta. Edward caminó hacia mí, con una sonrisa, engreída, y torcida. Su pecho relucía, fuerte. “¿Quieres besar a un campeón?”
Chillé y envolví mis brazos alrededor de él, besándolo fuertemente, presionando mi cuerpo contra el suyo mojado. Alice besaba a Jasper más o menos de la misma manera. Rosalie tenía sus manos a los lados de la cara de Emmett, consolándolo.
“Aww, pobre Emmett.” Suspiré, medio en broma, presionando mi cuerpo contra mi marido.
Edward sonrió satisfecho. “No te sientas demasiado apesadumbrada por él. Él gana las apuestas de fuerza fácilmente. Solo soy demasiado rápido para él. Además, él es un dolor en el culo.”
“Eso es lo que dijo Alice,” reí. Él me besó apasionadamente, empujando su cuerpo contra el mío.
Jasper miraba a Edward. “OK, Edward. Discutamos castigos. ¿Cuáles son mis opciones?”
Edward se rió entre dientes, divirtiéndose claramente con la decisión. “OK, opción uno: Tú usarás el atuendo de mi elección todo el día de mañana, sin discusión, y sin detalles hasta mañana. La opción dos, tú cantaras al Karaoke: (*) You’re Beautiful by James Blunt.”
Jasper dijo “El atuendo, a fondo. Definitivamente el atuendo.” Me reí de su certeza.
Emmett gimió, “Aww, hombre. Ésa canción es muy GAY. El tipo incluso suena como una chica.”
Edward se rió entre dientes. “Lo sé. Por eso es una buena opción para ti Emmett. Mejor practica tu falsetto para esta noche.”
Alice se dio vuelta hacia Edward, sonriendo, sus ojos centelleaban. Edward la miró fijamente por un largo momento y después se rió, dándose vuelta hacia mí.
“¡No puedo creer que contaste!”
Me tapé la cara con las manos.
“Lo sé. Créeme, ni yo me lo creo tampoco.” Mugí, mirando a Edward y él me sonreía absolutamente radiante.
(*)http://www.youtube.com/watch?v=ztc4V3ttlso
QUE LES PARECIO ESTE CAPITULO????
PARA MI GUSTO ESTUVO BARBARO!!!!
QUIERO COMENTARIOS...
BESOS CULPOSOS,
LADY G
4 comentarios:
Ay LG!!!! Que hermoso teaser nos dejaste!!! Amo al Edward de DBTL!!!!
Tan sexy, dulce, romantico...per-fec-to!!!!!!
Besotes y gracias por tu trabajo!
Amo esta historia es tan hot, pero al mismo tiempo tiene una trama hermosa y que no aburre :)
FER:
MUY BIENVENIDA AL BLOG!!!
MUCHAS GRACIAS POR TUS COMENTARIOS!!!
BESOTESSSS MIL
Son muy divertidis los ultimos cap, desde que esta la familia completa.
(una pregunta el significado de suena como un chirlo )Saludos Candy
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